Ante el próximo cierre de la Librería Paulinas, la hermana Alicia Gama, religiosa de las Hijas de San Pablo, agradece la calidez de los fronterizos y su apoyo incondicional durante los años de servicio

Presencia
Las Religiosas Hijas de San Pablo, mejor conocidas como Hermanas Paulinas, anunciaron que la Librería Paulinas, ubicada en Paseo Triunfo de la República, Plaza Monumental, local 008, cerrará sus puertas el 20 de octubre de 2025, debido a una reestructuración pastoral y editorial que busca responder, expresaron, con fidelidad a los nuevos caminos de evangelización.
A lo largo de las décadas la librería ha sido un espacio de luz, encuentro y formación espiritual, por lo que las hermanas externaron su agradecimiento a las comunidades religiosas, lectores y colaboradores, considerando cada libro entregado y cada palabra compartida como una semilla de esperanza
Ante este anuncio, Presencia presenta una entrevista con la hermana Alicia Gama, religiosa FSP, quien rememora los años de servicio de las Paulinas en la frontera.

¿Cómo llegaron las hermanas Paulinas a Ciudad Juárez?
Después de 12 años de haber llegado las primeras cuatro hermanas a tierras mexicanas, ellas consideraron oportuno expandirse por toda la república mexicana, pensando que un punto importante era el “Paso del Norte”, Ciudad Juárez, como se le llamaba coloquialmente, por todos aquellos y aquellas que vivían la aventura de internarse al país vecino. Seguramente también a las hermanas les fascinó la idea de vivir la aventura de conocer esta frontera y evangelizar con la comunicación social a la gente encantadora, hospitalaria y solidaria, precisamente por la experiencia de “paso” que vivían, y que mucha se estableció en el lugar, siendo una Diócesis joven, con tres años erigida, con su primer obispo Mons. Manuel Talamás Camandari. Las hermanas que llegaron y se presentaron al obispo fueron Hna. Diomira Trolli (italiana), dos hermanas de votos temporales, Hnas. Nazarena Huerta y Fidelis Flores, y una postulante. Iniciaron la misión paulina con la propaganda (visita de casa en casa), comercios, oficinas, mercados e incluso en El Paso, Texas.

¿Qué es lo que vivieron a lo largo de su presencia en esta diócesis?
Considero que fue una experiencia muy bella dada la solidaridad de la gente con las primeras hermanas, que las apoyaron en los inicios; algunas se convirtieron en bienhechoras de las hermanas.
¿Cuáles diría que se quedaron como sus mejores recuerdos y cuáles los asuntos que quizá dejaron pendientes?
Pienso que los mejores recuerdos de las hermanas, incluyéndome, es y será la calidez de las personas, la acogida y su apoyo incondicional en los diferentes momentos de nuestra historia en la diócesis.
Nuestra participación en las comunidades eclesiales de base, la colaboración en la pastoral de medios de comunicación, pastoral vocacional, la colaboración en el periódico Presencia, la participación en diversas ocasiones en la radio (laica) y últimamente en Radio Guadalupana en diversos programas.
Quizá, lo que quedó pendiente fue el hecho de continuar nuestra presencia como comunidad en la diócesis. Sin embargo, la misión paulina perdura en el tiempo.
En lo que se refiere a la librería, ¿cómo fue atender al público católico lector de ambos lados de la frontera?
La primera librería estuvo ubicada en Agustín Melgar, frente al mercado Juárez; fue el “Belén” de las Paulinas en Ciudad Juárez, ya que acondicionaron la sala de la casa como “librería”. Digo el Belén, haciendo alusión a lo que nuestro fundador decía: que todo nuevo proyecto inicia siempre desde “Belén”, es decir, así como María y José buscaban un lugar donde pasar la noche, y solo encontraron un establo para dormir y es ahí donde nació el Salvador. Quizá de manera precaria, pero no con menos dignidad, puesto que todo estaba preparado para proclamar el Evangelio.
La segunda fue en la avenida 16 de Septiembre. Ahí ya fue una librería en forma, bien surtida y visitada por los sacerdotes, laicos y personas de buena voluntad deseosas de nutrir su espíritu de la Palabra de Dios, en sus diferentes expresiones: libros, folletos, música y video. Ciertamente, no podían faltar personas de El Paso, Texas, sacerdotes y religiosas.
Con el deseo de crecer y acercar la Palabra de Dios al paso de las personas hacia el país vecino la librería se trasladó a la avenida Juárez, frente a donde era el Noa, Noa. La providencia de Dios nos permitió tener en propiedad dicho local.
Considero que, en general, fue un reto poder cubrir las expectativas del público lector de esta frontera, por ser una población fluctuante, podríamos decir, de “paso”; sin embargo, al ser una diócesis muy viva, dinámica y comprometida con la gente, nos permitió responder con nuestra misión los retos que se nos presentaban en el momento.
¿Cuál es el motivo del cierre de su librería? ¿Cómo vive la congregación este suceso?
Es un motivo interno, dado que estamos en rediseño, es decir, reconfiguración de nuestras comunidades y obras apostólicas, no solo en México, sino de toda la congregación. Y, por consiguiente, como congregación lo vivimos con mucha esperanza, porque nuestra presencia paulina puede ser de otra manera, desde la red, de manera “virtual”. Considero que con el hecho de que en la Diócesis existan más librerías, surtidas por Paulinas, nuestra presencia permanece.
¿El cierre está relacionado con la falta de hábito de lectura y la presencia cada vez más radical de las redes sociales en la vida diaria? ¿Cómo se puede incentivar una mayor lectura católica entre los fieles?
No necesariamente está relacionado con la falta de hábito de la lectura. El libro seguirá presente, quizá no de forma (papel), pero sí digital. Es precisamente el reto que le queda a las Paulinas: ofrecer productos digitales, presencia en las redes sociales, que son para nosotras los “nuevos púlpitos” donde se puede proclamar el Evangelio de la alegría y de la esperanza.
¿Qué pasará con la presencia Paulina en Ciudad Juárez y/o en Chihuahua?
Continúa en las experiencias de las personas que nos visitaron en nuestro “centro de difusión”, la librería. Seguirán encontrando nuestras producciones en las librerías de la diócesis y nos encontrarán en nuestra página web www.paulinas.com.mx y redes sociales.
¿Algo que desee agregar?
Nada, solo agradecer por esta oportunidad de decir una palabra de esperanza en este Año Jubilar en el que somos llamados a ser “peregrinos de la esperanza”; caminado junto a Aquel que es la esperanza, Jesucristo divino maestro y pastor.


































































