Dejar su familia y su tierra para venir a Ciudad Juárez a ofrecer su tiempo y servicio a los más necesitados, fue el llamado que jóvenes sintieron en su corazón y materializaron el “sí” que dieron a Dios a través de la misión como voluntarios de los oratorios salesianos.
Melissa Camarena, procedente de los Ángeles, California es una joven que forma parte de la familia salesiana desde los 12 años de edad y desde hace varios años es voluntaria. En agosto pasado sintió que Dios la llamaba para venir a Ciudad Juárez.
“Sentí en mi corazón que me estaba hablando Dios. Lo estaba peleando un poco pero pasaron cosas perfectas para venir. Me gusta trabajar con los niños, es más cansado de lo que pensaba, pero me gusta, me tiene muy ocupada. Vine a dar lo que tengo. Espero aprender, llevar muchas experiencias y madurar en mi fe”, compartió Melissa.
Desde España
Por su parte, Gloria Rincón, procedente de Madrid, España, cuenta también con experiencia en el voluntariado, pero es la primera vez que sale de su país.
“En España estuve con Cáritas, visitando cárceles para sacar a los niños de las internas a pasear los domingos. Hice voluntariado a nivel nacional con mujeres con discapacidad pero quería dar el paso a un voluntariado a nivel internacional. Conocí varias ONGs y el Proyecto que más me llamó fue éste, el de los salesianos”, compartió Gloria.
Segura de que fue el proyecto quien la eligió a ella, Gloria se enfrentó a la inconformidad de sus padres y amigos, sin embargo decidió venir a vivir la experiencia aunque solo sea por seis meses.
“Cuando conocí este proyecto sentí una sensación que no puedo explicar. Me tuve que enfrentar a mis padres, a todo mi entorno y aún así aquí estoy, contenta de haber tomado la decisión. Coordino el proyecto de adulto mayor en los oratorios don Bosco y Domingo Savio. Es muy absorbente el trabajo, es cansado pero es la mejor experiencia de mi vida”, dijo Gloria convencida
Como Melissa y Gloria, Luis Arturo Tachiquin de 27 años, decidió venir de Tijuana a Ciudad Juárez para responder a la misión que Dios le encomendó, trabajar con niños y jóvenes en la prevención de adicciones.
“Estoy trabajando con los niños para romper su rutina y hacerlos de nuestro lado, lejos de las adicciones. Muchos no tienen a sus padres ni quien los guie, quiero ser esas persona que los aconseje y les abra las puertas que otros les han cerrado. Me encanta este servicio, me siento vivo, hay muchas pagas y de una u otra manera voy a seguir con esta misión”, expresó.
Junto a ellos otros cuatro jóvenes de diversas partes de la República trabajan este año en una misión por los niños de Ciudad Juárez, en los oratorios salesianos.
FRASES
“El voluntariado es una vocación. Es cansado pero termino cada día feliz de saber que estoy ayudando. Me gusta trabajar con los niños y jóvenes. He madurado mucho, mi comunidad me ha ayudado”
-Luis Castillo de Monterrey, Nuevo León
“Me gusta estar con los niños. Estar lejos de casa me hace sentir nostalgia pero está bien, la gente aquí es muy alegre y amable. Me gusta saber que estoy haciendo algo útil, que hago un poco feliz a los demás”
-Ether Rodríguez, España
“Siempre he estado con los salesianos y nunca me había aventado al voluntariado. Sentí el llamado de Dios y me decidí, y qué mejor que hacerlo aquí en mi ciudad. Me está haciendo crecer como persona”
-Mayra Espinoza, Ciudad Juárez
“Mi motivación fue venir a trabajar con los niños. Me siento contenta. Pensé estar aquí solo hasta diciembre y la primera semana decidí quedarme todo un año. Me ha costado un poco adaptarme, pero me encanta, la gente es muy cálida y buena, no pensé que pudiera estar tan contenta”
-Andrea Aguirre, Guadalajara, Jalisco