Ana María Ibarra
Después de un mes de lucha, el pasado 23 de enero, domingo Día del Señor, el padre Benjamín Cadena fue llamado por el Padre Eterno a su Morada.
Con gran tristeza, sacerdotes, religiosas y fieles recibieron la noticia del fallecimiento de quien fue considerado un sacerdote entregado y guía espiritual de muchos.
Si bien, la mayor parte de su sacerdocio lo vivió como formador del Seminario Conciliar, siempre fue un sacerdote cercano a la gente y deja un testimonio de servicio y entrega.
Vocación temprana
Nacido en Ciudad Juárez el 31 de marzo de 1957, el padre Benjamín Cadena de Santiago fue el penúltimo de siete hermanos.
Su vocación nació en la parroquia El Espíritu Santo donde inició como monaguillo y posteriormente en grupos de adolescentes y jóvenes.
Sintió el llamado al sacerdocio a los 15 años durante una homilía del padre Gerónimo Olvera, entonces párroco de dicha comunidad.
“Era algo que me alegraba, pero me atemorizaba. Conforme fui haciendo mis estudios de preparatoria pensaba también en un futuro, incluso en formar una familia cristiana, sin embargo, la inquietud del sacerdocio no se alejaba”, compartió el padre Benjamín Cadena en una entrevista con motivo de su 25 aniversario sacerdotal.
Fiel formador
Al concluir sus estudios, el padre Cadena solicitó al entonces obispo, don Manuel Talamás Camandari, ser ordenado sacerdote, lo cual sucedió el 13 de septiembre de 1986. Fue enviado a pastorear la comunidad parroquial San Vicente de Paúl donde estuvo siete años.
En una etapa de búsqueda, el padre Cadena conoció la comunidad sacerdotal Del Prado a la que se integró después de haber vivido una experiencia en 1987.
En 1993, el padre Benjamín fue enviado por don Juan Sandoval Iñiguez, segundo obispo de la diócesis, a estudiar Teología Moral en Roma y al regresar, en 1995, la diócesis contaba con nuevo obispo, don Renato Ascencio León, quien tuvo a bien pedir al sacerdote prestar su servicio como formador en el Seminario Conciliar.
El padre Benjas, como era conocido, estuvo más de 20 años guiando y formando futuros sacerdotes y en el 2016, el actual obispo, don J. Guadalupe Torres Campos lo nombró párroco de la comunidad San Pedro y San Pablo donde permaneció hasta el día que fue hospitalizado.
Vida con propósito
Años atrás, el padre Benjamín Cadena vivió la experiencia de estar a punto de morir, testimonio que compartió con Presencia en más de una ocasión.
El año pasado, con motivo del Día de difuntos, el padre Cadena colaboró en este semanario con una reflexión sobre la muerte y algunas lecciones que de manera personal recibió.
En aquel momento dijo: “cuando todo está en juego, la vida pide ser vivida con más hondura, más propósito”.
“A los que Dios nos ha dado una segunda oportunidad nos concentramos en lo más esencial de la vida porque sabemos que en cualquier instante uno se puede ir. Dios da la gracia para una conversión, para avanzar en lo que es su vida y su vocación”.
Enfermedad y muerte
El padre Benjamín Cadena enfermó en diciembre pasado de Covid19 y fue ingresado a un hospital en El Paso, Texas, el 21 de diciembre.
Durante este tiempo, familiares, amigos, su comunidad parroquial y la comunidad diocesana en general se desbordaron en oraciones y ofrecimientos a Dios por la salud de quien fue testimonio de servicio y entrega.
Lamentablemente en esta ocasión el padre Benjas fue llamado a la Casa del Padre. Y aunque la tristeza embarga a quienes fueron cercanos a él, la esperanza y la fe consuela sus corazones.
¡Hasta siempre, padre Benjas!
Descanse en paz.