Diana Adriano
Durante la Semana Santa 2025, el Seminario Conciliar fue sede de la Jornada Vocacional 2025, un retiro espiritual de nueve días que reunió a 30 jóvenes varones de distintas parroquias.
Bajo el lema “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?” (Lc 24, 5-12), el encuentro buscó ofrecer un espacio profundo de oración, formación y discernimiento vocacional.
David Cordero Reyes, seminarista de primer año de Teología y colaborador de la Pastoral Vocacional, explicó el retiro se llevó a cabo del 12 al 20 de abril y estuvo centrado en el Triduo Pascual, aunque con una clara orientación vocacional.
“La Jornada Vocacional es un espacio privilegiado donde los jóvenes pueden detenerse y preguntarse seriamente qué es lo que Dios quiere para ellos. No es sólo un retiro más; es una oportunidad de encuentro con Cristo vivo”, comentó \.
“Este año trabajamos en torno a la figura de Moisés y su llamado en la zarza ardiente. Queríamos mostrar que la vocación nace del encuentro con Dios en lo cotidiano, y que Él sigue llamando”, añadió.
La jornada incluyó múltiples actividades: oración, temas impartidos por sacerdotes, religiosos y seminaristas, Eucaristías, deporte y tiempos de convivencia. Todo ello fue posible gracias al trabajo conjunto del equipo de la Pastoral Vocacional, que organizó cada momento con dedicación.
“El seminarista Óscar Cisneros fue quien coordinó todas las actividades. Gracias a su liderazgo, logramos mantener una misma sintonía espiritual entre todos”, dijo.
Momentos significativos
Entre los momentos más significativos para los participantes destacaron dos: la visita a los siete templos y el Oficio de Tinieblas.
“Fue un recorrido en silencio por nuestras calles, deteniéndonos en siete parroquias para orar. Simbolizaba acompañar a Jesús en su agonía en el Huerto de los Olivos. Fue muy conmovedor caminar juntos en oración, cada quien desde su propia realidad.”
La noche del Viernes Santo, el Oficio de Tinieblas conmovió a todos. En una capilla completamente oscura, solo una vela quedó encendida: la de María, símbolo de la esperanza que permanece incluso en la muerte.
“Fue un momento fuerte. Los golpes finales que rompieron el silencio, nos recordaron el estruendo de la naturaleza ante la muerte de Cristo”
Finalmente, el seminarista expresó su gratitud a bienhechores y todos quienes hicieron posible la jornada.
“Les pedimos que no dejen de orar por las vocaciones; necesitamos hombres valientes que quieran seguir a Cristo en el sacerdocio.”
En Frase…
Es una experiencia muy incómoda, en el buen sentido. Nos sacan de nuestra zona de confort para adoptar nuevos y mejores hábitos. La oración es una constante que nos acompaña en todo momento.
Josué Rivas Loera, 20 años/ Parroquia Santa María de los Ángeles
Es algo emocionante y diferente a la rutina de cada día. Siempre hay algo nuevo por vivir. Lo que más me ha gustado ha sido la misa por las mañanas, además del deporte y la comida.
Brian David Villalba Urbina, 20 años/Capilla Santa Lucía
Fue una experiencia muy bonita, llena de convivencia. Es algo que no se vive afuera, muy distinto a lo cotidiano.
José Ricardo Silva, 19 años/ Parroquia María Reina del Universo