Diana Adriano
Como se sabe, un discípulo misionero es un seguidor de Jesucristo que sale al mundo a sembrar y evangelizar con la Buena Nueva a los demás.
Y esto es lo que buscan hacer los servidores activos de la Dimensión Diocesana de la Nueva Evangelización y Catequesis de Ciudad Juárez (DidiNEC), quienes compartieron con Presencia cómo se han logrado reactivar en esta tarea de ser alegres discípulos misioneros en sus comunidades.
Para ellos, como debe ser para todo católico, transmitir y educar en la fe, es algo ineludible bajo la premisa de que “todos los bautizados somos misioneros y catequistas” como algo esencial dentro del ser y quehacer de la Iglesia Católica.
Hoy, tras la pandemia que mantuvo paralizadas las actividades pastorales y evangelizadoras de la Iglesia local, la DidiNEC, que forma parte de la Comisión de la Pastoral Profética, ha retomado fuerzas para para seguir animando a todas las comunidades a su misión evangelizadora.
Retiros de reavivamiento
Sofia Sánchez Hernández, servidora y catequista desde hace 13 años de la capilla María Reina, compartió que para su comunidad fue muy duro la llegada de la pandemia, pues esto alejó a servidores y a fieles.
Sin embargo, con el cambio de semaforización y la reapertura de los templos, el padre Roberto Ramos, párroco de la comunidad, se ha encargado de darle una importancia muy fuerte a los retiros de reavivamiento para servidores.
“Hace poco tuvimos un retiro de reavivamiento en la comunidad, donde participamos todos los servidores, y el padre nos invitaba a seguir sirviendo. Él, como nuestro pastor, se ha acercado a los grupos, tiene juntas individuales con cada uno de los ministerios para saber cómo trabajar con cada uno de ellos”, mencionó Sofia.
Asimismo, compartió que los retiros Kerigmaticos brindados por la DidiNEC han sido de mucho beneficio para reencontrarse con el amor al servicio que habían dejado de lado, en este tiempo de pandemia.
“Estamos agradecidos con el padre Jorge Pablo, por no olvidarse de nosotros, y brindarnos esta herramienta para nuestra alma qué será de mucho beneficio en nuestro servicio. Durante el retiro tuvimos un encuentro para regresar a ese primer amor, y reafirmar lo que ya sabíamos cómo catequistas”, agregó la entrevistada.
Explicó, que a pesar de que después de la apertura de los templos varios han sido los servidores y fieles que a la fecha no han regresado, están entusiasmados porque poco a poco van avanzando en el regreso a la denominada ‘Nueva normalidad’.
Félix Ramos García, servidor de pláticas pre-bautismales desde hace más de 25 años de la misma parroquia, compartió que al igual que la capilla, fue difícil mantener el ánimo entre los servidores durante la pandemia.
Sin embargo, el sacerdote y el equipo de la DidiNEC se han encargado de mantenerlos como discípulos misioneros activos
“Dios nos miró y nos llamó como servidores, nos hizo participantes de su misión, de su alegría y de sus sufrimientos. No podemos detenernos en esta labor a la que nos encomienda”, expresó el señor Félix.
Motivar para revivir vocación
Aidé Altamirano, servidora y catequista desde hace 20 años, compartió que para su comunidad fue muy difícil adaptarse a la pandemia, pues debido al sector en el que se encuentra ubicada la parroquia, muy pocas familias podían tener el acceso a Internet para dar un seguimiento a sus ministerios desde el hogar.
“Por ejemplo, en el grupo de Catecismo tuvimos que parar completamente porque nos era imposible, pero ahora gracias a Dios ya vamos avanzando y retomando nuestras actividades”, explicó Aidé.
Agregó que actualmente su párroco hace mucho hincapié a la comunidad para regresar al templo de manera presencial, y así poder regresar a la comunidad, a lo que era antes de la llegada de la pandemia.
“Para nosotros son muy importantes estos encuentros kerigmáticos, que nos invitan a ese reavivamiento en nuestro servicio, y más porque dejamos el curso durante un año.”, dijo la entrevistada sobre los encuentros realizados por la DidiNEC.
Añadió “Nos hacía falta motivarnos otra vez y revivir la vocación que tuvimos desde el inicio. El saber que esta situación nos pasó a todos los grupos, no nomas a nosotros, nos da un alivio para crecer y aprender juntos”
De la misma forma, expresó que están alegres de sentirse elegidos por Dios y esto les da fuerza para seguir en su misión de compartir el evangelio y la Buena Nueva.
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