María Lorenza Longo será beatificada el próximo 9 de octubre …Su obra se hace presente en Ciudad Juárez en el Convento de Cristo Rey, desde donde hacen su misión las monjas clarisas capuchinas.
Ana María Ibarra
María Lorenza Longo, fundadora directa de la Orden de Clarisas Capuchinas, será beatificada en Roma el próximo sábado 9 de octubre, en una celebración presidida por el Papa Francisco.
Aunque son san Francisco y Santa Clara de Asís a quienes seconsidera padres fundadores de las ordenes franciscanas que siguen sus reglas y estatutos, es poco conocido que la Orden de Clarisas Capuchinas fue en realidad fundada directamente por una dama seglar, María Lorenza, quien perteneció a la Tercera Orden.
Toma su lugar
Esta mujer, noble dama catalana, después de quedar viuda y en agradecimiento por haber sido sanada milagrosamente, vistió el hábito de la Tercera Orden Franciscana y luego logró fundar una congregación.
“Es un acontecimiento muy grande para nosotras porque, aún dentro de la orden, la beata que vamos a tener es poco conocida. Es un momento de renovar esta creencia: no viene a suplir a nuestra madre Santa Clara, sino que toma su propio lugar. La Madre Lorenza tomó la regla de Santa Clara para fundarnos”, compartió la hermana Abril Arely Ramírez, religiosa de esta congregación que está presente en Ciudad Juárez desde hace nada menos que 70 años.
Su historia
María Lorenza nació en 1463, un tiempo de reformas para las congregaciones de aquel entonces. Contrajo matrimonio con Juan Longo, cortesano del Rey Felipe I.
“Era una mujer entregada a su matrimonio. Por ser de la corte tenía habilidad de mando y una de sus criadas trató de envenenarla, pero no murió, sino que quedó con una parálisis casi total permaneciendo así por 20 años. Fue a raíz de esa parálisis que se acercó a Dios”, compartió la hermana Abril.
En una travesía de su esposo, la familia viajó a Nápoles. Lorenza tenía el sueño de visitar la capilla de Loreto, pero pudo hacerlo siete años después. En ese tiempo su esposo murió quedando viuda.
“En 1510, en su visita a Loreto, Lorenza deseaba recibir la Eucaristía, pero les fue informado que ya no había quien celebrara. Cuenta la historia que de la nada salió un sacerdote y leyó el evangelio del paralítico. En las palabras: “Levanta tu camilla y vete a tu casa”, Lorenza sintió como sus extremidades tomaban fuerza y comenzó a caminar”.
Desde ese momento ella decidió tomar el hábito franciscano como seglar dedicándose a dar sus bienes a los pobres y a la Orden de Frailes Menores conocidos como franciscanos.
“Su trabajo principal fue con las prostitutas. Se dice que les pagaba los viernes para que no pecaran”, relató Sor Abril.
Lorenza instaló un hospital para curarlas de la sífilis que padecían a causa de su práctica. Fundó así el ‘Hospital de los Incurables’ ofreciendo no solo remedios medicinale, sino también medios espirituales para sanar.
Fundadora
En 1530, acomodó su casa para Monasterio y se encerró con otras compañeras observando la regla de la Tercera Orden.
“Lorenza se dio cuenta que en Nápoles muchas jóvenes vírgenes querían ingresar a los monasterios, pero les pedían un dote que muchas no podían pagar y es así como fundó las hermanas Clarisas Capuchinas para que las señoritas con deseo vocacional pudieran ser religiosas sin pagar nada”.
En 1535 esta nueva comunidad abrazó la Regla de las Clarisas de la primitiva observancia y se acomodó en el hábito y forma de vida a la Reforma de los Hermanos Menores Capuchinos y sus Constituciones.
Esta Fundación fue aprobada en 1538 por el Papa Paulo III, quien hace destacar la denominación de Orden de Santa Clara, cuya Regla ha de ser observada estrechamente.
Así, estas mujeres se dispusieron a dedicarse a la adoración silenciosa, a la plegaria y a la generosa donación de sí mismas en la contemplación y la clausura. Fue como inició la Orden de Clarisas Capuchinas.
Llegaron a México
La expansión en España de las Clarisas Capuchinas tuvo su origen en Barcelona, en el Monasterio fundado en 1599 por la venerable Ángela Margarita Serafina Prat.
En 1632, se fundó el Monasterio de Clarisas Capuchinas en la Ciudad de Toledo de donde, en 1665, salieron seis religiosas para fundar en México el primer monasterio, llamado “San Felipe de Jesús” en honor al primer mártir mexicano.
Y a partir de ese convento surgieron otros 71 claustros expandidos por toda la República Mexicana, uno de ellos el de Cristo Rey, en la Diócesis de Ciudad Juárez.
Hoy, después de tantos siglos de un proceso de beatificación misteriosamente interrumpido, las hermanas contemplativas podrán ver a la Venerable María Lorenza Longo entrar a formar parte de la constelación de los beatos.