Hace unos días, el Senado de México aprobó una reforma constitucional respaldada por el presidente Andrés Manuel López Obrador que mantiene al Ejército Mexicano en tareas de seguridad pública hasta 2028. Con la aprobación se modifican el artículo quinto transitorio del decreto por el que se creó la Guardia Nacional en marzo de 2019 para que las Fuerzas Armadas estén en labores de seguridad pública hasta 2028 y no hasta 2024, como originalmente se aprobó.
Esta reforma ha generado opiniones encontradas, por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué opina de que el Congreso aprobó la permanencia de las Fuerzas Armadas en las calles para tareas de seguridad pública? ¿Su permanencia logrará abatir la violencia?
Desde mi opinión la guardia nacional no es la solución a la problemática de inseguridad. Se traza como la estrategia para el combate al crimen organizado, sin embargo, no hay una política integral sobre el tema.
Para que funcione es necesario abatir el problema de corrupción en las corporaciones (mediante altos estándares de confianza) y capacitación a los cuerpos policiales para retomar las tareas de seguridad pública.
La justificación de la milicia en las calles ha sido la falta de eficacia de las policías de naturaleza civil. En este sentido, la política en materia de seguridad y combate al crimen organizado debe ser replanteada y orientada a modificar el todo de las estructuras estatales y municipales, más no a crear nuevas corporaciones; depurar las existentes para que trabajen con estándares mínimos de respeto y garantía de derechos humanos; y recordar que, aunado a la legislación nacional y la base constitucional, México está obligado a cumplimentar las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
México tiene antecedentes negativos documentados por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos en lo relativo a condenas por parte de la Corte Interamericana, por violaciones cometidas por distintas corporaciones de seguridad (Ejército, Marina y Policía Federal). Incluso, en lo que respecta a las sentencias condenatorias deberán resarcir las violaciones, impulsar políticas integrales de seguridad tendientes a fortalecer las corporaciones se seguridad, capacitar a sus integrantes y crear observatorios ciudadanos responsables de verificar su cumplimiento.
Estas acciones son un reto para legitimar su alcance ante la sociedad, el desencanto sobre su combate al crimen organizado y garantizar la seguridad.
Mtra. Norma Yadira Lozano Fernández/ Politóloga
Primeramente, debemos destacar que la función que desarrolla la Guardia Nacional, que es la autoridad que sustituyó a la Policía Federal por el antecedente de corrupción que ocasionó Genaro García Luna detenido en Estados Unidos -a quien se le acusa de ser cómplice del crimen organizado y en específico del Chapo Guzmán-, es la encargada de la seguridad pública y seguridad ciudadana, es una institución de carácter civil, misma que será controlada por el Ejército Nacional.
El Senado de la República aprobó por mayoría calificada la reforma a la Guardia Nacional, misma que establece que será hasta 2028 que la Secretaría de la Defensa Nacional estará a cargo de la operatividad y administración de esta institución de seguridad. Esto ha generado controvertidas opiniones y descalificaciones, porque se asume que las fuerzas armadas no deben encargarse la de la seguridad ciudadana. Se corre el riesgo de la militarización, dicen los que están en contra.
Sin embargo, hay que analizar el contexto por el que el presidente de México lo solicitó de esa manera para detener la ola de crímenes de alto riesgo, donde interviene el crimen organizado, pues se requiere del Ejército por la preparación que tiene para enfrentarlo y generar una coordinación nacional, toda vez que la Guardia Nacional realiza acciones de seguridad pública ciudadana de investigación en cada Estado. La Guardia Nacional es preventiva y desde la actual reforma, sus integrantes deben recibir adiestramiento militar para ser capaces de enfrentar a todo delincuente.
La aprobación es para que el Ejército ejerza el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional. Se evita con ello el control absoluto de un secretario que era omnipotente y tenía acceso a recursos sin limitación alguna, además de estar exento de rendir cuentas. Recordemos los antecesores de García Luna y al propio exsecretario cuyas fortunas provienen de los recursos públicos destinados a la debida operación y administración de la desaparecida Policía Federal.
La corrupción que se acumuló durante cuarenta años en la Policía Federal se puso al servicio de los capos del narcotráfico. Los trabajos de la Marina y del Ejército Mexicano han dado buenos resultados para detener el crecimiento de los grupos criminales y se espera que se logre el propósito fundamental de otorgar seguridad a toda la comunidad civil pacífica, evitando la impunidad y ausencia de autoridad.
Lic. Héctor Ramón Molinar Apodaca/ Abogado mediador
Antecedentes: Al ser México un país de leyes, se debe dar un marco jurídico a toda actividad. Los civiles solo podemos hacer lo que la ley no prohíbe, y las autoridades, solo pueden hacer lo que la ley les permite.
Necesidad: La Guardia Nacional recién acaba de cumplir 3 años, la necesidad es tener una policía nacional que ayude a lograr pacificar regiones de nuestro país. Es por ello que se planteó que sea un cuerpo con entrenamiento y disciplina militar, y se amplió el plazo hasta el 2028, que estará bajo la supervisión de los mandos militares.
Todos sufrimos la corrupción que la Policía Federal alcanzó en los tiempos de extorsión, secuestro, y cobro de cuotas. Un mal que aún no desaparece, pero que sí se ha logrado disminuir, pues esas policías estaban sin ningun control, y pocas veces atendían los mandatos de ley.
Deseos: En México, el sistema de justicia es uno de los retos y deuda mas demandada por toda la nación, pues es el sentimiento y una realidad, que la impunidad y la corrupción son temas no resueltos.
En la medida que los cuerpos policiacos se preparen y les inculquen estos nueve valores: integridad, patriotismo, espíritu de cuerpo, disciplina, lealtad, honor, valor, abnegación y profesionalismo, que son la principal fortaleza de la profesión militar y esencia de la identidad organizacional, habrá resultados.
Tenemos que apoyar y ayudar a los cuerpos de seguridad a cumplir su función. Pero hay que ver que los valores más importantes e insustituibles son la familia y la educación. La educación se da en la familia, pues en la escuela se aprenden valores cívicos, y conocimiento. Cuando se crea esa dinámica escuela-hogar, reforzando los valores en ambas partes, es cuando se logran buenos ciudadanos.
Como sociedad necesitamos confiar en nuestras autoridades, sentirnos seguros, poder ampliar el sistema de inteligencia, y eso se logra alcanzando una buena comunicación y una cultura de denuncia, señalar lo que esta mal, saber cuales son los anti valores, y conductas antisociales.
Oscar Kuri Armendáriz/ Experto en seguridad
Considero que fue una decisión con fines tendientes a otros aspectos políticos, más que al verdadero sentido que debiera ser: resolver los problemas de violencia. Por ejemplo, actualmente la Guardia Nacional está conformada mayormente por elementos de la SEDENA y la SEMAR, quienes además tienen otras facultades adicionales a las de la protección de la nación; también realizan otras funciones, como lo son la construcción del libramiento ferroviario, el tren Maya, el aeropuerto internacional Felipe Ángeles y posteriormente el de Tulum y Palenque, la edificación de los bancos del Bienestar; el control y resguardo de las aduanas y los puertos, entre otros asuntos; pero no se encuentra enfocada al 100% para atender los problemas de seguridad pública que urgen ser atendidos para la ciudadanía. Es decir, no se observa una estrategia clara de cómo reducir el crimen y la delincuencia que se vive en el país, porque la violencia sigue incrementando año con año. Aquí cabe mencionar que también se aprobó la reforma para que el Ejército y la Marina permanezcan en tareas de seguridad pública hasta 2028 (más de medio sexenio después del próximo gobierno entrante en 2024) pero igualmente sin una definición clara de cómo contribuir a la reducción de la violencia.
El enfoque de la GN desde su creación fue mitigar la violencia mediante el combate al crimen organizado; y ahora sus funciones son también la de prevenir la comisión de delitos y faltas administrativas. Esto último se puede revisar en la Ley de la Guardia Nacional, publicada en el Diario Oficial de la Federación en 2019, en donde además se estipula que sus fines entre otros son el de contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social; así como llevar a cabo acciones de colaboración y coordinación con las entidades federativas y municipios. Pero no se ha observado tal coordinación de la Guardia Nacional con las policías locales y estatales para el diseño e implementación de medidas preventivas. Las acciones que ellos realizan son reservadas y no existe un organismo que observe y regule las labores que realizan con la ciudadanía y si están siendo efectivas. ¿a quién rinden cuentas el ejército sobre los asuntos de orden civil?
Honestamente como se ven las cosas al día de hoy, no alcanzo a ver cómo se podría abatir la violencia en la sociedad solo con la presencia de fuerzas armadas. Cuando se combate el fuego con más fuego solo se provoca un incendio mayor. Para que esto funcione se requiere de la participación de la misma sociedad; del involucramiento de la iniciativa privada, de los grupos y asociaciones religiosas, de los organismos sociales, las instituciones educativas, y demás organismos e individuos que trabajan por el progreso y el bien común. Se necesitan acciones conjuntas de prevención y de restauración social.
Mario A. López/Más Humanista