Dr. Alfredo Morales González/ Ortodoncista
En las últimas semanas no se habla nada más que del nuevo personaje en la Casa Blanca y de sus ocurrencias, dicho sea de paso, que tendremos que acostumbrarnos a convivir bajo esa sombra.
Pensando en eso, he reflexionado en lo siguiente:
¿Qué es lo que sucede actualmente con el ser humano? ¿Por qué se siente tan vacío y solo? ¿En verdad estamos tan doblegados y frágiles? Tal pareciera que necesitamos héroes que nos digan qué hacer o por lo menos tener un patrón claro de liderazgo al cual pudiéramos imitar. Estamos tan preocupados por lo que pasa a nuestro alrededor de nosotros, que nos ponemos en último lugar, cuando se trata de atender la parte interna de nuestro propio ser. Si nos acostumbramos a confiar en el hombre, tarde o temprano nos va a decepcionar ante el primer error que cometa. Y es normal ya que todos aquí en el mundo seguimos aprendiendo unos de otros.
Toda nuestra esperanza y fe debe ser dirigida a través de Dios. A veces es cierto que Él no nos da lo que queremos, pero sí lo que necesitamos. Habrá turbulencias en el camino, sin duda, pero el mensaje de Dios es muy claro y nos enseña que todo aquí en el mundo es pasajero y no estamos solos. Pero debemos ver, escuchar y sobre todo creer en que todo tiene un por qué y para qué. Nuestra mejor herramienta es la fe que se basa en creer todo aquello que no se ve. Y escuchar atentos a nuestra conciencia, ya que se trata de una regla interna que Dios nos dio para ayudarnos a discernir entre lo bueno y lo incorrecto.
Como dicen las Escrituras, debemos poner más atención a las cosas del Cielo que de la Tierra. Ya que éstas son las importantes y que perduran, todo lo demás será pasajero. “Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra” . (Coloseneses 3,2)
Las cosas caen por su propio peso, recordemos un poco de historia de los más importantes Imperios a lo largo de la historia, podemos mencionar al Imperio Bizantino que era la rama Oriental del Imperio Romano, la Dinastía Han que reunió varios reinos en uno solo, convirtiendo a China en una potencia comercial y cultural. Imperio Británico, Imperio Ruso, Imperio Mongol. Y si recordamos algunos de los conquistadores más destacados de la historia universal han sido: Ciro II el Grande, Alejandro Magno, Julio César, Atila, Gengis Kan, Tamerlán, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Napoleón Bonaparte y Adolf Hitler.
Pero incluso estos reinos se han derrumbado, todo se ha caído con el paso del tiempo. Gobernantes y Líderes del momento han fracasado una y otra vez. Más claro no puede estar, debemos confiar y tener nuestra fe únicamente en Dios, no en el hombre ni mucho menos en las cosas materiales. Si fortalecemos nuestra fe y unión con Dios estaremos bajo su gracia “24/7”. Él nunca nos fallará y por el contrario contaremos con su protección, amor que en ningún lugar de este mundo lo encontraremos.
Todo lo que sucede actualmente con los gobiernos de ira y ambición ya lo hemos vivido y no es más que un refrito -desgraciadamente- de lo que ya sucedió en otros tiempos.
Por eso es mejor que vivamos en paz, confiando únicamente en Dios y concentrándonos en nuestro corto viaje por la vida. Procuremos dejar un mundo mejor del que nos tocó vivir con un profundo respeto a nuestros semejantes, valorar y cuidar lo que tenemos de bienes materiales, pero siempre manteniendo un gran respeto a la vida. Y ante todo nuestro amor a Dios agradeciéndole por un día más de vida ya que es con lo único que contamos realmente. ¡Así de simple es la vida!
“Un águila no puede volar sin la resistencia del aire, un pez no puede flotar sin la resistencia del agua, nosotros no podríamos caminar sin la resistencia de la gravedad. Sin oposición o resistencia, el potencial para progresar no existiría. Se trata de un proceso de refinamiento en el ser humano”.