Lectio Divina correspondiente al domingo 06 de abril. V Domingo de Cuaresma. Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y él, sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a él, le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?”
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra”. Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?” Ella le contestó: “Nadie, Señor”. Y Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar”.
Ahora hagámonos las siguientes preguntas:
¿A dónde se retiró Jesús a orar? ¿al día siguiente a dónde fue?
Estando sentado entre la multitud ¿a qué se dedicaba Jesús?
Los escribas y los fariseos llevaron ante él a una mujer adultera ¿y qué le preguntaron?
¿Cuál era la intención de esa pregunta? ¿Cómo les responde Jesús?
Después que los acusadores se retiran ¿Qué le dice Jesús a la mujer?
Interioricemos en el texto
San Juan nos narra que estando Jesús en Jerusalén eran muchos quienes le buscaban para escuchar sus enseñanzas y cómo antes de acudir al templo él se preparaba orando. Estando en el Templo, que era el corazón de la fe judía, fue puesto a prueba por algunos doctores de la Ley (también llamados escribas) y fariseos con la intención de hacer que violara los mandatos de Moisés y poder así acusarlo de enseñar herejías. Inicialmente Jesús se queda misteriosamente callado hasta ser nuevamente cuestionado. Su respuesta fue más allá de un sí o un no, él aprovecha esta situación para hacerles ver lo difícil de mantenerse firme ante el pecado y mostrar, de manera muy especial, el alcance de la gran misericordia de Dios. Por último, invita a la mujer a resistir las tentaciones y mantenerse alejada del pecado.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Una de las acciones importantes de Jesús, aparte de las curaciones y exorcismos, fue la enseñanza, y que ésta no solo se centró para sus discípulos cercanos, sino también en pueblo que buscaba escucharlo pues sus palabras les fortalecían y descubrían en sus enseñanzas la misericordia y el perdón de un Dios que no solo era justiciero, sino que estaba lleno de amor por ellos. Así como aquellas personas que se acercaban a sus enseñanzas ¿también tú lo haces? ¿Te das tiempo en esta Cuaresma para acercarte a Jesús, a su Palabra?
No sabemos que pasó con esos acusadores, pero sí conocemos el gesto de cambiar sus intenciones justicieras por otras más bien de arrepentimiento y probablemente de conversión. Así en este tiempo de Cuaresma, que es tiempo de reflexión, nuestra Iglesia nos invita también al arrepentimiento y la conversión ¿te has permitido ese tiempo de oración para preparar tu corazón para recibir sus enseñanzas, su redención?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Gracias Jesús por tus enseñanzas y gestos
de misericordia hacia nosotros.
Gracias por tu perdón, ayúdanos a cumplir
tu llamado a abandonar el pecado. Amén
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces durante la semana un versículo de la Sagrada Escritura para que alimente nuestra fe:
« Esto dice el Señor. No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo;
yo voy a realizar algo nuevo » (Isaías 43, 16.18-19)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Está por terminar la Cuaresma, tiempo de reflexión y conversión; durante estas semanas hemos buscado prepararnos para nuestra Pascua cristiana, acerquémonos a las enseñanzas de Jesús, busquemos el momento adecuado para interiorizar su Palabra, tomemos nuestra Biblia y oremos para que nuestro corazón le escuche.
Propuesta: Como fruto y signo de nuestro arrepentimiento compartamos nuestro tiempo y nuestros dones materiales con los necesitados y olvidados. Que tu acción de ayuda sirva para mostrar la misericordia de Dios con quienes sufren de soledad y pobreza. Acude a algún asilo o comedor comunitario para llevar tu ayuda, o bien, como medio de entrega puedes apoyarte en el Ministerio de Caridad de tu parroquia.