Ana María Ibarra
Una de las fiestas patronales más grandes en la diócesis es la fiesta a San Judas Tadeo, conocido como el patrono de los casos difíciles.
Tres días de verbena para honrar al apóstol vivieron miles de fieles devotos que acudieron a la parroquia ubicada en Invonavit San Lorenzo, para agradecer o suplicar la intercesión del santo.
Domingo 26, lunes 27 y martes 28 de octubre se celebraron varias misas a las que llegaron miles de fieles para mostrar su cariño y respeto a San Judas Tadeo llevando veladoras e incluso la tradicional reliquia -comida para regalar- en las afueras del templo, donde hubo música, antojitos mexicanos, juegos mecánicos y mucha diversión.

Obispo presente
El domingo 26 de octubre, los fieles que acudieron a alguna celebración eucarística aprovecharon para quedarse y disfrutar de la tradicional kermés.
La fiesta continuó el lunes 27 de octubre: en el exterior, la venta de comida y la diversión; mientras que, al interior del templo, la personas se sumergieron en un ambiente de oración y agradecimiento.
A las cinco de la tarde se llevó a cabo una misa por los enfermos de cáncer, pidiendo la intercesión de San Judas Tadeo y a las siete de la tarde, el obispo diocesano presidió la Eucaristía pidiendo a Dios derramara sus gracias sobre cada uno de los asistentes.

“Venimos a orar con Jesús al monte, al altar. En estos tiempos difíciles con tantos desafíos es necesaria la oración. En medio de tantas tareas, hay que orar. Jesús, en camino de un pueblo a otro busca el momento para orar. Que nosotros busquemos ese momento para orar, a solas en casa, de camino, si venimos al templo mejor. Sobre todo, al tomar decisiones”, expresó el obispo en su homilía.
Resaltó la importancia de la oración en momentos claves de la vida, en el matrimonio, ante una enfermedad, por los hijos.
“Jesús oró para elegir a sus colaboradores. Entre sus discípulos que eran muchos eligió a doce. Entre ellos Simón y Judas, apóstoles, no solo discípulos. A ellos les pidió ser apóstoles. A ti ¿qué te pide el Señor en tu vida de cristiano?”, invitó a reflexionar.
El obispo pidió a los fieles aprender de Jesús a orar pues, dijo, “todos somos apóstoles”.

“Nuestro santo patrono no solo es una devoción para venir cada año, sino esta fiesta nos debe llevar a hacer un compromiso. Como Simón y Judas poner nuestra fe en Jesús, anunciarlo y dar testimonio en el servicio a los demás”, concluyó.
Al finalizar la celebración, el padre Jorge Iglesias, párroco de la comunidad, agradeció al obispo su presencia.
“Como intercesor de los apóstoles nos ha enseñado a confiar en el Señor, que es la roca de nuestra vida. Su predicación, su persona nos confirma en la fe. Le damos gracias al Señor por su episcopado y por su vida”, dijo el sacerdote.
Al día siguiente, martes 28 de octubre, día en que la Iglesia conmemora a san Judas, el ambiente festivo y el fervor religioso siguió desbordándose.



































































