Diana Adriano
El pasado 10 de septiembre el Seminario Conciliar de Ciudad Juárez vivió una jornada especial con la bendición e inauguración de sus nuevas canchas de fútbol y basquetbol, un espacio destinado a fomentar el deporte y la convivencia entre la comunidad de esta casa de formación.
Durante la inauguración el rector del Seminario, padre Jesús Manríquez, comentó que a su llegada quiso enfocar esfuerzos en la promoción del deporte, se eliminaron las antiguas canchas y buscaron ayuda para hacer algo nuevo.
“Contamos con la ayuda de grupos como A.C.T.S Juárez, el señor Pablo Cuarón y el grupo Guadalupano de Arizona. Hoy podemos tener este nuevo espacio, estas canchas que son una ofrenda a Dios y un regalo para el Seminario en este año de celebraciones”, dijo en alusión al recién concluido Año Jubilar.
El padre rector agradeció a todos los involucrados, destacando el apoyo también de la tesorería del obispado y del padre Alfredo Abdo, rector del Santuario de San Lorenzo, así como de algunos fieles que colaboraron de una forma u otra.
El sacerdote enfatizó que el proyecto simboliza un esfuerzo colectivo y un compromiso con el bienestar de la comunidad del llamado ‘Corazón de la Diócesis’.
Fomentar el deporte
Antes de la bendición de las instalaciones, el obispo, don José Guadalupe Torres Campos, dirigió unas emotivas palabras a los presentes.
“La frase clásica ‘mente sana, en cuerpo sano’ es parte de la formación del Seminario. El deporte siempre ha sido algo fundamental en medio de tanta actividad académica, pastoral, espiritual y humana”, dijo.
Continuó animando a todos a integrar el deporte en sus vidas.
“Invito a los padres a mantener la salud y el equilibrio, hagamos deporte. A los seminaristas les digo: no tienen disculpa, deben hacer deporte, ejercitarse y competir integralmente. Estas canchas hermosas deben ser un motivo para desarrollarnos en nuestras capacidades físicas y deportivas”, añadió.
Penal de inauguración
Tras sus palabras, el obispo procedió a rociar agua bendita por todo el lugar, bendiciendo así las nuevas canchas.
El acto concluyó con un momento festivo: el obispo ejecutó un penal de inauguración, teniendo al padre Alfredo Abdo como portero.
Luego, como parte del evento, se llevaron a cabo partidos inaugurales entre sacerdotes y seminaristas, los cuales generaron gran emoción.
En ambos encuentros los seminaristas se alzaron con la victoria, destacando su espíritu competitivo y añadiendo un toque festivo a la jornada.