El comienzo del año nuevo es un momento ideal para orientar mejor nuestra vida personal, conyugal, familiar y espiritual. Aquí tienes una pequeña lista no exhaustiva de buenas resoluciones para tomar personalmente o en familia en 2021.
1.Ordenar y donar para despejar
Al deshacernos de cosas, respiramos mejor, vemos mejor, nos sentimos menos oprimidos. Sophie ha reunido varios superventas de este ámbito de la organización como La magia del orden de Marie Kondo o El arte de lo esencial, de Dominique Loreau.
Y explica cómo pasó a la acción:
“Para mí se abren tres soluciones: clasificar, tirar y donar; luego, me pregunto sobre cada objeto: ‘¿De verdad lo necesito?’, ‘¿Dónde (con qué) lo pongo?’; unas preguntas que ahora me hago antes de cada compra. Pongo la ropa de verano/invierno en un único armario (¡de un metro de largo!) y suprimo el sillón del dormitorio que sirve de vertedero. Y cuando me digo ‘Lo guardo por si acaso…’, entonces lo tiro”.
- Reservar cada semana un buen rato para la pareja
A veces, la vida conyugal parece la de una empresa de logística. Los recién casados están invadidos por obligaciones familiares, los cuarentones se concentran en su vida profesional, los mayores se ocupan cada uno de sus cosas. No es fácil que una pareja encuentre un tiempo a solas.
Sin embargo, los expertos recomiendan una vez al mes su famoso “deber (o placer) de sentarse”, un tiempo dedicado a hablar de su matrimonio. Christine y Christian se reúnen todos los domingos por la noche treinta minutos para hablarse con sinceridad. Después de santiguarse, pasan revista a cinco puntos importantes según ellos: hijos, familia, vida profesional, dinero y sexualidad. A veces, tienen hasta tiempo de meditar un texto del Evangelio.
- Acercarse a alguien
Seguramente, entre tus allegados tienes alguna prima solitaria, un cuñado en apuros, una amiga que necesita un oído atento… Escoge una persona en concreto con la que podrías reforzar los lazos y date una oportunidad hasta la próxima Navidad. Díselo a tu entorno próximo para poder aplicarte de todo corazón a la obra y escribe una hoja de ruta para no perderte a medio camino. Avanza progresivamente, dejando tiempo a la persona para consentir o no: prueba con un mensaje en una celebración, una carta, una llamada telefónica, luego una reunión en terreno neutro, ¿una cena con varios antes de un cara a cara?
- Dedicar un rato individual con cada hijo
Salvo para algunos padres prodigiosos, pasar un tiempo a solas con un hijo puede resultar una misión imposible, sobre todo cuando se tienen varios. Anne ha elaborado una lista donde pregunta a cada uno de sus cuatro hijos, entre 3 y 16 años, qué le gustaría hacer con ella. Roba tiempo del viernes si no ha conseguido aislar un momento concreto durante la semana para leer un cuento, preparar un pastel, ilustrar con él su poesía, encender una vela en la iglesia para alguien, elegir una novela en la librería, mirar fotos de su infancia, acompañarla al mercado, ver una serie, jugar al Scrabble. ¡Cuidado, el tiempo dedicado a los deberes no cuenta!
- Ser más atentos con el planeta
¿Por qué no asume cada miembro de la familia una resolución ecológica este año? Apagar las luces del pasillo, pasar menos tiempo en la ducha, comprar productos lo menos contaminantes posible, clasificar los desechos, recoger pilas y bombillas para llevarlas a sus contenedores específicos o en tiendas especializadas, establecer una zona de compostaje (si tenemos jardín) para los residuos orgánicos, etc. Hay muchas soluciones muy prácticas y fáciles de aplicar.
- Discernir los compromisos
Cuidarse de no postergar siempre el momento de dar al prójimo. Voluntariado asociativo, participación en la parroquia (preparación para el bautismo, coro), grupo de oración, escultismo o movimientos de pareja, hay muchas maneras de dar. El compromiso puede ser individual y durar una hora por semana o un día al año con la familia. A través de este ejemplo los niños aprenderán a dar su tiempo a los demás.
- Elegir un alimento espiritual fijo
Leer la palabra de Dios todas las mañanas con el magnificat, hacer el examen de conciencia de noche, dedicar diez minutos de oración el jueves, decir un rosario el viernes… Las posibilidades para ponerse en presencia de Cristo son múltiples. Un cuarto de hora semanal para adorar el Santo Sacramento debería poder encontrar hueco en la agenda de un cristiano.
- Señalar en un calendario familiar las citas espirituales
Las propuestas para enriquecer la vida espiritual abundan, pero los meses pasan y las decisiones se quedan a menudo en papel mojado. Un buen medio de arbitrar en frío ente distintas propuestas (una peregrinación coincide con un campamento scout, por ejemplo) y para decidir cuándo será la peregrinación familiar anual.
(Publicado en Aleteia)