Diana Adriano
El pasado 25 de febrero, la Escuela Diocesana de Música Litúrgica ‘Canta y Camina’ celebró la graduación de Aarón Quiñones Galarza, generación 2018-2022 con una misa en la capilla Nuestra Señora de la Expectación, a la que acudieron familiares, amigos y miembros de la escuela diocesana.
Acción de gracias
La misa de acción de gracias fue presidida por el obispo diocesano don Guadalupe Torres Campos, y concelebrada por el padre Víctor Ortega, director de la escuela y el padre Mauro Muñoz, párroco de la comunidad.
Después de la lectura del Evangelio, el obispo compartió que la escuela ‘Canta y Camina’ ha sido reconocida por su excelencia en la formación de músicos católicos de la diócesis y resaltó que Aarón, como único graduado de su generación, ha demostrado un alto nivel de habilidad y dedicación en sus estudios.
“Esta mañana el Señor nos mira directamente al corazón y nos dice que lo sigamos, ‘Aarón sígueme’, quiere que estemos con Él para compartir la vida de gracia, estar con Él, desde nuestra vocación y a través de diferentes ministerios, en este caso, por medio de la música”, compartió don Guadalupe con el deseo de que el graduado continúe su carrera en el mundo de la música litúrgica.
Por su parte, el padre Víctor expresó:
“Estamos muy orgullosos de nuestro graduado. Ha trabajado duro para alcanzar sus metas y ahora está listo para llevar su música y su fe a nuevos lugares, siempre poniéndolo al servicio de la comunidad”.
Aarón es el segundo graduado de la comunidad de Nuestra Señora de la Expectación, por lo que agradeció al padre Mauro por difundir con alegría la misión de la escuela diocesana de música en su comunidad.
“Gracias, señor obispo y al padre Mauro por su intercesión y su oración constantemente con todos nosotros. Este es el fruto de cuatro años y un poquito más de formación y trabajo duro”, agregó el sacerdote.
Proyecto final
Al concluir la Santa Misa se presentó el proyecto final del graduado, consistente en la dirección coral de los cantos Tantum Ergo y Gabriele Fauré para coro SATB y solista soprano. Igualmente presentó un proyecto de composición.
“Es una gran alegría porque era una meta que tenía para este año y se logró. Por fortuna fue un camino que se me dio con mucha facilidad, gracias al gran trabajo de mi directora de coro y mis maestros, ya que tuvieron muchas consideraciones conmigo y su manera de enseñar me facilitó el caminar durante estos cuatro años”, dijo Aarón.
Al finalizar la ceremonia, el graduado recibió su diploma y reconocimientos por parte del obispo diocesano.