Entrevista al nuevo coordinador diocesano de la Pastoral Juvenil sobre los retos, expectativas y proyectos que vislumbra para la atención espiritual y pastoral a las nuevas generaciones… Diana Adriano
En el contexto de la Solemnidad de Cristo Rey, el domingo 24 de noviembre de 2024 las Iglesias particulares celebrarán la XXXIX Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) bajo el tema: “Los que esperan en el Señor caminan sin cansarse”, inspirado en el mensaje del Papa Francisco para los jóvenes de todo el mundo.
El Papa ha reconocido las dramáticas situaciones que muchos jóvenes enfrentan hoy en día: la violencia, las injusticias y la incertidumbre hacia el futuro. Sin embargo, les ha recordado que, al igual que el pueblo de Israel en Babilonia, el Señor abre un camino para ellos, invitándolos a recorrerlo con gozo y esperanza.
Nuevo coordinador
En este contexto, el padre Eduardo Canales, recientemente nombrado asesor de la Pastoral Juvenil Diocesana, compartió con Presencia sus impresiones y expectativas para esta nueva etapa en el equipo diocesano, con la convicción de que los jóvenes son los principales actores del cambio.
«Estoy contento, nervioso y lleno de esperanza. Hay muchas cosas bellas que podemos hacer por y para los jóvenes, siempre buscando su bienestar y el fortalecimiento de su fe», expresó.
El padre Eduardo comentó que su nombramiento se formalizó tras colaborar un año como auxiliar del padre Salvador Magallanes, quien ocupaba anteriormente el cargo.
“Fue durante una junta de presbiterio cuando se tomó la decisión, después de haber concluido la Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil celebrada aquí en Ciudad Juárez hace unos meses”, señaló.
Entre los retos que visualiza, el sacerdote destacó la importancia de dar continuidad al trabajo realizado hasta ahora, enfocándose en motivar y acompañar a los jóvenes en su camino de fe. “Queremos trabajar con alegría y dedicación, fortaleciendo el espíritu comunitario y el compromiso de los jóvenes con la Iglesia”, añadió.
Desafíos
Al hablar sobre los desafíos que enfrenta como cabeza de esta área de pastoral, el padre Eduardo subrayó las realidades distintas y conflictos diversos que presentan los jóvenes, y el reto de generar proyectos desde Cristo para transformar sus corazones y convertirlos en agentes del Señor, “que es quien realmente cambia las vidas».
Pero para el sacerdote para enfrentar estos desafíos hay que asumir a los jóvenes como pilares de esperanza en la sociedad y en la Iglesia.
“Siento que los jóvenes son los actores de esperanza por excelencia», afirmó el sacerdote, quien ve en este sector de la población una gran oportunidad para renovar la fe y el compromiso en la comunidad diocesana.
Para trabajar en un proyecto concreto, el padre Eduardo ha definido el primer paso a dar.
“Pienso que lo primero es reunir al equipo. Aprovechando los jubileos que vienen, podemos usar eso como un gancho para juntar a los muchachos y comenzar a trabajar en la estructura”, explicó en alusión a los eventos convocados para celebrar en la diócesis el Año Jubilar 2025.
Coordinadora laica
Por lo pronto, anuncio que ha designado a Mariana Salazar Contreras
como coordinadora general de la Pastoral Juvenil.
Mariana es una joven de 24 años. Es ingeniera en logística por el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez y ha trabajado con jóvenes en Confirmaciones y grupo de Caridad, en su parroquia, Mater Dolorosa.
Ha coordinado eventos especiales y formó parte del equipo base de la Pastoral Juvenil
“Estoy muy contenta y emocionada por este nuevo ciclo que inicia en la PJD con el padre Lalo. Sé que el compromiso y responsabilidad son enormes pero tenemos toda la disposición y entusiasmo para continuar esta misión. Agradecida con Dios y pidiéndole me permita sabiduría para esta nueva encomienda”, dijo.
Por su parte, el padre Eduardo abundó:
“Tenemos una realidad muy bella en la que trabajar. Estoy convencido de que, con el apoyo del equipo y la guía de Cristo, podemos impulsar proyectos que dejen una huella significativa en los corazones de los jóvenes y en nuestra Iglesia”, dijo el padre Eduardo.
Primer proyecto
Por lo pronto ya se ha esbozado un primer proyecto a realizar: la implementación de diplomados en Pastoral Juvenil, una iniciativa que busca capacitar y formar a jóvenes líderes en las parroquias.
Y por otra parte, el enfoque principal se centra en revitalizar la «Red Juvenil», una estructura nacional promovida por la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ) que sugiere que la Pastoral Juvenil esté integrada por jóvenes de cada parroquia y decanato de la diócesis.
“Ahorita tenemos un grupo pequeño, pero la idea es armar esa red. Sería algo muy bello que personas de todos los decanatos estuvieran reunidas para compartir las diferentes realidades de los jóvenes y que los proyectos que se desarrollen tengan incidencia», explicó el padre Lalo.
Entre los desafíos inmediatos, el nuevo asesor destacó la necesidad de seguir armando, reestructurando y enriqueciendo el equipo de la Pastoral Juvenil.
“El reto es construir un equipo que logre trabajar con base en el Plan de Pastoral que tenemos en la diócesis, respondiendo a las necesidades y sueños de los jóvenes», añadió.
Con este nuevo impulso, la Pastoral Juvenil busca convertirse en un espacio dinámico y participativo, donde los jóvenes puedan crecer en la fe, compartir sus experiencias y desarrollar iniciativas que transformen sus comunidades.
Animar a los párrocos
Entusiasmado con la nueva encomienda y enfocado en construir un proyecto que impulse la participación de los jóvenes juarenses y fortalezca su fe, el padre eduardo dijo llegar a la Pastoral Juvenil “con mucha esperanza de trabajar y mucha alegría”.
Pero dijo que el trabajo que realice sin duda debe estar cimentado en el apoyo de toda la comunidad. Por ello hizo este llamado a sus compañeros sacerdotes:
“Quiero animar a los párrocos para que, conforme vayamos armando el proyecto, se vayan sumando. Al final de cuentas, nuestro objetivo es crear algo por el bien de nuestra diócesis y en beneficio de los muchachos, para que sea el Señor quien reine en sus corazones”, dijo.
Subrayó que el éxito de la Pastoral Juvenil radicará, sin duda, en la colaboración y el trabajo en equipo y para ello es necesaria y muy importante la participación de cada parroquia en la construcción de un plan que no solo aborde las necesidades actuales de los jóvenes, sino que también fomente su crecimiento espiritual y comunitario.
“Queremos que cada joven encuentre en este proyecto una oportunidad para acercarse a Cristo y dejar que Él transforme sus vidas”.
Y así, “animar a los jóvenes a -como dice el Papa Francisco- caminar sin cansarse hacia el encuentro del Señor”, finalizó.
Para saber…
A partir del 2021, la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) se trasladó del del Domingo de Ramos al Domingo de Cristo Rey, último domingo de cada año litúrgico.
Se celebra en cada diócesis del mundo y cada dos o tres años se realiza un encuentro internacional en una ciudad sede.
La JMJ es una fiesta de la juventud, una peregrinación y un momento de evangelización. En las diócesis, las comunidades parroquiales y los movimientos organizan eventos para los jóvenes que pueden incluir oración, actividades lúdicas y la lectura de la carta del Papa.