Diana Adriano
El pasado 8 de marzo, en la parroquia Verbo Encarnado, ubicada en la Colonia Constitución, se llevó a cabo una misa especial en memoria de Malena Calleros, fundadora del grupo de oración Camino al Cielo.
En esta celebración de acción de gracias, los asistentes recordaron con cariño su incansable labor de atención y oración por los enfermos.
En la misa presidida por el padre Felipe Juárez, responsable diocesano de la Pastoral de la Salud y asesor del grupo, el padre destacó la importancia del legado de Malenita, quien dedicó su vida al servicio de enfermos que tenían gran necesidad de contacto con el mundo y con lo divino.
A la misa asistieron miembros de Camino al Cielo, algunos familiares y fieles de esa comunidad en la que el llamado de Malenita fecundó.
Perseverar en misión
“Cada año celebramos esta misa en honor a Malena. Ahora se cumplen 20 años de su fallecimiento y, aunque usualmente la realizamos el 26 de febrero, este año por diversas circunstancias tuvimos que posponerla hasta hoy”, expresó Adela Torres, coordinadora general del grupo Camino al Cielo.
Además de la misa, los integrantes de Camino al Cielo vivieron un retiro espiritual, dirigido especialmente a los servidores del grupo. En este encuentro se reflexionó sobre la importancia de la perseverancia en la fe y el amor al prójimo.
“Lo principal es la gracia de Dios y la perseverancia. No es en los grandes actos, sino en los hechos con amor hacia el enfermo», añadió Adela.
Llamado a sumarse
El grupo, aunque pequeño en número, mantiene su compromiso con la oración y el acompañamiento a los enfermos.
“Es un carisma que Dios permite a la iglesia: acompañar al enfermo, llevar esperanza, amor y compasión. Nos seguimos reuniendo y rezamos constantemente unos por otros”, dijo la coordinadora.
Asimismo, hizo un llamado a quienes deseen sumarse a esta labor de servicio y acompañamiento a los enfermos y destacó la necesidad de más servidores dentro del grupo, especialmente tras los desafíos que dejó la pandemia.
“Cada vez somos menos, aunque a veces también somos más. Pero así es, y necesitamos manos dispuestas a ayudar”, señaló.
Adela aprovechó la ocasión para invitar a todos a vivir el Año Jubilar con esperanza en Dios. “Los invito a visitar a un enfermo, especialmente a aquellos que están solos. Llamen a las personas mayores, brinden su ayuda sin dudar. En Camino al Cielo hay mucho trabajo por hacer, así que, si quieren venir, aquí estamos con mucho gusto», concluyó.
Para saber…
Si desea unirse a Camino al Cielo, comunicarse al teléfono 618 102 62 98.