En medio del encierro en casa es importante ayudar a los niños a sentirse seguros, mantener rutinas saludables, controlar sus emociones y fomentar la fe de forma creativa.
Diana Adriano
Mateo Gael Martínez, de seis años, es un niño que sólo fue por unos meses al kínder presencialmente, se graduó por medio de zoom y ahora ya a punto de finalizar su primer año de primaria, no ha conocido a sus compañeros, ni su escuela.
Su abuela comentó que el niño ha aprendido a mantener la distancia social adecuada para evitar algún riesgo de contagio, sin embargo, durante todo el año que ha durado el confinamiento, ha vivido en un mundo donde no hay otros niños.
Mateo forma parte de una generación denominada por los internautas como “pandemials”, una generación marcada por el contexto actual de crisis sanitaria.
Esta es la historia de muchos niños a lo largo de todo el mundo, y ahora que los meses han pasado surge una preocupación en lo particular, ya que la vivencia religiosa de los niños probablemente resentirá este impacto también.
Cambio radical
Hoy se ha cambiado el salón parroquial donde se vivía la catequesis infantil o la misa de niños en el templo, por la plataforma de zoom o medios similares.
Ante este suceso, el padre Salvador Magallanes, asesor de la Pastoral Juvenil Diocesana y párroco de San Judas Tadeo, explicó desde su ministerio ha visto cómo la cuarentena ha afectado el desenvolvimiento de los niños en cuestión de la fe.
“Desde el plano humano, la llegada de la pandemia ha sido todo un reto, sobre todo para que los niños sepan desenvolverse ellos mismos y ser protagonistas de su propio futuro.”
“Todos tenemos la tarea de buscar que los niños sean autónomos, porque a veces nos quejamos de ellos que no hacen las cosas, que no se mueven, hasta que les dice uno, pero no damos las herramientas, ni los espacios, ni los momentos para que lo hagan”. expuso el presbítero.
Fe en acción por la niñez
Desde su perspectiva sacerdotal, el padre Salvador comentó que el internet se ha vuelto un agente principal de comunicación, sin embargo, piensa que para los niños este no es un método que los ayude a desenvolverse al cien por ciento.
“A un niño no lo puedes poner a ver la misa por la televisión o internet, con toda la inquietud y la hiperactividad que los caracteriza. Para la vida de fe de un niño es importante que asista al templo, que tenga una referencia de lo que es el templo, de que alabe a Dios, que venga al Catecismo, que venga a la Iglesia”, expresó el sacerdote.
Agregó que con la pandemia y el aislamiento se podría apagar la fe a los infantes, pero gracias a que ellos son muy dóciles se les puede inculcar nuevamente el dinamismo dentro de la Iglesia, aunque esto puede llegar a costar trabajo.
“Me ha tocado el caso de encontrar a niños muy metidos en la tecnología, pero muy atrofiados, exageradamente pasivos, gracias a que los padres piensan que dándoles el celular están aportando algo positivo”.
Encontrar los medios
El asesor de la Pastoral Juvenil, que también busca atender a adolescentes y niños, pidió buscar los medios para que los niños puedan aprender a desenvolverse mejor.
“Y no sólo hablo de la fe, sino en cada aspecto de su vida, que vuelvan a tener ese dinamismo propio de ellos que ahora con la pandemia han perdido en gran medida”, explicó el padre Salvador.
Por esto, invitó a todos los padres de familia a ser creativos, ya que los niños se encuentran en una etapa importante en la que se encuentra la formación de su carácter y su personalidad para la edad adulta.
Si bien los medios tecnológicos y distintas plataformas ayudan a estar conectados, hay una necesidad de cercanía, de un caminar junto e ingenioso con los más pequeños del hogar, compartió.
“Yo les pediría que realmente los escuchen, que estén muy cercanos a ellos, que sean papás emprendedores, que busquen acompañarlos y salir con ellos en una dinámica de activación, que los ayuden a pensar, a moverse, que no se vayan por la parte más cómoda de aventarles el celular.
Frase…
“Papás, en esta pandemia pongan esa atención necesaria para tener buenos frutos en sus hijos”.
Pbro. Salvador Magallanes/ Asesor de la Pastoral Juvenil