Habla el nuevo Secretario Canciller de la Diócesis de Ciudad Juárez
Diana Adriano
Con una alegría inmensa por iniciar con esta tarea que le fue encomendada, el padre Víctor Manuel Vega Ortega, asumió recientemente su cargo como nuevo secretario canciller de la Diócesis de Ciudad Juárez, tras el anuncio del obispo sobre cambios en la curia diocesana.
“Puedo decir con sinceridad y seguridad que no fue algo que esperaba, y ni siquiera imaginaba en la vida de mi ministerio sacerdotal. El obispo me comunicó su deseo de que pudiera colaborar estrechamente con él en este servicio a la diócesis, un día en que yo había sacado cita con él para tratar temas y fechas de la parroquia en la que estoy sirviendo como párroco”, compartió el padre Víctor en entrevista con Presencia.
El sacerdote compartió que cuando el obispo se lo externó, experimentó una especie de desconcierto interior, pero al mismo tiempo una gratitud por la confianza y afecto a su persona y al servicio que como sacerdote presta a la diócesis.
“Le pedí la oportunidad de orar, meditar y reflexionar sobre esta misión que solicitaba a mi joven ministerio. Después de unos días, al volverme a encontrar con él, le confirmé mi disposición a servir con alegría, generosidad y diligencia a Dios y a su pueblo en la misión que él como obispo confiaba a mi persona”, recordó el padre Víctor.
“Lo hice deseando y pidiendo al Señor que me conceda la gracia de no defraudarlo a Él, a nuestro señor obispo y nuestra Iglesia diocesana”, añadió.
Su nueva encomienda
Según lo establecido por el Código de Derecho Canónico, es misión del canciller de la diócesis cuidar que se redacten las actas de la curia, se expidan y se custodien en el archivo de la misma; servir al obispo para la preparación documentos jurídicos de distinto tipo, de modo que la redacción resulte precisa y clara, como lo son los decretos, disposiciones, nombramientos, actas, mensajes, etcétera.
“El canciller es el responsable del archivo ordinario e histórico de la diócesis, procurando su cuidado y orden. Al mismo tiempo, se le pide apoyo a la organización de las distintas notarías parroquiales, de modo que se lleve una adecuada formación de las secretarías que, a su vez, son responsables junto con el párroco, del archivo de la parroquia”, explicó el padre Víctor.
Si bien, como lo ha expresado, el presbítero tiene mucha disposición a servir en este ministerio, indudablemente el reto más grande que experimenta en estos momentos es aprender todo aquello que compete a este servicio diocesano, según indicó él mismo.
A unos cuantos días de asumir su misión, compartió que cada día descubre una nueva encomienda y una nueva función, lo que le anima a seguir siempre disponible.
“Sé que Dios me ha concedido la oportunidad de cultivar a lo largo de mi vida y por ayuda de muchas personas, familia y formadores, virtudes que favorecen a este ministerio, como lo es el orden, la disciplina, la formalidad y demás”, dijo.
“Sin embargo, sé que estos son los cimientos para emprender un camino que sólo y exclusivamente la experiencia y apertura a seguir aprendiendo me irán brindando”, añadió.
Expuso que por ahora, un reto que descubre urgente o inmediato, a corto plazo, es ayudar al señor obispo a preparar toda la documentación que deberá presentar a su Santidad, el Papa Francisco, en su próxima visita Ad Limina.
Un gran consejo
Después de 21 años en los que el padre Jorge González Márquez, párroco del Santísimo Sacramento, fungió como secretario canciller en la diócesis, el padre Víctor resaltó que el mayor consejo que le brindó fue el de disfrutar el ministerio que ahora el señor obispo le confió.
“Y me advertía que era una valiosa oportunidad para madurar en el amor a nuestra Iglesia diocesana, los hermanos sacerdotes y el pueblo de Dios a quién estoy llamado a servir.
Me sugirió que, en medio de las múltiples ocupaciones que implica este servicio aunado al de párroco, no descuidara mi descanso personal y vida espiritual como sacerdote”, relató.
“Por mi parte, expreso mi admiración y respeto al padre Jorge González por tantos años de servicio, perseverancia y fidelidad a este ministerio, que con gratitud entrega a un servidor”, añadió.
Sus primeros días
El nuevo canciller indicó que estos primeros días de trabajo ha experimentado, por una parte, la hospitalidad de todas las personas que conforman el equipo de trabajo del obispado.
“He disfrutado mucho su compañía y cercanía. Pero también han sido días en los que reconozco que debo estar abierto a la completa novedad, aprendiendo a caminar lento, pero seguro. Agradezco el apoyo y la presencia de la hermana Marta Patricia, Oblata de Santa Marta, secretaria particular de nuestro señor obispo, pues ha sido de mucha ayuda en estos días de integración”, dijo.
Agregó que de ella ha recibido orientación de cómo proceder en distintas situaciones. “Sé que puedo contar con su apoyo y que el desempeño de mi servicio se lleva a cabo en estrecha relación con ella, ya que ambos, estamos al servicio cercano de nuestro obispo”, manifestó.
Por otra parte, el padre Víctor confesó que su comunidad parroquial recibió la noticia con asombro y al mismo tiempo con alegría.
“Incluyendo al diácono César Solís, son una comunidad que sabe trabajar estrechamente con su párroco; son gente comprometida y que buscan responder a Dios en su vida, en el servicio a los hermanos. Yo, por mi parte, me siento completamente sostenido por ellos en el afecto, la oración y el compromiso apostólico”, dijo refiriéndose a la comunidad de santa Teresa de Jesús, que actualmente pastorea.
Frase…
Sé que Dios nos acompaña en esta misión y que nosotros somos sus colaboradores.
Pbro. Víctor Vega/ Secretario canciller