Padre Benjamín Cadena fue muy querido en la diócesis local… aquí algunas expresiones sobre su legado, y ante su partida…
“Conocí al padre Benjamín en los preseminarios. En el 2010 que ingresé al Seminario él era director espiritual de la etapa de teología y filosofía. Después fue mi prefecto cuando estuve en filosofía en el 2014. Fue para mí mucha ayuda platicar con él, sus consejos”.
“El último mensaje que recibí de él fue el uno de enero. Le expresé que estábamos rezando por su salud y me lo agradeció. Me dijo que le echara muchas ganas en mi ministerio y que él también rezaba por mí. Fue un gran amigo de mi familia”.
“Fue sorpresivo cuando me enteré que había ingresado a terapia intensiva, pero manteníamos la esperanza en Dios que lo dejara, pero la oración era en la voluntad del Señor. Al final el Señor decide llamarlo un día muy bonito como es el domingo, día de la Palabra del Señor. Fue un sacerdote que encarnó esa Palabra. Un sacerdote santo”.
Diácono David Hernández
“Fue mi director espiritual durante muchos años. Hicimos una amistad muy bonita y dejó de ser conveniente que fuera la dirección espiritual. Así comenzó nuestra amistad, en el acompañamiento espiritual”.
“Fue una relación de amistad muy estrecha. Conocí no solamente al sacerdote, sino al hombre de Dios que era. El cariño era muy grande. A la hora que fuera le podía llamar y él me contestaba. Me animaba o me regañaba muy sutilmente, sabiamente. Era una experiencia de Dios muy bonita. Me hizo parte de su familia.
“Cuando pedí mis votos perpetuos la congregación me dijo que no, que me faltaba aún crecer en algunas cosas, él me dijo que no me desanimara, que siguiera. Me ayudó a acercarme más a Dios”.
“Cuando estuvo muy grave, los últimos tres días, la familia me estuvo comunicando su estado de salud y, sinceramente, le pedí a Dios que ya no sufriera y escuchó mi oración, pero duele muchísimo. Dios me ha querido quitar dos amigos muy entrañables en este tiempo y le estoy preguntando qué me pide de la vida”.
“Me duele porque no podré estar en su funeral, pero ya tengo a alguien más que interceda por mí. Y como él siempre me decía: nos encontramos en el Sagrario”.
Hermana Carmen Zubia, MMD
“Lo conocí siendo seminarista, desde los primeros años de formación, entablamos una muy cercana amistad. Lo recuerdo como un hombre muy serio, muy espiritual, pero muy seguro de sus convicciones y con una arraigada fe, con una profundidad en su relación con nuestro Señor”.
“Para mí no solo es un amigo, es alguien a quien veo presente en mi formación como persona, como cristiano, como sacerdote. Convivimos muy cerca cuando nos tocó ser formadores del Seminario -12 años-. Sin duda, lo voy a echar de menos”.
“En la primera parroquia a la que me enviaron, san Vicente de Paul, había estado él como párroco 7 años, y pude observar un cariño muy profundo de toda la feligresía, que me hizo conocerlo como pastor”.
“Estoy muy agradecido con Dios por los años que me ha permitido vivir con él”.
Pbro. Luis Escudero, párroco de La Virgen de la Luz
La presencia del P. Benjamín Cadena en el caminar de la primera etapa de comunicación radial de la Iglesia Diocesana, fue fundamental para generar confianza y empuje en cada uno de los servidores que asumimos esta misión con mucho entusiasmo.
Las celebraciones, retiros, aniversarios y demás propuestas que surgían de estas tareas, daban cuenta de su compromiso con este grupo denominado “Línea de Fe”, que nos hermanaba y nos hacía sentirnos orgullosos de una Iglesia que se abría a nuevos espacios para expresar su fe.
Desde 1998 este grupo de valiosas personas de diferentes parroquias fuimos acompañados y animados por su palabra y la de otros sacerdotes, como: P. Héctor Villa, P. Luis Escudero, P. José Solís, Fray. Guillermo Aviña entre otros, quienes fueron fundamentales para fincar los cimientos de una comunicación permanente y constante.
La solidaridad con que nos abrazó su presencia física y espiritual fue un eje central para afianzar profundas amistades y hermosos momentos que quedaran en la historia y en nuestros corazones.
Su palabra profundamente ligada al Evangelio y compañía incondicional siempre nos invitaba a crecer, a profundizar en la fe y la esperanza, y sobre todo, a tener la certeza y confianza en un Jesús Vivo y Resucitado.
Gracias por todo y por tanto P. Benjamín, te recordaremos siempre.
Mtro. Armando Rodríguez/ comunicólogo