Presencia
Luego de cuatro años de haber sido construido el proyecto, con un sinfín de contratiempos y críticas por parte de la misma ciudadanía, dimes y diretes entre autoridades, organizaciones y transportistas, se anunció que el sábado 11 de mayo iniciará operaciones el sistema de transporte BRT-2 como una etapa de prueba con los usuarios.
Este sistema de transporte -que ya se implementa en otras ciudades-, tiene un principal eje sobre las avenidas Tecnológico, Triunfo de la República, 16 de Septiembre y Vicente Guerrero con 21.4 kilómetros, 12 tramos y 42 estaciones.
Hay muchas expectativas en torno al inicio de operaciones de este proyecto, por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué preocupaciones le genera el inicio de operaciones del BRT …qué podemos esperar del proyecto?
Mas que preocupación, al principio lo que tenemos es la gran expectativa de que este nuevo sistema venga a transformar la ciudad. Esto como una primera reflexión.
Y preocupaciones obviamente tenemos, pero más que eso, yo diría que tenemos ocupaciones. Hay que mucho en qué ocuparnos: en seguir organizando a todo el sistema de transporte de la ciudad, pues el BRT es solamente un pequeño paso que tenemos que dar para reconfigurar la ciudad y llegar a cada rincón y destino de la ciudad.
Hay otras ocupaciones como seguir convenciendo a los transportistas de integrarse y poder avanzar hacia un sistema organizado de pago vía tarjeta de recarga. Otra ocupación que tenemos es construir un sistema o una oficina descentralizada en la ciudad, para que desde el conocimiento local, podamos generar las soluciones que requerimos. Creemos que si bien es cierto la llegada del gobierno del Estado para organizar el sistema, es algo bueno, sabemos que en el futuro, a corto o mediano plazo, deberíamos tener una oficina donde podamos tomar decisiones propias, con especialistas y expertos en la materia, y podamos seguir construyendo todos los días 24/7/365 lo que la ciudad necesita.
Sobre lo que debemos esperar del proyecto: primero, creo que debemos ser pacientes; la primera parte es acostumbrarnos al sistema, tanto el usuario como el automovilista. Sabemos que la movilidad de la ciudad cambió, hay que conocer las rutas, dónde subirse, qué es una ruta exprés, qué es una estación exprés y cuál es una estación alimentadora; dónde subir, dónde trasbordar, cómo usar la tarjeta, cómo revisar saldo en la tarjeta y cómo, poco a poco, ir conociendo este sistema.
Creo que muy pocas personas, inclusive el mismo gobierno Estado y Muncipio, no se han dado a la tarea de comunicar a la ciudad lo que es el BRT, por lo tanto somos pocas las personas que lo conocemos y entendemos y por eso seguramente habrá inquietud y hasta quejas, porque nadie nos ha explicado cómo debemos circular ahora, cómo y dónde debemos tomar un autobús…
Como ciudadanos queremos tener más comunicación por parte de los gobiernos Municipal y del Estado para que nos expliquen, a través de anuncios en la tv, prensa, folletos, no se diga redes sociales, se nos esté informando para conocer este sistema.
Y que todas las cámaras y organizaciones apoyemos para seguir construyendo la ciudad y para no dejar, ni esperar que alguien más venga a decirnos cómo hacer las cosas, sino que seamos nosotros mismos los que vayamos construyendo lo que necesitamos.
Javier Venegas / Presidente Consejo Municipal de Movilidad
Ha sido una larga espera desde que el proyecto dio inicio, sin duda, será importante una correcta gestión del sistema que permita ir ganando la confianza de la ciudadanía en el proyecto. Por otra parte, una de las principales preocupaciones gira en torno a la comunicación y socialización, aún la mayoría de las personas desconoce cómo hacer uso del sistema, cuáles serán las alimentadoras desde sus colonias, y las opciones para obtener dicha información son aún limitadas.
En segundo lugar, el tema de la cultura vial, pues durante estos años se han generado diversas prácticas que por la inactividad de la infraestructura, fueron permitidas y replicadas, por ejemplo: el uso del confinado por automóviles, las vueltas a la izquierda aun cuando la señalización lo prohíbe, el cruce peatonal fuera de las zonas seguras y semaforizadas para ello, así como el uso del carril confinado por ciclistas a modo de ciclovía. Esto va a requerir un proceso de re-aprendizaje sobre cómo interactuar adecuadamente con la infraestructura de las troncales, y un seguimiento muy cercano por parte de Seguridad Vial para evitar accidentes en el proceso de arranque de los primeros meses.
Por otro lado, ver ya materializada la adquisición de los autobuses nuevos, el proceso de capacitación y gestión de la nueva operadora, es muy alentador. Ciudad Juárez no había podido salir del “bache” de tener un transporte público de ínfima calidad durante décadas, y este paso hacia la consolidación de un sistema integrado de transporte nos permite visualizar a la ciudad un escalón más arriba en su evolución.
Creo que en ocasiones no se sabe comunicar la relevancia de contar con un sistema integrado de transporte, hablando desde la parte funcional de la ciudad, representa una estrategia eficiente ante el creciente tráfico, la posibilidad de desaparecer múltiples transportes privados de empresas para los trabajadores, pero me parece que lo más importante recae en el aspecto social, pues dignifica y permite mejorar la calidad de vida de las personas en sus traslados diarios y a su vez, es un instrumento democratizador del espacio urbano.
Apoyemos, vigilemos y exijamos que el arranque y evolución del sistema esté a la altura del espíritu de los juarenses.
Dra. Alma A. Rodríguez/ Docente universitária
Como usuario del transporte público me preocupan algunas cuestiones muy técnicas como: ¿habrán suficientes tarjetas para la gran demanda inicial de estas en los primeros días? ¿estarán los torniquetes y máquinas para recarga de las tarjetas de todas las estaciones, funcionando correctamente? ¿Se tendrá bien calculada la demanda y frecuencia para evitar que los camiones vayan con sobre cupo?
Gracias a Dios, recientemente he tenido la oportunidad de estar en varias ciudades del país y de otros países, donde me di el tiempo de usar cuanto más pude sus sistemas de transporte público, y además de darte cuenta de lo rezagado que está nuestra Ciudad Juárez en esta materia, también te das cuenta del colosal esfuerzo que hay detrás para que estos sistemas integrados de transporte se mantengan funcionando como un reloj suizo.
En Juárez estamos muy acostumbrados a un modelo individual o de “hombre-camión” donde casi toda la responsabilidad de una unidad recae sobre el chofer, hay poca coordinación, poco incentivo de modernizar la unidad, de respetar las paradas pre establecidas, de respetar los horarios de circulación, etcétera, y se ha vuelto algo normal. Sin embargo con la puesta en marcha de este Sistema Integrado de Transporte (SIT), que poco a poco deberá ir creciendo hasta abarcar toda la ciudad, ahora existirá un órgano operador único (OTV) que se encargará de coordinar todo el transporte en la ciudad, y esto desemboca una infinidad de responsabilidades: personal de monitoreo, de seguridad, de mantenimiento, de supervisión, de talleres, de comunicación, todos los detalles de las estaciones, el funcionamiento del sistema de cobro, la disponibilidad de tarjetas, entre tantas otras cosas que ahora como ciudad tendremos que aprender a hacer y que pueden no salir como se planean. Pero es parte de lo que cualquier ciudad en desarrollo atraviesa y necesita dominar a su tiempo.
Como integrante del Consejo de Movilidad, me preocupa que lo poco o mucho que se pueda avanzar se vea en riesgo por los constantes cambios políticos, y si aprendemos de otras ciudades, vemos que el siguiente paso, además de ocuparse de los mil detalles técnicos, es que el órgano operador del transporte tiene que tener cierta autonomía, pues es una actividad tan crucial para la ciudad, que su operación continua o cambios que necesite tener, solo se le hagan plenamente desde decisiones técnicas y no políticas.
Del proyecto podemos esperar de todo, es un operador nuevo en la ciudad pero que ya tiene experiencia con la troncal de Chihuahua (Bowi), es un cambio un poco abrupto pero con los aspectos básicos necesarios para su arranque, es una transición gradual que terminará de aquí a un par de años, y si llegasen a haber errores o fallas, no debemos tardar en exigir a autoridades se corrija o mejore tal aspecto. Al final, este transporte debe cumplir su objetivo: mejorar la movilidad directa o indirectamente para muchas personas en la ciudad, dando una opción viable al auto, en forma de transporte público integrado.
Dice el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si (153): “La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver con el transporte, que suele ser causa de grandes sufrimientos para los habitantes … Muchos especialistas coinciden en la necesidad de priorizar el transporte público. Pero algunas medidas necesarias difícilmente serán pacíficamente aceptadas por la sociedad sin una mejora sustancial de ese transporte, que en muchas ciudades significa un trato indigno a las personas debido a la aglomeración, a la incomodidad o a la baja frecuencia de los servicios y a la inseguridad.” Y con esto pienso que quienes están a cargo de que este sistema funcione, deben ser conscientes del enorme impacto para la ciudad.
Es una responsabilidad enorme pero que vale mucho pena pues como dice Roxana Montealegre, directora de Movilidad de la SEDATU, “el transporte público es la columna vertebral de la ciudad” e invertirle a este siempre tendrá buenos retornos en la calidad de vida de las personas.
Luis Carlos González/ Integrante Consejo de Movilidad