Cinco nuevos acólitos y un candidato admitido a las órdenes sagradas favorecen ahora el ejercicio de la misión evangelizadora en Ciudad Juárez…
Diana Adriano
Con gran alegría, el pasado 27 de marzo, IV Domingo de Cuaresma, el obispo don José Guadalupe Torres Campos instituyó el ministerio laical del Acolitado a cinco aspirantes, de la Escuela de Diaconado Permanente.
José Efraín Luna Sierra, Marco Antonio Martínez Ramos, Eduardo Tovar Cardona, Everardo Palacios Jácome y Luis Manuel Juárez Parra respondieron al llamado de servir de manera especial a la Iglesia.
Igualmente la comunidad diocesana se llenó de júbilo al recibir la admisión a las Órdenes Sagradas de Jesús Manuel Aranda Casas, en su camino hacia el diaconado permanente.
Padre Misericordioso
Después de la lectura del Evangelio, el padre Benjamín Gaytán, director de la Escuela de Diaconado Permanente, llamó uno por uno a los candidatos al Acolitado, quienes respondieron ‘presente’ como signo de libertad al responderle al Señor.
“Nos alegramos en este marco festivo del tiempo de Cuaresma por la admisión a las Órdenes Sagradas de un hermano nuestro y la institución de cinco nuevos Acólitos ¿Cómo no alegrarnos?, cómo no hacer fiesta, porque este es un gran motivo de felicidad”, compartió el señor obispo.
En su homilía, el obispo reflexionó en torno a la parábola del ‘Hijo Pródigo’.
“Una hermosa parábola que hoy llamamos la parábola del Padre Misericordioso, ya que el amor y la misericordia son los protagonistas, y en toda la parábola nos refleja el amor de Dios padre”, dijo el obispo.
Dirigiéndose especialmente a los candidatos, el obispo señaló que al igual que en la parábola, Dios Padre reparte su herencia en abundancia, “Todo nos lo entrega y espera de nosotros un buen uso de la herencia de su amor, de la vocación, del ministerio y la gracia que nos otorga”, dijo.
Asimismo, mencionó que todos están llamados a ser misericordiosos y acoger a aquel que se arrepiente con amor.
Don Guadalupe aprovechó el momento para agradecer el trabajo de los sacerdotes formadores y maestros de la Escuela de Diaconado Permanente, por la labor que han hecho durante todo este tiempo, el cual ha dado buenos frutos.
Rito de presentación
Luego del mensaje del obispo, el padre Benjamín presentó a la Iglesia como candidato al diaconado permanente a Jesús Manuel Aranda Casas, quien concluyó exitosamente su formación inicial.
Tras este momento, el obispo oró sobre los candidatos al ministerio del acolitado, mientras toda la asamblea se puso de pie y se unió en la oración por ellos y este ministerio que van a desempeñar a favor y edificación de la Iglesia.
Acto seguido, les entregó el copón a cada uno de los candidatos mientras dijo; “Recibe el pan para la celebración de la Eucaristía y vive de tal manera que puedas servir dignamente a la mesa del Señor y de la Iglesia”
Para concluir este solemne momento, el jerarca impartió la bendición a Jesús Manuel Aranda para que siga su camino hacia el diaconado permanente.
“Querido hijo los padres y maestros responsables de tu formación han dado de ti un informe favorable, del cual, yo me fio plenamente. Ahora te pregunto ¿quieres responder al llamado de Dios y continuar preparándote de tal manera que te hagas apto para recibir en el momento oportuno el orden sagrado?”, expresó el obispo, a lo que el candidato respondió con un
“Sí quiero”.