Ana María Ibarra
Amado y fortalecido en el Señor, así llegó el padre Antonio González, Toñito, como se le conoce cariñosamente, a sus cincuenta años de sacerdocio. Y fue así como lo expresó en su mensaje durante la celebración de sus Bodas de oro sacerdotales.
Acción de gracias
La misa de acción de gracias la presidió el sacerdote junto al obispo J. Guadalupe Torres Campos el pasado 14 de agosto en la parroquia Santísima Trinidad.
Acompañado de un buen número de sacerdotes, religiosas y fieles de las distintas comunidades donde ejerció su ministerio, el padre Antonio celebró tal acontecimiento inmensamente feliz y agradecido
“50 años, todo un caminar, una vida sacerdotal. Siempre experimentaste el encontrar a Jesús en el descanso. 50 años te ha conducido, te ha llevado de la mano, Él te guía. A todos nos guía el Buen Pastor y nos dejamos conducir”, expresó el obispo al dirigir la homilía tomando de reflexión el Salmo elegido para esa tarde.
Dijo que el padre Toñito ha sido enviado durante 50 años por el Señor y la respuesta ha sido de fidelidad y alegría.
“Indudablemente ha habido momentos difíciles, pero caminar 50 años con la confianza de que Jesús está contigo ha sostenido tu ministerio. Nos unimos en este agradecimiento. Agradecemos al padre Toñito, un gran pastor, un gran sacerdote. Nos alegramos contigo”.
Amado y fortalecido
El padre Toñito continuó con la celebración visiblemente contento y con un gran amor, como si fuera su primera Eucaristía.
Al final de la celebración, antes de la bendición, el festejado expresó sentidas palabras
“En estos días anteriores de preparación me he sentido muy amado de Dios, me ha abrazado, renovado y fortalecido. Otra vez he vuelto a comenzar. Me siento muy contento y muy feliz, son pedacitos del Paraíso que el Señor me permite vivir”, expresó el padre Toñito.
Agregó que cumplir cincuenta años de sacerdocio es un privilegio que lo llena de vida, de dicha y satisfacción.
“Estoy con mucho agradecimiento y quiero seguir cultivando esta gratitud y expresarla al Señor diariamente. Es un compromiso gozoso que ilumina e inunda toda una existencia en estos cincuenta años de vida sacerdotal”, compartió.
Y añadió: “Quiero seguir consagrándome al Señor, consagrar lo que tengo, lo que hago, vivir siempre en Él y para Él. Sigo siendo instrumento de Dios”.
La comunidad se puso de pie para agradecerle con aplausos mientras el coro entonaba el canto “Qué detalle”, lo que conmovió al sacerdote.
Al finalizar, se llevó a cabo una recepción en honor al padre Antonio González.
Para saber…
El padre Antonio González Ruíz nació en Ricardo Flores Magón, Chihuahua el 23 de julio de 1948.
A los 13 años de edad ingresó al Seminario, en 1961.
El 6 de agosto de 1973 fue ordenado diácono transitorio.
El 14 de agosto de 1973 fue ordenado presbítero en su parroquia de origen, Nuestra Señora del Carmen, en Ricardo Flores Magón.
Su primera misa solemne fue el 15 de agosto de 1973.
Sus servicios:
Vicario de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
Párroco de Santa María Magdalena en Villa Ahumada.
Párroco de Dios Padre.
Formador en el Seminario Conciliar.
Segundo periodo como párroco en Santa María Magdalena.
Párroco en San Judas Tadeo.
Párroco en Nuestra Señora del Carmen.
Segundo periodo como formador en el Seminario.
Actualmente párroco de la parroquia Santísima Trinidad.