Como cada año, la Pastoral de la Salud y el grupo Camino al cielo se unieron para llevar a cabo en esta diócesis la Jornada Mundial del Enfermo…
Claudia Iveth Robles
En el 2001 a Daniel Martínez le diagnosticaron esclerosis multiple. Al saber de su enfermedad sólo se puso a esperar la muerte, sentado en un sillón, sin importarle nada, ni nadie.
“Tenía mucho enojo con Dios, acababa de terminar mi carrera de Licenciado en Administración de Empresas, me iba casar, y al saber de mi enfermedad todo se vino abajo”, recordó Daniel.
Pero gracias a su hoy esposa, a sus padres, al padre Rafael Saldivar y a Malenita Calleros, Daniel pudo salir adelante.
En entrevista con Presencia luego de participar en la misa para enfermos que anualmente se celebra con motivo de la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes o Jornada Mundial del Enfermo, Daniel recordó unas frases que el entonces seminarista Rafael Saldívar le dijo: “Daniel ¿vas a ser fuente o resumidero? Si decides ser fuente, te das a los demás y pones como testimonio tu enfermedad, y si decides ser resumidero, todo te lo quedas tú”.
Con ese cuestionamiento Daniel se sintió sacudido y llamado por Dios, y entonces decidió entregar su vida al servicio de Dios.
Confortados por Dios
Daniel fue de los primeros en llegar al Santuario de San Lorenzo el pasado sábado 10 de febrero, cuando se celebró la Jornada Mundial del Enfermo.
Hasta ahí llegaron muchos otros enfermos para escuchar la misa que presidió el obispo don José Guadalupe Torres Campos y concelebró por el padre Felipe Juárez, asesor de la Pastoral de la Salud y del grupo Camino al Cielo, fundado por Malenita Calleros.
En la misa participaron también los sacerdotes Gregorio Ciria y Alfredo Abdo Rohana, éste último, rector del santuario.
Los enfermos llegaron desde muy temprano ya fuera en silla de ruedas, muletas o por su propio pie. A la hora de la exposición del Santísimo dejaron a un lado sus dolores y se sintieron abrazados por Dios.
Mientras tanto, algunos sacerdotes impartieron el sacramento de la reconciliación y posteriormente se inició la Santa Misa.
“Quien se acerca a Cristo con fe obtiene gracias y bendiciones, el perdón, la salud, una palabra de aliento, un consuelo”, dijo el Obispo en su homilía.
Tomando como referencia el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del Enfermo, dijo que Jesus en la cruz voltea a ver el discípulo y le dice: “Ahí está tu madre”.
“Es una invitación también a nosotros, hoy Cristo se dirige desde la Cruz a nosotros y nos hace ese encargo: ahí está tu madre, ahí está tu prójimo, el enfermo, cuídalo”, señaló.
Recordó que el Papa Francisco afirma que los ancianos y los enfermos son parte de una familia a quienes se debe dar tiempo, cariño, atención de parte de todos los miembros de la Iglesia.
Al finalizar la Eucaristía, el obispo roció con agua bendita a cada uno de los enfermos, quienes salieron fortalecidos luego de las reflexiones, oraciones y sacramentos que recibieron en tan especial celebración.