Como parte de su itinerario de acción por la paz, la Iglesia en México ha ofrecido misas y oraciones por los que sufren extorsión y otras problematicas.
Ana María Ibarra
Como se sabe, tras los crímenes de junio pasado en Cerocahui, Chihuahua, la Conferencia de los obispos de México, en conjunto con la Conferencia de Superiores Mayores Religiosos de México (CIRM) y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús (jesuitas) lanzaron una convocatoria al pueblo de México.
Llamaron a un itinerario de oración, conversación y discernimiento, que busca promover la participación de actores diversos para articular iniciativas que lleven a mejorar el sistema de justicia, las estrategias de seguridad y así poner las bases para la paz.
Como parte de este itinerario, pidieron oraciones comunitarias por las diferentes problemáticas que dañan las condiciones de paz, entre ellas, la de la extorsión, por cuyas víctimas se orará durante los últimos días de agosto.
En la Diócesis de Ciudad Juárez, el acompañamiento a través de la oración, pero también en centros de escucha y talleres de duelo son parte de los servicios que la Iglesia ofrece para apoyar a las personas víctimas de la violencia, entre ellas, las víctimas de extorsión.
Esto mediante el trabajo y los objetivos pastorales de la Dimensión de Fe y Compromiso Social.
Ayuda de la Iglesia
Atendiendo a la convocatoria de la CEM y conscientes de que el daño que más experimenta una persona en situación de extorsión es el aumento del nivel de angustia, la Dimensión Fe y Compromiso Social de la diócesis ofrece el apoyo necesario para ayudar a detener esa arma utilizada por los extorsionadores para paralizar a la persona.
“El nivel de angustia paraliza a las personas y las lleva a que no busquen alternativas de solución a eso que está viviendo, como es poner una denuncia, hablar a sus seres queridos y compartir lo que está pasando”, expuso María del Refugio García, integrante del equipo diocesano de la Dimensión de Fe y Compromiso social.
Añadió que desde los trabajos que realizan, también saben que otra situación que vive una persona extorsionada, es el miedo, que igualmente le impide buscar ayuda.
“En una situación de extorsión hay instituciones para ayudar a las personas y sabemos que si no hay una cultura de denuncia, esta ayuda no podrá llegar. Se está viendo la acción de parte del Estado para las personas que están denunciando”, dijo Refugio.
Un servicio específico
Los integrantes de la Dimensión de Fe y Compromiso Social de la diócesis están ofreciendo sus servicios a través de Centros de escucha.
Los centros de escucha son espacios donde se ofrece acompañamiento a todas las personas que estén pasando por una situación de dolor.
“Nosotros a través de la escucha y misericordia vamos a ayudar a las personas a que vivan y acepten su sufrimiento en compañía de Jesús y María Santísima y puedan reorientar y encontrar el sentido de sus vidas”, explicó María del Refugio.
“Nuestro servicio es gratuito y abierto a todas las personas que estén pasando una situación difícil. Somos servidores que pasamos situaciones de violencia y a través de ellas el Señor nos fue formando por más de nueve años para poder ayudar a quienes llegan como llegamos nosotros y ahora estamos devolviendo lo que el Señor nos dio”, añadió.
Actualmente en la diócesis solo funcionan tres centros (ver recuadro), pero se espera replicar el proyecto en el mayor número de parroquias posible, para lo cual ya se ofrece capacitación.
Ha sido el propio obispo don J. Guadalupe Torres Campos, quien, preocupado por la situación de violencia que se vive, motivó a los párrocos para llevar los centros de escucha como un servicio de vital importancia.
“Sabemos que esta violencia existe en toda Ciudad Juárez. Si una persona es violentada por medio de la extorsión, llevará a su hogar estrés, violencia, perderá la paz. Nuestra Iglesia ya se preocupó y se ocupa para que estos centros lleguen a toda la ciudad”, dijo Refugio.
Acompañar el duelo
Además de los centros de escucha, algunos de los servidores forman parte del Ministerio San José, donde se ofrecen talleres distintos.
“Ahorita estamos participando en el taller de duelo donde pueden venir aquellos que han sido extorsionados. Buscamos ayudarlos a ir sanando esa herida, porque la extorsión ya tuvo consecuencias más graves, ya se lastimó a una familia juarense y para ellos estamos dando ese apoyo”, resaltó Teresa Jurado, una de las coordinadoras.
Recuperar la paz como
don del amor de Dios
El padre Roberto Luna, responsable de la Dimensión Fe y compromiso social, explicó que estos servicios son parte de una respuesta al Plan Global de Pastoral de los obispos de México, motivado a su vez por el llamado que hizo el Papa Francisco en su visita a México en 2016.
En el número 174, este Plan Global de Pastoral indica: “El corazón del reino de Dios es el Shalom, la paz”.
En este sentido el padre Roberto dijo que se busca acompañar a las víctimas de la violencia para lograr su paz “después de la incertidumbre que provoca”, por ejemplo, una extorsión.
Explicó que para ir sanando sus experiencias, se da acompañamiento a la víctima a través de un centro de escucha, donde se le ayuda a subsanar la zozobra que dejan las acciones delictivas, como puede ser la extorsión.
Dijo que a través de los centros de escucha se impulsa un camino de búsqueda de paz y de reconciliación de la víctima, porque está enojada con una sociedad que ha alterado su paz personal.
“También entra el proceso de reconciliación para llevarlo a confiar nuevamente en los demás”, dijo.
Al recordar que para los creyentes la paz es una persona: Cristo mismo, el sacerdote aseguró: “La paz es un don del amor de Dios por excelencia, es Jesucristo mismo, que en su misterio de redención ha venido a restaurar nuestra imagen de hijos de Dios, y en él, a reconciliar consigo a todos los pueblos”.
El padre Roberto recordó que en su número 175, el Plan Global de Pastoral indica el camino a seguir en esta misión de la Iglesia.
“Como Iglesia creemos que es urgente trabajar por nuestros pueblos, en este caso nuestra ciudad, y llegar a compromisos concretos, y un compromiso concreto es el centro de escucha”, expuso.
No perder la fe
Los integrantes de Fe y Compromiso Social hicieron un llamado, especialmente a quienes han pasado por una extorsión, a no perder la fe, y que sepan que en la Iglesia siempre habrá un lugar para ellos.
“Queremos que sepan que hay soluciones para ir calmando esa angustia, esa ansiedad, ese enojo. Siempre vamos a ofrecer un espacio de esperanza a través de los sacerdotes y de los laicos comprometidos”, dijo. Teresa.
“Este servicio no es solamente para los católicos, hay un lugar para todas las personas de Ciudad Juárez en estos espacios que son los centros de escucha, talleres y todo el servicio de evangelización de la Iglesia”, concluyó Teresa.
Centros de Escucha
En la diócesis actualmente existen tres centros de escucha:
• “Dame tu mano”, en la parroquia Corpus Christi ubicada en Tierra Nueva
Martes de 11:00 de la mañana a 12:00 del mediodía.
• “Oasis”, en las oficinas de Fe y Compromiso Social
Previa cita al número 656 175 2859 o 656 647 1301
• C.E.C.R.Y, en la parroquia Cristo Rey, en la colonia Chaveña
Atención mediante talleres. Inicia segundo viernes de septiembre.