Desconozco si te podré ver pasar, pero ahí estaré entre la multitud con el espíritu de Zaqueo: bajito, pero atrevido. Bienvenido seas, Líder con estandarte Franciscano y terciario, con filosofía de pobreza, humildad, sencillez, misericordia, equidad y piedad.
¿Qué te puedo decir de Ciudad Juárez, mi frontera amada, si el mundo ya la conoce por sus temas tan desafortunados que la han golpeado y proyectado?
Tu visita es un hecho histórico y trascendental que lanza preguntas en foros nacionales e internacionales: ¿Por qué a Ciudad Juárez?
Entre los temas seleccionados sé que conversarás sobre la violencia, los presos, los migrantes, las empresas y su falta de solidaridad hacia el trabajador, el capitalismo, entre otros, y que visitarás lugares vulnerables y con cierto simbolismo. Sin embargo, deseo suplicarte lo siguiente: Menciona la importancia de las bibliotecas en contextos con características como el que hoy visitas.
Los niños, jóvenes y adultos que se encuentran en entornos de pobreza visitan bibliotecas con carencias significativas y es un asunto olvidado por la sociedad, el gobierno y la iglesia.
Existen bibliotecas de este lado del rio Bravo que fungen como recintos de niños que, ávidos de palpar o envolverse por segundos en la tecnología y los libros, acuden a realizar sus tareas. Los jóvenes que son rescatados de los vicios y de la delincuencia ahí reciben pláticas y los adultos golpeados por el estrés y los problemas económicos se extravían por momentos en el placer de leer y participan con alegría en actividades recreativas.
Sus bibliotecarios son personas con vocación de servicio y amor al público y con una sonrisa declaran: “Y no se quieren ir cuando es hora de cerrar”.
Así es que, Papa Francisco, desde el contexto bibliotecario olvidado te hablo porque es muy importante que el mundo conozca que una sociedad golpeada y dolida como lo es la de mi frontera, debe apoyarse en bastones forrados de libros y de fe.
Para concluir, deseo que la sociedad de hoy conozca que, muy cerca del Rio Bravo, habitan entre el desierto de la pobreza recintos que no tienen santos, pero veneran libros, que no oran, pero leen, son sitios que congregan a ciudadanos con intenciones loables como las de un templo que invita a sus fieles a amar a Dios, las Bibliotecas promueven amar el SABER y, con información, los pueblos despiertan y se liberan del opresor y, con fe, los pueblos se dirigen e interactúan con valores y bienaventuranzas al imitar a su Dios. Las bibliotecas son importantes en los entornos abatidos porque sus servicios y recursos son refugios para el espíritu y el intelecto de aquel que busca lo que desea encontrar: paz, tranquilidad, información, recreación y lectura en medio de situaciones que le impactan y afectan.
¡Gracias por tu visita Papa Francisco, embajador de la esperanza!