Lectio Divina correspondiente al 6 de febrero del 2022, Domingo IV del Tiempo Ordinario… Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
1.Lectura. ¿Qué dice el texto?
Lucas 5, 1-11.
Estaba Jesús en cierta ocasión a la orilla del lago de Genesaret y de repente se juntó un gentío para oír la palabra de Dios. Vio entonces dos barcas a la orilla del lago; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la separara un poco de tierra. Se sentó y enseñaba a la gente desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: –Rema hacia dentro del lago y echen las redes para pescar. Simón respondió: –Maestro, estuvimos toda la noche intentando pescar, sin conseguir nada, pero sólo porque tú lo dices, echaré las redes. Lo hicieron y capturaron una gran cantidad de peces. Como las redes se rompían, hicieron señas a sus compañeros de la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Vinieron y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se postró a los pies de Jesús diciendo: –Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Pues tanto Pedro como los que estaban con él quedaron asombrados por la cantidad de peces que habían pescado; e igualmente Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús dijo a Simón: –No temas, desde ahora serás pescador de hombres. Y después de arrimar las barcas a tierra, dejaron todo y lo siguieron. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el texto del evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor reflexión:
¿A la orilla de qué lago se encontraba Jesús?
¿Por qué se juntaron muchas personas a su alrededor?
Jesús sube a una barca para poder predicar mejor ¿de quién era esa barca?
Cuando Jesús termina su predicación ¿Qué le pide a Simón?
¿Cuánto tiempo estuvieron tratando de pescar sin tener éxito?
¿Cómo fue la pesca después de seguir las instrucciones de Jesús?
¿Qué otros compañeros pescadores estaban acompañando a Simón?
Jesús le dice a Simón que no tenga miedo ¿por qué?
Después de esto ¿Qué hicieron Simón, Santiago y Juan?
Breve Estudio Bíblico.
El evangelista Lucas nos relata el momento en que Jesús predicaba a los márgenes del lago de Genesaret; acudía gran cantidad de personas para escucharlo pues ya habían oído de sus enseñanzas y de las sanaciones que había realizado entre ellos. Jesús pide a Simón (Pedro) que le permita subirse a su barca para ser mejor escuchado desde la orilla. Simón, quien se encontraba con Santiago y Juan (hijos de Zebedeo) tras una ardua noche de pesca fallida, lavando ya sus redes para guardarlas, accede a su petición de inmediato. Una vez terminada la predicación de Jesús ante la gente, Lucas nos pone frente a dos grandes enseñanzas: por un lado, el llamado a Pedro, Santiago y Juan para seguirle, poniendo énfasis en que es él, Jesús quién los llama (y nos llama), nos hace ver que más que una elección personal a seguirle, de él es el llamado y de nosotros responder. Por otro lado, en la segunda enseñanza, no menos importante que la primera, Lucas nos muestra la trascendencia de confiar en él más que en nosotros mismos, es decir, las acciones del hombre sin la confianza en el Señor no dan el fruto esperado, son acciones vacías y algunas veces lejanas a la voluntad de Dios. Así de importante es la Palabra de Jesús, pues hace fecundo el trabajo del hombre y nos lleva al verdadero camino; a ser cristianos. Ambas enseñanzas nacen de un encuentro personal entre Simón y Jesús, encuentro que se da gracias a la aceptación de Simón a dejarle subir a su barca, a un sí a la voz del Maestro.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Tratemos de profundizar en el mensaje que nos deja en esta parte del evangelio según san Lucas a través de contestarnos a nosotros mismos, sinceramente las siguientes preguntas:
¿Me he dado el tiempo para tener un encuentro personal con Jesús, le he permitido subir a mi barca? ¿le he permitido que me hable?
¿Estoy consciente que muchas de nuestras acciones (obras) pueden ser vacías si no están guiadas por Jesús, si no son una respuesta su llamado?
¿Tengo temor a permitir que el Maestro me hable? ¿tengo temor de dejar mis apegos y seguirle?
La siguiente vez que escuche su voz ¿le dejaré subir a mi barca?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
Sube a mi barca y pon en mis manos la red,
quita mis temores, dame la confianza necesaria
para escuchar y leer tu Palabra.
Maestro,
haz que mis manos sean fieles a tu Palabra,
que la acciones que realice sean siempre en tu nombre,
envía sobre mi tu Espíritu para ser cada día un poco más parecido a ti.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe y enriquezca nuestro servicio:
«Aquí estoy yo, envíame» (Isaías 6,8)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
En este quinto domingo del Tiempo Ordinario la Liturgia de la Palabra se nos invita a tener fe y seguir las indicaciones de Jesús y no utilizar solamente los criterios a los que estamos acostumbrados para realizar nuestras acciones, así la pesca será abundante.
Propuesta: A ejemplo de Pablo demos testimonio de nuestra fe y nuestras razones para creer, estas las hemos recibido a través de nuestra Iglesia y provienen de la Tradición Apostólica que han sido fielmente conservadas por nuestra comunidad desde siempre. Esta semana tratemos de ser testimonio vivo de nuestra fe compartiendo con el enfermo y olvidado a través de la iniciativa de nuestra diócesis “Todos en la Misma Barca”, acudamos a los centros de recolección llevando algo de lo que el Señor nos da.
Primera Lectura: Isaías 6, 1-2. 3-8
Salmo 137
Segunda Lectura: 1Corintios 15, 1-11
Color: Verde