Ana María Ibarra
En torno al día de San Vicente de Paúl, las cuatro ramas vicentinas en la diócesis celebraron a su santo patrono con el primer retiro como Familia Vicentina Región Norte, siendo Juárez la sede justamente por ser donde están presentes todas: Voluntarias Vicentinas, Juventudes Marianas Vicentinas, Medalla Milagrosa y Sociedad de San Vicente. El retiro incluyó una misa.
Bertha Alicia González, coordinadora de Juventudes Marianas Vicentinas, explicó que aunque siempre han celebrado algunos eventos juntos, ser Familia Vicentina los une más para colaborar en conjunto.
El retiro inició con la presentación de los coordinadores de cada una de las ramas: Voluntarias Vicentinas: Mary Ayala; Juventudes Marianas: Bertha González; Medalla Milagrosa: Manuel Cázares y Sociedad de San Vicente: Marisela Orgaz.
En otro momento, participaron de alabanzas y oración, para luego pasar al primer tema “La Santidad en la Familia Vicentina”, impartido por Bertha González, quien habló a los asistentes sobre la importancia del servicio de cada uno de los integrantes en la asociación.
“La santidad consiste en hacer la voluntad de Dios en todas las acciones, decía San Vicente de Paúl, y eso es lo que hace cada uno y cada una de ustedes en su servicio”, expresó.
Santos y beatos vicentinos
En equipos, los asistentes estudiaron la vida de cada algunos santos y beatos vicentinos: Santa Luisa de Marillac, compañera inseparable de San Vicente de Paúl y patrona de las trabajadoras sociales. Margarita, autodidacta, aprendió el Catecismo y a leer mientras cuidaba el ganado. Murió a los 39 años.
Federico Ozanam, abogado. Precursor de la democracia cristiana. Defensor la justicia laboral y justicia social. Fundo la sociedad de San Vicente.
San Francisco Regis, presbítero misionero martirizado en China, cuya frase fue: “Ser santo como Dios es santo”.
También la beata Rosalía Rendu, Hija de la caridad, quien visitaba enfermos y pobres y cuya cualidad fue la abnegación; Juan Gabriel Perboyre, quien murió martirizado en China y Santa Catalina Labouré, vidente de la Medalla Milagrosa.
Misa conclusiva
Después del tema, los participantes tuvieron un breve descanso para compartir. Y luego Marisela Orgaz, de la Sociedad de San Vicente, dirigió una dinámica mediante la cual les enseñó cómo preparar una despensa.
Un segundo tema les fue expuesto para enseguida pasar a degustar platillos mexicanos en la hora de comida.
El retiro concluyó con una misa presidida por el padre Armando Benavides, asesor de la Familia Vicentina, y que estuvo acompañado por el padre Leonardo García, párroco de Cristo Rey.
El padre Armando felicitó a la Familia Vicentina y los impulsó a continuar prestando su servicio con amor y entrega como lo hacen desde hace ya varias décadas.