Diana Adriano
Jesús Martínez Lara, miembro de la Congregación de los Misioneros Claretianos de México, fue ordenado diácono el pasado 13 de marzo, en manos del señor obispo don José Guadalupe Torres Campos.
El rito de ordenación se llevó a cabo en la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza, donde el misionero estuvo en todo momento acompañado de sus padres, que viajaron desde Torreón, Coahuila, para estar presentes en este acontecimiento.
Misión y servicio
Durante la homilía, el obispo llamó al nuevo diácono a desempeñar dos aspectos importantes en su ministerio; “La misión y el servicio”
“Tú como claretiano eres misionero, eres enviado a anunciar el Evangelio con valentía. Los tiempos que vivimos hoy nos piden tomar conciencia del ser misionero. Dentro del rito, se te entrega el Evangelio para que lo proclames en palabra, pero también con tu vida, con tu oración y con tus obras”, mencionó el obispo.
Asimismo, resaltó que el diácono debe servir a todos sin distinción, con amor y alegría.
“El diácono por excelencia es servidor a imagen de Cristo. Vive en plenitud tu diaconado siempre con humildad, generosidad y por amor, valorando al otro con una entrega generosa”, expresó.
Rito central
Durante el rito central de la ordenación, el misionero fue invitado a postrarse y rezar de cara al suelo, como un signo fuerte de humildad, mientras la asamblea oró de rodillas invocando a los ángeles y a los santos con las letanías.
Acto seguido el obispo realizó el gesto de la imposición de manos, relacionada con la invocación y la transmisión del Espíritu Santo.
El recién ordenado fue revestido con los ornamentos propios del diácono y recibió el Libro de los Evangelios con la encomienda: “Esmérate en creer lo que lees, enseñar lo que crees y vivir lo que enseñas”.
Al concluir, Jesús Martínez se puso de pie frente a la congregación y el obispo lo presentó como nuevo diácono, mientras la comunidad lo felicitó con un fuerte aplauso.
Enorme alegría
En entrevista con Presencia, el nuevo diácono transitorio expresó su sentir ante este nuevo paso de su vida clerical.
“Fue una experiencia grata contemplar desde la homilía y a las personas que me acompañaron. La misión de la Iglesia está reflejada en cada persona, desde los laicos, las hermanas siervas y dominicas, sacerdotes diocesanos”, dijo
“Sobre todo sentí una enorme alegría por el recibimiento del grupo significativo de diáconos que ya me precedían en este servicio”, agregó.
El diácono Jesús Martínez dijo sentirse motivado por la invitación del obispo, en la homilía, a vivir la misión y la esperanza del Evangelio, en este inicio de servicios a los hermanos a quienes Cristo sirvió.
Y finalizó: “Me encuentro lleno de gozo por la gracias de Dios, que me ha llamado a dar testimonio de su amor”.