Ana María Ibarra
Con el objetivo de mantener viva la memoria historia de Ciudad Juárez, Reidezel Mendoza, historiador y responsable del archivo histórico de la Arquidiócesis de Chihuahua, y Paola Juárez, docente de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, presentaron su libro “El camino de los esteros. Una historia de los templos del real de San Lorenzo y San Antonio de Senecú”
La presentación se realizó el pasado sábado 23 de marzo en un espacio ubicado en la Zona Centro de la ciudad.
“Los pobladores de los asentamientos en las orillas del río Bravo eran obstinados. A pesar de que el río arrasó en varias ocasiones los templos de San Lorenzo y Senecú persistieron en su empeño de reconstruirlos una y otra vez”. Así inicia la introducción de la obra literaria.
Los autores rescatan la historia de estos dos templos ya que “la historia de Paso del Norte no se entiende sin estos dos asentamientos y, por ende, sin sus templos”, expresaron.
Sobre San Lorenzo, establecida como un asentamiento español, los autores descubrieron que ha tenido cinco templos.
“El primero se construyó entre 1684 y 1691, pero fue arrasado por el río. En 1757 se erigió un segundo templo en el mismo sitio, que para entonces era una misión que atendía a los indios sumas”, expusieron.
El libro indica que ese templo fue destruido por el río en 1828. Dos años después, Anastasio Jáquez utilizó sus recursos personales para construir un nuevo templo a escasos kilómetros del antiguo.
Y que en 1855 y 1860 se construyó un cuarto templo dedicado a San Lorenzo, destruido por las lluvias en 1886. Finalmente, en 1891 se construyó lo que conocemos como el actual templo, que ha ido sufriendo algunas modificaciones.
San Antonio Senecú
Al igual que San Lorenzo, la misión de Senecú fue un asentamiento, pero este albergó a refugiados indígenas de la tribu Piru.
Este templo -ahora administrado por las Misioneras de María Dolorosa- ha sufrido modificaciones desde que fue construido el primer recinto entre 1683 y 1691, que en 1829 fue arrastrado por el Río Grande.
Un segundo templo se comenzó a planear en 1830 y, según se consigna en un mapa en el libro, en 1853 es posible que el nuevo templo haya quedado terminado.
“El 2 de mayo de 1949, el obispo de Chihuahua, Antonio Guízar y Valencia, emitió un decreto para transferir la jurisdicción del templo de San Antonio de Senecú, de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús a la congregación de las hermanas Misioneras de María Dolorosa y a los ancianos de un asilo”, cita el texto.
El libro incluye fotografías para ilustrar la historia descrita en cuatro capítulos, distribuidas en 252 páginas de las 320 que contiene el libro.
Una de estas fotografías de 1952, ilustra la construcción de las torres del templo de Senecú, frente a la fachada original que, lamentaron los autores, fue demolida.
Los autores agradecieron la presencia de los asistentes, quienes quedaron muy motivados para adquirir y leer el libro, el cual incluye un agradecimiento al padre Alfredo Abdo Rohana, rector del Santuario de San Lorenzo.