¿Cómo será la Navidad 2020 de la pandemia? Es una pregunta que muchos se hacen cuando ha comenzado el mes de diciembre y aún no queda claro cómo se seguirá comportando la enfermedad y la actividad social.
Lo seguro es que esta vez no habrá multitudinarias reuniones, besos y abrazos en concurridas cenas familiares y aunque las tradiciones lucharán por quedarse, esta sin duda será una Navidad diferente.
Y aunque para los católicos lo importante de la Navidad está en el gran regalo que representa el nacimiento de Jesús, permanece vivo el tema de los regalos propios de la temporada, de los que muchos, seguramente, ya se han hecho a la idea modificar, moderar o definitivamente desaparecer. Por ello la pregunta de esta semana es:
Enmedio de esta pandemia ¿Cómo deben ser nuestros regalos de Navidad?
Creo que tenemos que festejar la Navidad. No podemos permitir que al estar recluídos, la enfermedad, la tristeza, la muerte que ha habido, haga que nosotros cambiemos nuestra alegría. Esta alegría se tiene que manifestar porque nuestra alegría es que Jesús viene, Dios se hace hombre y eso no cambia, entonces sugiero que esta Navidad sea lo mas normal: se ponga el pino, luces, el nacimiento, que los hijos no sientan el cambio y en ese sentido que los regalos, en la medida de lo posible, sean lo más normal a como estamos acostumbrados, demostrando el amor con regalos. Se dice mucho que lo mas importante es el cariño, y bueno, el cariño también se manifiesta en regalos. Soy de la opinión, en resumen, que esta Navidad, incluídos los regalos que suelen darse, deban ser lo mas parecido a lo que se festejaba; que en el ámbito de la alegría no se sienta un cambio, si el regalo es para bien de la persona, mejor aún.
Alfredo Gálvez, Movimiento de María Mediadora
Muchos de los recuerdos que tenemos presentes en nuestra vida sin duda pueden ser los que vivimos en alguna Navidad, pues son momentos generalmente de recuerdos felices, en familia y de compartir con los demás. La Navidad para nosotros como cristianos es más que una fecha de fiestas o vacaciones; es la celebración del nacimiento del Niño Dios.
En este año tan complicado nos podremos preguntar ¿Cómo deben ser nuestros regalos de Navidad? O ¿Cuál sería el mejor regalo? Si bien la economía se vio afectada para muchos, eso nunca ha sido lo importante. Enfoquémonos en reflejar a Cristo en cada una de las acciones hacia los demás. Busquemos dar regalos para el espíritu, como por ejemplo: Oremos por todas las personas que perdieron la vida y las que están enfermas, ofrezcamos ramilletes espirituales por nuestra familia, realicemos obras de misericordia con amigos, pidamos perdón y perdonemos de corazón, guardemos momentos felices en familia y recemos todos los días el Santo Rosario.
Compartamos con alegría nuestra vida, que es el gran regalo de Dios. Preparemos en este tiempo de Adviento nuestro corazón para recibir a Jesús. ¡Animo! ¡Con Cristo sí se puede!
José Manuel Osorio, MFC Juvenil
Esta Navidad será muy diferente por varias razones ya por todos conocidas, por ejemplo el desempleo, la sana distancia, Covid19, ausencia de seres queridos …quizá muchos de nuestros conocidos, amigos, familia no puedan en esta ocasión solventar la compra de juguetes para los niños y/o regalos. Por ello es también muy importante que ahora cada uno de los miembros de la familia deje fluir su creatividad en un detalle pequeño, pero muy significativo. Al decir creativo me refiero a realizar alguna manualidad para compartir, cantar algún villancico en familia, así como también el compartir lo poco o bastante que tengamos con aquellos que no tienen. Solidarizarnos con aquellas personas que se encuentran en una situación difícil.
Es primordial inculcar a los niños y niñas las conductas de aseo, importantes en esta pandemia, pero sobre todo hacerles entender que será una Navidad diferente, donde quizá no haya presencia de los regalos o familiares que acostumbraban ver en otros años.
Los mejores regalos son sin duda la salud y el encuentro con la familia que está en casa.
Gracias a Dios tenemos algunos la posibilidad de los medios digitales para comunicarnos por video llamadas o simples llamadas.
Pero si usted tiene la posibilidad económica de comprar algún juguete, favor de adquirirlos en los negocios locales que necesitan también nuestro apoyo económico para salir adelante con sus familias.
Creo que el regalo insustituible es la oración, darse un tiempo especial para dar gracias a Dios porque ha querido estar entre nosotros. La oración puede ser de manera personal y/o en familia, hacer juntos frente algún nacimiento o imagen que nos ayude a recordar el gran amor y misericordia de Dios. ¡Este es nuestro gran regalo!
Sigamos cuidándonos unos a otros y busquemos la armonía, paz, solidaridad, justicia, amor, iniciando en nuestros hogares para luego compartir a los demás.
Hna. Carmen Zubía, Misionera de María Dolorosa
¡El Salvador nos ha nacido ya!, en medio de la tristeza que sentimos por las pérdidas que la enfermedad del Covid nos ha traído al no permitirnos estar junto a nuestros seres queridos, de la incertidumbre de no saber cuándo terminará, del miedo al contagio propio y de los que amamos, una gran alegría renace en nuestros corazones en esta Navidad con el nacimiento del Niñito Jesús.
“La Palabra se hizo carne y habito entre nosotros. Y nosotros hemos contemplado su gloria” Jn 1, 14
Nada de lo que sucede a nuestro alrededor es más grande que el maravilloso amor de Dios por nosotros al hacerse carne y habitar entre nosotros, y así debemos vivirlo. Olvidémonos de regalos materiales que alimentan el ego y le dan a nuestros hijos una niñera de entretenimiento como los videojuegos y celulares, vivamos la alegría de tener el hermoso regalo de la vida, regalemos amor, regalemos juguetes que le permitan a nuestros hijos convivir en familia como juegos de mesa, un buen libro o una mascota; que nuestros padres y amigos reciban de nosotros el regalo de nuestro tiempo, ¿qué tal seria disfrutar una taza de café con una plática larga y profunda aunque sea por video llamada?, regalemos una cobija al que tiene frío, alimento al que tiene hambre y en esta misericordia encontraremos el secreto de la felicidad plena.
Una cosa buena ha dejado esta pandemia, aprendimos muchas cosas como el valor del cariño, de la cercanía, del abrazo, de un beso, así que regalemos lo que no nos puede arrebatar: el amor.
Luis Carlos y Cristina Rosales/ Encuentro Matrimonial