Ana María Ibarra
Descubrir su ser catequistas como una vocación fue lo que más de 200 personas reflexionaron durante el retiro que les impartió el padre Otoniel Ochoa Nieto, Secretario nacional de la Dimensión Episcopal de la Nueva Evangelización y Catequesis.
Dicho retiro se llevó a cabo el pasado sábado 3 de junio en el Seminario Conciliar de Ciudad Juárez.
Vocación del catequista
El padre Otoniel invitó a los catequistas a recordar cuándo nació su deseo de ser catequista, mediante qué persona y en qué lugar.
“No importa la manera. Cada uno tiene una historia, una circunstancia de cómo empezó, pero detrás de cada persona o circunstancias había una misma persona: Jesús. Debes ser conscientes de que Jesús te llamó”, expresó el padre Otoniel después de escuchar a los catequistas.
El sacerdote señaló que cuando una persona no es consciente de su vocación como catequista, cuando la circunstancia que lo llevó a ese servicio cambie, el catequista también se irá.
“O en cuanto le lleguen las pruebas va a desistir. Cuando se cree que es catequista porque se le ocurrió, esa semilla de vocación se muere y no prospera. Algunos catequistas llegaron sin conocer su fe, pero se enriquecieron en el proceso”, afirmó el sacerdote.
En nombre de Jesús
Con base en el número 112 del Directorio para la catequesis, el sacerdote explicó que el catequista es un cristiano que recibe un llamado particular de Dios, y aceptado en la fe, ese llamado lo capacita para el servicio de la transmisión de la fe.
“Hablas en nombre de Jesús. Todo nuestro ser habla de Jesús cuando estamos al frente del catequizando. Tu estilo, tu personalidad se lo prestas a Jesús para que él hable a través de ti”, explicó el sacerdote.
En el mismo número del Directorio para la catequesis se señala que el verdadero protagonista de la auténtica catequesis es el Espíritu Santo.
“Los temas no se leen, se platican, para ello se debe preparar, pero el ingrediente importante lo pone el Espíritu Santo. La obra es de Él y Él debe guiar hacia donde ir”, dijo el padre Ochoa.
Agente imprescindible
Como lo explica el documento, el padre Otoniel agregó que el catequista debe vivir su vocación en el seno de la Iglesia.
“Un catequista no formado a veces es un peligro. Si hay dudas en el catequista debe investigar y formarse”, sentenció.
Y explicó que el objetivo principal de la catequesis es que los demás se enamoren de Jesús, por lo que “un catequista vocacional será un agente imprescindible que predique desde su vida”.
“El catequista debe estar comprometido con su formación, haciendo equipo. Un grupo de catequista bueno no es aquel que no tiene problemas, sino que sabe superarlos”, sentenció.
El sacerdote aconsejó a los equipos de catequesis presentes que busquen tiempo de convivir y también a tener espacios de contención.
“Cuando un catequista está viviendo momentos difíciles o conflictos personales o familiares y se experimenta sostenido por su grupo, es Jesús quien lo sostiene”, concluyó.
Para cerrar el retiro, los asistentes tuvieron un momento de oración y de agradecimiento a Jesús por el llamado a ser catequistas.
“Si estas desanimado por la cruz, pide a Jesús que te levante; si no encuentras sentido al servicio, pide a Jesús su apoyo”, con estas palabras y un canto de ambientación los catequistas cerraron el retiro.