Lectio Divina correspondiente al domingo 28 de diciembre. Fiesta de La Sagrada Familia. Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico San Jerónimo…

Jorge Sánchez/ IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Mt 2, 13-15. 19-23
Después de que los Magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Después de muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño». Se levantó José, tomó al niño y a su madre y regresó a tierra de Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá, y advertido en sueños, se retiró a Galilea y se fue a vivir en una población llamada Nazaret. Así se cumplió lo que habían dicho los profetas: Se le llamará nazareno.
Ahora hagámonos las siguientes preguntas:
¿Quién se le aparece a José en sueños? ¿hacia dónde le indicó el ángel a José que deberían partir y por qué? ¿hasta cuándo debía volver José? ¿Cómo reaccionó José ante este aviso? ¿Cómo y por qué le avisa el ángel a José que ya debía regresar a Israel? Al regresar José con María y el Niño sintió temor y eso lo llevó a irse a vivir ¿a qué país?
Interioricemos en el texto
José, fiel a Dios y con gran espíritu protector de su familia, atiende el llamado que recibe y que le advierte de lo peligroso qué sería seguir viviendo en la tierra de Israel: el peligro es la posibilidad de que Jesús, niño indefenso, muera en manos de quienes lo conciben como un riesgo a su poder, estatus y estilo de vida. Hoy en muchos de nosotros vive una fe en Jesús que aun es indefensa ante lo atractivo que pueden ser los nuevos estilos de vida y no somos conscientes de que nos seducen y llevan a “matar nuestra fe en Jesús”. La salida de José a Egipto nos muestra cómo a veces es necesario abandonar aparentes comodidades que mal entendidas nos conducen a la perdida de fe y, por consiguiente, quizás arrastraremos a otros a ese error. Santo Tomás de Aquino nos dejó este pensamiento que nos fortalece ante los distractores de nuestra fe: “no se vence resistiendo; se vence huyendo, es decir, evitando totalmente las tentaciones y ocasiones”.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Hoy Dios se puede valer no solo de sueños sino de personas que nos hacen llegar su voz ¿Has recibido de parte de las personas que te aman el llamado o advertencia de lo riesgoso que puede ser seguir viviendo de cierta manera? Si es así ¿cómo has reaccionado ante esos llamados?
¿Estás dispuesto a dejar la comodidad o lo placentero que pueden ser ciertos estilos de vida para protegerte a ti mismo y a tus seres amados? El llamado es hoy a través de nuestra Iglesia y la Escritura nos invita a reflexionar sobre los riesgos que implica poner en peligro tu fe en Jesús.
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús, abre mis oídos para reconocer tu voz
que muchas veces llega a través de las personas que me aman
y otras veces está ahí esperándome en la Sagrada Escritura.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces durante la semana un versículo de la Sagrada Escritura para que alimente nuestra fe:
«Quien honra a su padre, encontrará alegría en sus hijos y su oración será escuchada» (Eclesiástico 3, 5)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Nuestro llamado en la fiesta de La Sagrada Familia es ser sus imitadores, así que nuestras acciones primarias de caridad (amor) debemos dirigirlas a nuestra familia y no necesariamente con ayuda material, sino en acciones que expresen nuestro cariño y cercanía.
Propuesta: Reflexionemos sobre nuestra actitud y forma de relacionarnos con nuestra familia; en estos días realicemos un listado de aquellos familiares a los que trataremos de hacerles presente nuestro afecto y agradecimiento; no dejemos fuera de la lista a aquellos que por diferentes circunstancias los hemos dejado en el olvido ya que algunos están necesitados de afecto y apoyo espiritual. Al mismo tiempo podemos orar esta semana por todos ellos pidiendo la intercesión de La Sagrada Familia.
































































