Diana Adriano
Este miércoles 22 de febrero, la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe abrió sus puertas para celebrar la Misa de Miércoles de Ceniza, la cual marca el inicio de la Cuaresma en la Iglesia católica.
En punto de las 8 de la mañana, el templo se observó con una gran cantidad de fieles que se reunieron para iniciar su camino de conversión en este tiempo litúrgico.
La celebración Eucarística fue presidida por el obispo don José Guadalupe Torres Campos, quien enfatizó la importancia de la reflexión y el arrepentimiento.
Concelebraron la misa el padre Eduardo Hayen, párroco de Catedral, y el padre Arturo Martínez, vicario parroquial, quienes ayudaron también en la imposición del sacramental.
Fortalecer la fe
En su homilía, el obispo recordó que este tiempo de preparación para la Semana Santa es una oportunidad para crecer en la fe y fortalecer el vínculo con Dios.
“El Evangelio de San Mateo, por una parte señala la hipocresía de muchos, al hacer actos meramente externos para aparentar y quedar bien. ‘Cuando oren y ayunen, no lo hagan como lo hacen los publicanos que lo presumen’… a veces podemos caer en esto, pero la verdadera conversión debe ser de corazón, con sinceridad, con valentía y en lo secreto de tu corazón, Dios actúa”, reflexionó monseñor Torres Campos.
Luego de la homilía, el obispo se dispuso a bendecir la ceniza que se les impuso a los fieles en la frente con la señal de la cruz, como símbolo de humildad y arrepentimiento. Este gesto simboliza la intención de los creyentes de alejarse del pecado y acercarse a la fe.
El obispo finalizó la celebración invitando a los fieles a vivir la Cuaresma con intensidad y dedicación, para prepararse así para la celebración de la Resurrección de Jesús en el Domingo de Pascua.