Ana María Ibarra
Que el Papa Francisco haya elegido a Ciudad Juárez como el “ambón” desde donde enviará un mensaje especial para los migrantes, es un acto hermoso y una bendición de Dios, no sólo para los desplazados sino también para quienes trabajan en el tema de la migración.
Así lo considera el padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante, quien reconoce que el Santo Padre tiene un gran interés en el tema de la migración y Ciudad Juárez sigue siendo una plataforma con una migración constante.
Movimiento migratorio estable
Para el padre Javier Calvillo, el Plan Frontera Sur y las redadas para deportaciones que se realizan en Estados Unidos son factores importantes que hacen que la realidad de la migración siga sin incremento o disminución.
“Si hablamos de estadísticas vemos que el año 2014 la Casa del Migrante cerró con un promedio de 7 mil migrantes atendidos y el 2015 con 6 mil 500. Es muy poca la diferencia, la migración sigue siendo estable”, dijo el sacerdote.
Este dato se avala con otras dependencias como la Presidencia Municipal, que atendió 7 mil 500 migrantes y el Departamento de Migración con casi los 10 mil atendidos en un año, además de otros puntos por donde circulan los migrantes como el poblado de Palomas y el Porvenir, Distrito Bravo.
“Juárez, como frontera, no deja de ser atractivo. Sigue habiendo movimiento. La diferencia es que muchos migrantes son del sur de México. Con las redadas de Estados Unidos y el Plan Frontera Sur, cambia el rostro de los migrantes, pero la realidad de la migración sigue siendo la misma”, expresó.
El sacerdote explicó que, desgraciadamente, el migrante es alguien que está, pero no se ve. “Solamente podemos ver al migrante en momentos, en estadísticas o a través de la experiencia en la Casa del Migrante. La migración existe. Juárez sigue teniendo este reto”, sentenció.
Rostros de la migración
En la Casa del Migrante diariamente se puede ver llegar diferentes rostros del migrante.
“En primer lugar tenemos el centroamericano, ellos ocupan el primer lugar en nuestra casa. En segundo lugar tenemos a los deportados que recibimos nosotros, porque ingresan muchos deportados que no llegan a la casa ya que, por ser mexicanos, son libres de moverse por la ciudad”, explicó.
Dijo que otro rostro es el de los menores acompañados y no acompañados, la mayoría de ellos son llevados al albergue México Mi Hogar, en donde el año pasado, en el mes de diciembre se atendieron 40 niños centroamericanos.
“También tenemos el rostro de adolescentes y jóvenes que siguen moviéndose. Otro rostro es el del migrante de nuestro país que viene de estados del sur de México e incluso del estado de Chihuahua que ocupa el sexto lugar de gente en movimiento”.
“También están las familias completas que llegan a la ciudad. Tenemos también a los que vienen buscando asilo político y, por último, a los más vulnerables como son enfermos mentales e indígenas”.
Migración, realidad mundial
El padre Calvillo recordó el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante 2016 titulado “Los migrantes y refugiados nos interpelan”, en el que recuerda que la migración es una realidad estructural a nivel mundial.
“El papa nos dice que debemos poner atención a la migración porque tiene sus realidades específicas como es la trata de personas, el tráfico de órganos, las muertes en el desierto. Nos dice que la migración es la esclavitud moderna”, compartió el sacerdote.
Dijo que le llena de gozo y alegría que sea Juárez el ambón desde donde el papa va a predicar al mundo entero sobre la migración.
“Qué impacto y que bendición Dios nos concede: tener al vicario de Cristo que hable de este tema. Dios tiene sus medios y sus momentos. La Casa del Migrante y la migración en Juárez se siente acogida, apoyada y animada por la voz del buen pastor que dice que los refugiados nos deben interpelar, no solo a la Iglesia, sino a todo el mundo”.
Casa del Migrante, una hogar que dignifica
Desde hace 33 años, La Casa del Migrante brinda atención a los migrantes que pasan por Ciudad Juárez.
La casa inició en el años de los ochentas y fue atendida por los religiosos Misioneros de San Carlos (escalabrinianos), quienes estuvieron al frente hasta el año 2005. Al retirarse, se hicieron cargo de la casa los hermanos dominicos de la Orden de Predicadores, quienes se retiraron en 2011.
“Al irse los hermanos dominicos, la casa pasó a manos de la diócesis. En total, la Casa del Migrante tiene 33 años sirviendo a todo el estado de Chihuahua”, compartió el padre Calvillo.
“Hablar del migrante nos supera, tratar de cubrir todas las necesidades nos supera, pero tratamos de tener lo más indispensable”, añadió el sacerdote.
La Casa del Migrante ofrece a los refugiados habitación, almuerzo, comida y cena, teléfono, agua caliente, derecho a servicio médico, apoyo social, derechos humanos, apoyo jurídico y espiritual.
“Buscamos de acompañarlos lo más que se pueda, de tenerles lo mejor posible en su dignidad como persona”, dijo el padre Javier.
Reporte de migrantes atendidos en Ciudad Juárez 2015
Casa del Migrante 6,500
Presidencia municipal 7,500
Instituto Nacional de Migración 10 mil