En el marco del Congreso Infantil realizado este fin de semana en la diócesis, presentamos claves sobre cómo se debe enfrentar el enorme desafío que presenta el mundo actual para heredar a los niños la virtud de la fe …
Presencia
El desconocimiento de la propia fe y la falta de interés de los padres de familia son los principales retos que se enfrentan hoy en día para transmitir a los hijos ese tesoro que es creer en Dios y en su Iglesia.
En entrevista con periódico Presencia, el padre Jesús Salinas, párroco de El Señor de los Milagros y quien realiza un amplio trabajo pastoral con los niños, habló sobre el papel fundamental que tienen padres,abuelos y catequistas como transmisores de la fe, pero destacó que son papá y mamá los principales responsables de enseñar la fe, no son solamentecomo un conjunto de valores, sino considerándola como el tesoro de tener y mantener una relación personal con Jesucristo.
En la entrevista -que a continuación presentamos- el sacerdote destacó que los niños tienen ‘derecho a Dios’, un concepto del que ya había reflexionado con este semanario. (Presencia 1462) y que hoy también recordaremos.
¿Cuáles son las principales dificultades que usted diría hoy enfrentan los padres para transmitir la fe a sus hijos(niños)?
Considero que una de las dificultades es que hay desconocimiento de la propia fe. No se ve como prioridad en la familia educarse a sí mismo en la fe, ni a los niños, y tristemente a veces se delega eso a otra persona, por ejemplo la catequista, la abuelita, que hacen el intento, buscan instruir a los más pequeños en las cosas de Dios, pero luego nos encontramos con que no hay continuidad en la casa, es decir, con los papás, que son o deben ser los primeros involucrados. Por ejemplo papás que no asisten a misa los domingos, y por lo tanto no llevan a los niños, papás que no rezan, etcétera.
¿Qué se debe hacer para poder transmitir la fe a los niños con eficacia?
Primero es darse el tiempo, involucrarse, ver esto como algo prioritario para los niños. Darle la importancia que merece. Actualmente se defienden mucho los derechos: derecho a la educación, derecho a la alimentación, al techo, pero se nos olvida un derecho a Dios que todos los niños tienen, y al no ser conscientes de este derecho, se nos hace fácil no educarlos en las cosas de Dios.
¿Podría abundar en este tema del derecho a Dios?
Estamos en un mundo donde todos velan por sus derechos. El derecho de los animalitos, de ciertos gustos y se nos olvida que un derecho legítimo es el derecho a Dios. Los niños tienen derecho a Dios.
Durante el rito del Bautismo procuro reflexionar el pasaje “Dejen que los niños vengan a mí” para hacerles ver a los padres de familia y padrinos que los niños tienen este derecho.
Y el problema es cómo los adultos ofrecen a los niños la posibilidad de ejercer ese derecho:
Esto va desde transmitir, inculcar y reforzar en los niños una relación con Dios y participación en la Iglesia; va desde habilitar en la parroquia los espacios para niños, que las reflexiones, las homilías y las actividades pastorales vayan encauzadas para ellos.
Los niños son teólogos por naturaleza y sabiéndolos acercar a Dios, ellos mismos van a reflexionar sobre la importancia de Dios y la relevancia de la vida humana.El niño juega un papel muy importante y convendría, en la creatividad y conforme a su edad, hacerles atractivo el conocimiento de Cristo y la Iglesia para que ellos mismos vayan detonando toda la riqueza de nuestro Señor Jesucristo. Podemos aprender mucho de ellos.
¿Qué no se debe hacer para que la enseñanza de la fe sea eficaz?
Considero que lo que no se debe hacer es delegar este proceso en otras personas.No se debe no asumir el compromiso que, como padres de familia, se tiene en este aspecto.
¿Cuáles diría usted que son los valores en los que urge trabajar con los niños?
La paciencia, el niño lo quiere todo rápido, lo vemos con el celular y todos los dispositivos digitales, que los niños quieren que todo se vea rápido, y no terminan de ver algo, una película por ejemplo, cuando ya quieren ver otra.Puede haber otros valores, como el de la solidaridad, que ahora podemos enseñarles con todo esto que ha pasado por los huracanes y ahora que se viene la Navidad, dejar que todo se enfoque en lo material y en el ‘yo’…y muchos otros valores, pero me preocupa mucho la paciencia, que es conveniente aplicarnos para inculcarla en los niños.
A propósito de los tema que reflexionamos en estos días al final del Año Litúrgico
¿Cómo podemos enseñarles a los niños el tema de la Salvación?
Este es un tema muy complejo y es central de nuestra fe…nosotros como mayores lo entendemos, pero creo que puede ayudar mucho aprovechar sobre todo estas fiestas de los fieles difuntos, o cuando fallece alguien, para darles a conocer a los niños, explicarles esa realidad terrenal, y la realidad celestial a la que estamos llamados a participar. Creo que este tiempo y estos momentos son una buena oportunidad para catequizar sobre el tema de la salvación.
Incluso recomiendo enseñarles la vida de los santos, por ejemplo decirles: este mes se va a festejar a este santo, hizo esto hizo lo otro, ¡y ya está en el cielo!
Los santos pueden ser una muy buen elemento para hablar con los niños sobre el tema de la Salvación.