Oración.
Dios, creador y restaurador del hombre, que has querido que tu Hijo, Palabra
eterna, se encarnase en el seno de María siempre Virgen, escucha nuestras súplicas
y que Cristo, tu Unigénito, hecho hombre por nosotros, se digne hacernos partícipes
de su condición divina. Por nuestro Señor.
Lectura del Evangelio según Mateo 21,23-27
Meditación
• El evangelio de hoy describe el conflicto que Jesús tuvo con las autoridades religiosas de la época después de haber echado a los vendedores del Templo. Los sacerdotes y los ancianos del pueblo quieren saber con qué autoridad Jesús hacía esas cosas al punto de entrar en el Templo y expulsar a los vendedores (cf. Mt 21,12-13).
Las autoridades se consideraban dueños de todo y pensaban que nadie poder hacer nada sin su permiso. Por eso, perseguían a Jesús y trataban matarle. La descripción del conflicto de Jesús con las autoridades de su tiempo era una ayuda para que los cristianos siguieran firmes en las persecuciones y no se dejaran manipular por la ideología del imperio. Hoy también, algunos que ejercen el poder, tanto en la sociedad como en la iglesia y en la familia, quieren controlar todo como si fueran ellos los dueños de todos los aspectos de la vida de la gente. A veces, llegan hasta perseguir a los que piensan de forma diferente.
• Los sacerdotes y los ancianos se dieron cuenta del alcance de la pregunta y razonaban entre sí de la siguiente manera: «Si decimos: `Del cielo’, nos dirá: `Entonces ¿por qué no le creísteis?’ Y si decimos: `De los hombres’, tenemos miedo a la gente, pues todos tienen a Juan por profeta”. Por esto, para no exponerse, respondieron: “No sabemos”. Respuesta oportunista, fingida e interesada. El único interés de ellos era no perder su liderazgo ante la gente. Dentro de sí, ya lo habían decidido todo: Jesús debía de ser condenado a muerte (Mt 12,14).
• Y Jesús les dijo: “Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto”. Por su falta total de honestidad, no merecen la respuesta de Jesús.
Para la reflexión personal
• ¿Te has sentido alguna vez controlado/a u observado/a, indebidamente, por las autoridades, en casa, en el trabajo, en la Iglesia? ¿Cuál ha sido tu reacción?
• Todos y todas tenemos alguna autoridad. También en una simple conversación entre dos personas, cada una ejerce algún poder, alguna autoridad. ¿Cómo uso el poder, cómo ejerzo la autoridad: para servir y liberar o para dominar y controlar?
Oración final
Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas. Guíame fielmente, enséñame, pues tú eres el Dios que me salva. En tí espero todo el día. (Sal 25,4-5)