Voluntarias Vicentinas realizaron actividades para conmemorar la fiesta de san Vicente de Paúl, su fundador…
Ana María Ibarra
Con motivo de la fiesta de San Vicente de Paúl que la Iglesia celebra el 27 de septiembre, Voluntarias Vicentinas participaron el pasado 24 de septiembre en una charla y una Hora Santa para prepararse y conmemorar a su santo patrono.
Reflexión sobre el carisma
Fue durante la mañana del sábado 24 cuando las puertas de Casa Vicentina se abrieron para recibir a las socias y a sus invitados, integrantes de Juventudes Marianas Vicentinas.
En un primer momento, la psicóloga Graciela Ríos compartió la charla “Cómo vivir el carisma vicentino día a día”.
En su exposición, la psicóloga explicó el conocimiento de sí mismo.
“Lo primero es conocerme. Ver mi rutina y al final del día ver si me cuido, si tengo tiempo para mí. Después debemos preguntarnos ¿qué no depende de mí? Debemos descubrir que casi todo no depende de mí. A veces sentimos que todo lo tenemos que hacer nosotras porque la otra persona no sabe o no puede”, expresó.
Otro punto fue reflexionar sobre “lo que sí depende de mí”.
“Depende de mí lo que como, si duermo, cómo duermo. Todos los procesos llevan tiempo y se debe empezar con uno mismo. Como vicentinas debemos adoptar la perseverancia de San Vicente y Santa Luisa”, señaló.
Después de esta reflexión, la profesionista, también socia vicentina, invitó a sus compañeras a tomar el carisma diariamente, no solo durante las funciones.
“Estamos llamadas a vivir las rutinas del servicio desde el carisma vicentino diariamente. Nuestro carisma en ocasiones es como nuestra pañoleta, solo la usamos cuando vamos al servicio. El carisma es todo aquello que San Vicente y Santa Luisa nos inspiran”.
Renovaron fuerzas
Un segundo momento fue la Hora Santa presidida por el asesor de Voluntarias Vicentinas, el padre Armando Benavides.
Previo a ello, Juventudes Marianas ambientó la reunión con alabanzas de gozo.
Al momento que el padre Armando expuso el Santísimo Sacramento, los cantos que se entonaron fueron de adoración.
“Gracias porque nos permites estar aquí como discípulos, como discípulas para conmemorar esta fiesta de San Vicente y renovar ante ti nuestro sí. Hace un momento hubo un tema para hablar de Dios, pero nos hace falta hablar con Dios. Que el Señor nos ilumine en este día”, expresó el sacerdote.
Momentos de silencio acompañaron la adoración, además de las palabras de agradecimiento y peticiones que el padre Armando realizó.
“Gracias por devolvernos siempre la esperanza. A veces nos paraliza nuestro egoísmo y a veces nuestra ignorancia. Reconocemos que tenemos carencias. Ayúdanos, renueva en nosotros tu amor y misericordia”.
Para finalizar el padre Armando impartió la bendición con el Santísimo, con la intención de que llegara a las familias de las socias, a las comunidades, a los beneficiarios y bienhechores.