Benito Rodríguez/ Aleteia
DC Comics no oculta su estrategia de introducir personajes y subtramas LGTBI en sus cómics y sus series de televisión para jóvenes y adolescentes. Ahora ‘sacan del armario’ al nuevo Superman, el hijo de Clark Kent. ¿Normalización o promoción? Estos nuevos contenidos dirigidos a nuestros hijos suponen un gran reto para la familia. Los padres deben formarse en el Magisterio de la Iglesia sobre esta cuestión, estar al tanto de lo que leen y ven sus hijos y darles las respuestas adecuadas
¿Quién es este nuevo Superman? Se trata de Jon Kent, hijo de Clark Kent, un joven de 17 años protagonista de la nueva serie de comics «Superman: Son of Kal-El». Descubre su atracción por un periodista compañero de redacción y comienzan un romance, con beso apasionado incluido. Su guionista, Tom Taylor, ha asegurado que “sería una oportunidad perdida imaginarlo como otro salvador blanco heterosexual”y añade que pretenden un nuevo tipo de “modelo” para que “todos se vean representados”.
No es el primer personaje que proclama su orientación sexual hacia personas del mismo sexo. De hecho, se suma a una larga lista en el mundo de los cómics entre DC y Marvel, con Robin, Batwoman o el Nuevo Capitán América como principales exponentes. Pero sí el de más impacto, el superhéroe más poderoso y posiblemente con el sentido de bien y del mal más definido.
Estrategia LGTBI
Las grandes compañías de cómics y superhéroes no ocultan su estrategia que va más allá de cambiar la identidad sexual de algunos personajes para reflejar una presencia real y normalizada en la sociedad.
En prácticamente todas sus series están incluyendo tramas secundarias y romances en esta línea. Se hace de forma consciente para llegar a la población adolescente y joven. Así se puede contrastar en series como «Arrow«, «Supergirl» o «Umbrella Academy», entre otras muchas. Ante esto, el conocido sacerdote colombiano Fray Nelson Medina asegura que “de lo que se trata es de modelar el corazón de los niños para que se arriesguen a experimentar distintas sensaciones sexuales o para que tomen una postura de permisividad bajo el nombre de mente abierta, respecto a la orientación sexual”.
La advertencia de Juan Pablo II
Juan Pablo II mencionó las historietas en el XIV Mensaje de las Comunicaciones Sociales: “A veces los padres no se cuidan suficientemente de esto. Preocupados en general de vigilar las amistades que mantienen sus hijos, no lo están igualmente respecto de los mensajes que la radio, la televisión, los discos, la prensa y las historietas gráficas llevan a la intimidad «protegida» y «segura» de su casa. Es así como los mass-media entran a menudo en la vida de los jóvenes”.
Hay prácticamente consenso en todos los expertos de Comunicación Política que la mejor herramienta para transmitir ideología no son los informativos o las tertulias televisivas, sino los programas de entretenimiento, a través de personajes con los que se puedan sentir identificados y transmitan mejor las emociones. En el caso de un público adolescente, los superhéroes son el mejor ejemplo porque representan la lucha del bien contra el mal.
¿Cómo actuar?
Ver la serie con nuestros hijos y hablar con ellos. Sería absurdo querer abstraer a nuestros hijos de una realidad. Como señala el psicólogo infantil Javier Urra, los niños y jóvenes “va a ver de una manera u otra” las series de moda de las que todos sus compañeros hablan. Por eso, propone que los padres se sienten a verlas con ellos, mejor eso a que las vean a escondidas. Y así, eliminada primero la curiosidad juvenil, se da pie a una comunicación productiva con nuestros hijos. Quizás entonces sea el momento de decirles que esa serie o comic no son adecuados para ellos.
Educar en “ser distintos” o en “ir contracorriente”. No es algo nuevo para los cristianos. Educar a nuestros hijos sabiendo que las modas o las corrientes de los tiempos no pueden alterar la solidez de una vida enraizada en las enseñanzas del Evangelio. Los Mandamientos no tienen que ver con las modas ni con los modelos que plantea la sociedad. Los modelos para los cristianos son Cristo, María y los santos. Eso no significa no estar en el mundo.
Formarse a conciencia en esta cuestión. Para poder enseñar bien a nuestros hijos hay que formarse correctamente. No con generalidades, sino con sustancia.