Ana María Ibarra
Después de una preparación espiritual vivida en un retiro y momentos de oración, el grupo de pastoral juvenil “Voz de Yavé”, de la parroquia San José de Lomas, realizó la primera “Antorcha Guadalupana Juvenil” el pasado 11 de diciembre.
El evento fue una propuesta de “Antorcha Guadalupana”, que ya se realiza en otros lugares del país y consiste en un recorrido de fe “para que María nos lleve a Jesús”, explicó el padre Marcelino Delfín Pozo, párroco de San José de Lomas.
“Esta experiencia es la culminación de esa preparación espiritual. Reflexionamos sobre la costumbre que tenían los indígenas antes de la venida los españoles. Ellos tenían veneración hacia el fuego porque era parte de la vida. Se dedicaban a trasladar el fuego de un lugar a otro como signo de la divinidad y de evangelización de aquellos tiempos”, explicó el padre Marcelino.
Hacen recorrido
En ese sentido, de recorrer la fe, de cuidarla y compartirla, los jóvenes realizaron un recorrido por nueve parroquias de la diócesis llevando una imagen de Santa María de Guadalupe y la antorcha.
El recorrido inició en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, donde el padre Eduardo Hayen, párroco, los recibió con afecto, los bendijo y los animó en su caminar.
Antes de partir de la Catedral, la veintena de jóvenes rezaron el Rosario acompañados de algunos fieles que en ese momento se encontraban en el templo.
Encomendados a la Guadalupana, emprendieron su caminar rumbo a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, donde una representación de la comunidad los recibió con alegría y aplausos, y mientras la antorcha y la imagen entraban por la puerta principal del templo, el padre Oscar González, vicario, los roció con agua bendita.
“Esta es su casa. Vamos a ofrecer el rezo del Rosario por las intenciones de cada uno de ustedes”, dijo el padre Oscar.
Los peregrinos continuaron su recorrido pasando por los templos La Divina Providencia, La Natividad del Señor, San Lorenzo, El Señor de la Misericordia, Nuestra Señora de la Paz, San Sebastian y San Francisco de Asís, rezando en cada uno de ellos el Santo Rosario.
Destino de fe