En la segunda parte de la entrevista que concedió a Presencia, el consejero de la Comisión de Política y Libertad religiosa del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, habla sobre la importancia de la participación de los jóvenes en las elecciones 2018, quienes, junto con las mujeres, definirán el rumbo del país…
Blanca Alicia Martínez
Mauricio Limón Aguirre, doctor en derecho, consejero del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, habló en entrevista con periódico Presencia sobre los retos que enfrentan los católicos en el proceso electoral 2018.
Luego de que explicó criterios específicos para emitir un mejor voto, en esta segunda parte de la entrevista ofrece un mensaje directo a los jóvenes que, en teoría, serán quienes, junto con las mujeres, definan el rumbo del país en términos de democracia electoral. ¡No se agoten en la elección!, les pide.
¿Cómo los católicos pueden definir el rumbo del país?
Mira no tengo el dato de específicamente de cuantos católicos hemos votado en las elecciones, pero te doy un dato: por ejemplo, de los jóvenes de entre 18 y 29 años en las elecciones intermedias pasadas sólo salió a votar el 35 por ciento. Si los jóvenes hoy (que se dice es la población todavía más numerosa) decide salir a votar, ellos definen la elección. Lo que pasa es que en las pasadas elecciones fueron apenas el 35 por ciento. En las elecciones de hace 6 años salió pues apenas poco menos del 50%, entonces por eso los mensajes que hemos llevado desde el IMDOSOC es de que participen, pero ciertamente estamos notando un mayor interés que hace por lo menos a 3 años. Ojalá que pueda ser superior a hace seis años. Si el 80 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años sale a votar, ellos van a definir la elección simplemente por número.
El segundo gran grupo son las mujeres… entre jóvenes y mujeres pueden definir el rumbo de este país, no tengo la menor duda. Ahora bien, si consideramos que por lo menos el 75 por ciento de la población es católica, porque ha ido desgraciadamente bajando, sale a votar independientemente de su edad, definimos el rumbo.
Lo que pasa es que no hay una idea monolítica de los jóvenes, de las mujeres y de los católicos, lo cual es por supuesto normal y muy positivo. No todos los jóvenes van a ir a votar por el mismo, ni todas las mujeres van a ir a votar por el mismo, ni todos los católicos vamos a ir a votar por el mismo, pero si estos grandes grupos salen a votar independientemente de por quién sea, considerando los elementos básicos de criterio de discernimiento, a la hora de la elección sí determinamos el rumbo. Porque más allá de quien sea el que gane, ahí el mensaje es clarísimo sobre cuál es el rumbo que quiere ganar. Desgraciadamente en el sistema político la gente vota por el que quiere, pero gana el que no quiere, porque el que gana, por lo menos en las últimas elecciones, apenas gana con un 30 y tantos por ciento, entonces la inmensa mayoría de la población votó por otro, o no votó. Por eso es muy fuerte decir que la gente vota por un determinado candidato, pero gana otro, pero es por eso: porque la gente no sale a votar y nuestro sistema, por ejemplo, no establece una segunda vuelta. De ahí que si queremos que ese fenómeno no suceda en un esquema donde no existe una segunda vuelta (aunque algunos dicen que va a haber una segunda vuelta de facto por el famoso voto útil), entonces es como la gente a final de cuentas vota por el que quiere, y si estos grupos salen, a final de cuentas va a ganar por lo menos una línea de pensamiento ¿no?.
¿Cómo puede lograrse esto?
Otro punto: desde el IMDOSOC hemos hecho eco al llamado de los obispos a no votar por el mal menor. El mal menor nunca es la fórmula para atacar un mal mayor. La única fórmula es votar por el bien, en este caso los obispos han hecho un llamado muy claro a decir: votemos por el bien possible, aunque modesto, pero eficaz. Pero sólo votando por el que yo creo que es la mejor opción, en términos de bien, no en términos de mal menor, es como voy a tener a final de cuentas mi criterio de discernimiento a la hora del voto.
Este chip mental diferente creo que va a ser un gran reto para estas elecciones de que la gente salga a votar, pero porque él considera que es el bien posible y ¿por qué insisto en lo possible? porque no es la panacea, pero sí te establecen, de acuerdo con estos criterios, unos mayores elementos de bien.
Por eso es importante ver las propuestas y la congruencia y la viabilidad de las propuestas, la congruencia del personaje versus sus propuestas, porque con eso puedes tú decir de los distintos candidatos, tanto elección municipal, como gobernador o federal, pienso que quien me ofrece más, aunque sea poco, pero más en instrumentos de construcción, de bien común, ésa es la persona por la que yo voy a votar. Eso es un poco complicado dado los esquemas, digamos de mercadotecnia política, pero pensamos que te da y te mantiene la libertad tanto a la hora de la elección, como posteriormente.
En las actuales circunstancias ¿no es un poco difícil de distinguir el bien posible?
No mucho, porque por ejemplo: yo le entré a tres temas que son de mi interés: medio ambiente, combate a la pobreza y cultura de legalidad y entonces yo analicé esas propuestas y de verdad, ya que te pones a leer, rápidamente empieza uno a discriminar y decir: este no, este no, este no y te quedas con el que de 100, te ofrece 10, pero los otros te ofrecen tres, dos o uno. Entonces realmente yo sí puedo definir, claro, analizando tres propuestas que son las de mi especial interés, y si al final de cuentas me quedo más o menos con dos candidatos entonces mi último criterio es su congruencia de vida, sus valores personales, familiares, con eso ya tengo. Realmente no es complicado, sobre todo si entras al estudio de tres ó cuatro materias que uno quiera tomar, porque no son iguales. Se nos plantea, o decimos, ‘todos los políticos son iguales’ o ‘todos los partidos son iguales’, pero a la hora de la propuesta no son iguales, la verdad.
¿Qué le diría a los chavos católicos que van a votar por primera vez?
Que no se agoten en la elección. Independientemente de quién gane, que si gano su candidato o candidata o no, la transformación de esta ciudad no va a depender de ellos. La transformación de México y de tu ciudad va a depender de ti y de tus amigos organizados. Si tú, joven, te comprometes personal y comunitariamente, esa transformación que tú quieres va a ser real. Si no, la verdad es que va a estar muy, muy complicado que podamos cambiar todo lo que queramos cambiar en este México que desgraciadamente está siendo marcado por la corrupción, la injusticia, la impunidad, la pobreza.
Y lo vemos con estos estos talleres de construcción de ciudadanía, pues son talleres que te mueven a comprometerte con el otro. Si no eres ni capaz de participar en la junta de vecinos y de colonos, pues es muy complicado que después quieras que tu colonia cambie ¿no? Si ni si quieras participas ahí en el club, en la Universidad, en la sociedad de alumnos de tu preparatoria o de tu universidad y si en esas pequeñas cosas no hay un compromiso, es muy complicado ¿no? echándole la culpa al gobierno. Y como dice el papa Francisco: el tiempo es superior al espacio, los espacios acotan, los espacios se conquistan, en cambio el tiempo te abre a procesos, te abre a una visión de largo plazo, te abre a unas relaciones que ni siquiera conoces que pueden ser muy bellas, porque no solo fuiste a votar el julio del 2018, sino que estás pensando en términos de un México mejor a 20, 40, 60 ó 100 años en los que hay que construir, y ese proceso es muy bello y encuentras además, por cierto, a muy buenos amigos, porque están en lo mismo.
¿Un último mensaje a juarenses católicos?
Que son un ejemplo, de verdad. Yo he ido (a Juárez) y si decimos que a nivel nacional el 5 por ciento de la gente participa en algo, yo creo que ese 5 por ciento está todo en Ciudad Juárez. Es increíble cómo la gente participa, muchísima gente sí participa y ¡eso es bellísimo! y por eso Ciudad Juárez, que desgraciadamente fue un ejemplo muy negativo en términos de seguridad a nivel mundial, hoy es un ejemplo de transformación increíble. Que ese ejemplo no lo dejen, porque en México sí se nota ¿eh?. Por ejemplo, yo tengo un hermano que vive en Guerrero y él quisiera vivir en Guerrero, pero al modelo Ciudad Juárez, de verdad, porque me lo ha dicho, porque Guerrero es un estado que sufre mucho, de verdad con problemas de seguridad muy graves, pero el modelo de participación, de interés de la gente por mejorar en su comunidad, ¡es Ciudad Juárez! Son un modelo, son un ejemplo de verdad. Y no dejen, por lo menos no se agoten en estas elecciones. Ustedes lo tienen más que demostrado, que el asunto no se queda con la elección del alcalde, sino que esa transformación nace de ustedes.