Diana Adriano
Religiosas que sirven en la Diócesis de Ciudad Juárez participaron en un retiro espiritual de Cuaresma que organizó el equipo base de la Pastoral de la Vida Consagrada y se realizó en la Casa de Jesús.
En el retiro, efectuado el domingo 14 de marzo, días antes de que se decretara el cierre de templos y de actividades pastorales, participaron alrededor de 48 mujeres consagradas de las 16 distintas congregaciones religiosas con presencia en la diócesis.
Momento de encuentro
“El día de hoy estamos viendo un retiro con el tema de perdón y de amor, más que nada de reconocernos a nosotras mismas, saber cuáles son nuestros compromisos con Dios nuestro señor y con nuestro prójimo”, mencionó la hermana Leticia Tavares, coordinadora del Consejo diocesano de la vida consagrada.
Mencionó que este retiro les sirvió como un espacio de encuentro, reflexión donde recordaron su primer llamado y tuvieron un momento de convivencia, para mantener sintonía en el servicio que prestan como consagradas.
“Tuvimos un momento frente a Jesús Eucaristía, viviendo así la introducción al tema dirigido por el padre Jesús Manríquez, que muy amablemente nos ha acompañado”, agregó.
Dijo que intentan que la Dimensión de vida consagrada ayude a crear una convivencia ente comunidades religiosas y puedan, a través del testimonio, tener un acercamiento más profundo unas con otras y así poder ofrecer su servicio con alegría.
“Les pedimos que sigan poniendo en sus oraciones a toda la Dimensión de vida consagrada y por las vocaciones en nuestras congregaciones. Muchas gracias a todos por su apoyo a consagradas y consagrados”, finalizó.
El retiro concluyó con la celebración de la Santa Misa, para después vivir una convivencia entre las religiosas, quienes compartieron los alimentos y momentos de charla.
Hemos reflexionado el inicio de nuestra vocación y nuestro caminar hasta ahora. En medio de momentos alegres o tristes siempre nos ayuda el seguir adelante confiando en Jesús, alegres y con entusiasmo a esta vida a la cual Dios nos ha llamado.
Hermana Juanita – Franciscana de la Inmaculada Concepción
Es algo muy bonito que tenemos que llevar dentro de nuestra vida religiosa, el poder recordar esas reflexiones que nos dan y que nos ayudan a reanimar nuestra vida de entrega a Dios. Veo a las hermanas muy alegres y muy llenas de Dios que es como debe ser nuestra vida consagrada.
Hermana Luz del Carmen – Oblata de Santa Martha