Presencia
Sergio y Karina Cano fueron designados nuevos coordinadores diocesanos del Movimiento de la Renovación católica de Vida en el Espíritu en Ciudad Juárez por un período de tres años. Sustituyen a Jesús y Luly Jáuregui, quienes trabajaron al frente del equipo diocesano en los pasados tres años.
La pareja fue presentada ante el presbiterio en la junta del pasado martes 20 de marzo, donde, junto al asesor espiritual, padre Jorge González, la pareja se puso al servicio de las parroquias de la diócesis en el trabajo que realizan como parte del Movimiento que tiene presencia en todo el mundo.
Entrevistado por Presencia luego de la presentación, Sergio Cano explicó que fueron notificados hace unas semanas que habían sido elegidos de una terna, por el Obispo don J. Guadalupe Torres.
“Eso nos dio mucha confianza, mucha fe y esperanza de que desde el ministerio episcopal de don Guadalupe está el llamado de Dios, de Jesús, para que no tengamos miedo. Así que dijimos ‘sí’, con mucha fe”, dijo animado Sergio.
Actualmente la pareja desempeña un servicio en el Consejo Nacional del Movimiento de la Renovación, donde son encargados de formación y ahora harán un ministerio compartido, aunque “nuestra prioridad sera la Diócesis de Ciudad Juárez”, dijo Sergio.
“Vemos que de Ciudad Juárez es de donde todas las provincias en México se están alimentando en cuestión de formación. Juárez ha sido muy bendecida en la formación, algo que nos recordó a cada momento el padre Carlos Márquez (qepd), y ahora estamos compartiendo esa parte a otras provincias”, expuso.
Consolidar y crecer
Con presencia en 45 parroquias de la diócesis, el Movimiento de la Renovación en Ciudad Juárez apostará en los próximos años a consolidar esas comunidades, pero también a esparcir la experiencia a otras parroquias, aseguró el matrimonio Cano.
“San Juan Pablo II en un momento que tuvo con la Renovación a nivel mundial él les compartia un anhelo de su corazón: que la Renovación carismática esparciera en el mundo la cultura de Pentecostés, en donde fuera posible la civilización del amor. En nosotros está ese mismo anhelo”, dijo Sergio.
“Queremos que el encuentro personal con Cristo sea el eje plrincipal y de ahí caminar en el amor, en la santidad y que venga a ser de mucha bendición para nuestra Iglesia y comunidades”, agregó.
Finbalmente el matrimonio se encomendó a las oraciones e intercesión de todas las comunidades de la diócesis.
“Les comentaba a nuestros sacerdotes que necesitamos mucho de su oración y de su intercesión para hacer la voluntad de Dios, porque tenemos muy claro que no se trata de trabajar por trabajar, sino hacer la voluntad de Dios, que es lo que va a guiar nuestra misión en este período de tres años.