La Calaca rondó Ciudad Juárez para llevarse al Papa Francisco…pero ¡Sorpresa! ¡no pudo con él! …
Un panteón desolado
Las llaves del Reino en mano
como amoroso pastor
llegó al pueblo mexicano
en el nombre del Señor.
Los humildes y sencillos
quieren ver el sol naciente,
más va entre los pastorcillos
Herodes que algo presiente.
La calaca preocupada
no encontraba explicación,
pero yacía desolada
en solitario panteón.
Habíamos blindado todo
y montado su venida,
pero una guerra de lodo
la trocó en opción de vida.
Papa Francisco
Al bajar del aeroplano
en gesto protocolario
la muerte le dio una mano
que puso alerta al vicario.
No podés tomarme el pelo
-le dijo por lo bajito-
estás que parecés hielo
ve a tomarte un cafecito.
En cambio, mírame Pibe,
yo vengo resplandeciente,
y la gente me recibe,
con un corazón ardiente.
Obispo don José Guadalupe
La muerte muy lisonjera
le dijo a don Guadalupe.
desde que te vi lo supe,
tú eres el que lidera.
Sé que eres el mero mero
y perdóname si abundo,
si tu lugar es primero,
¿Por qué aceptar el Segundo?
Don Lupe sin vacilar,
con el alma en el mitrado
echo mano a su cayado,
como queriendo pelear.
Jamás lograrás tus fines,
tú guárdate tu ponzoña,
y vete a comer carroña
en tus áridos confines.
P. Mario Manríquez (Coordinador general)
Este sí se portó mal
porque jamás me dio chance,
era el líder general
y nunca estuvo a mi alcance.
Hoy, aunque a toro pasado,
lo tengo que confesar,
sí me lo hubiera llevado,
nada más por fastidiar.
P. Salvador Magallanes (Evento Aeropuerto)
Atada en el aeropuerto,
oteaba tras lontananza
con mi más negra esperanza
de que el “che” llegara muerto.
Atada como un borrico
pues el cura Magallanes
no me dejó ver al “Quico”
por que no entraba en sus planes.
Así comienza esta historia:
como una novia de rancho
me quedé sin ver a Pancho,
pero él se perdió la Gloria.
P. Omar Gutierrez (protocolo)
Néofito en esta cuestión
el güero metió la pata
y se coló a la reunión
una invitada non grata,
La muerte le dijo así:
no te preocupes mi güero
que hoy no vengo por tí,
vengo por el mero mero.
P. Luis Maldonado (Comisión de prensa)
En Cibeles se paseaba
obviamente emocionado,
por poco no se la acaba,
el padre Luis Maldonado.
Ante la nota virtual
el padre se quedó helado,
aunque sin traje formal,
la muerte se había colado.
El pavoroso esqueleto
le dijo muy coloquial
esta vez traigo otro reto,
el invitado especial.
Monseñor René Blanco (Recepción de obispos)
No te agüites carnalito,
claro que iras al panteón,
pero no como muertito,
vengo por los de bastón.
Ponme en bandeja de plata
a ese que viene de Roma,
debo mandarlo a la goma,
y no quiero meter la pata.
P. Roberto Luna (vallas)
Al padre Roberto Luna
tocó bailar con la más fea
y por su pura fortuna
la muerte no lo palomea.
Con muy pavorosos planes
sobre la gira papal,
la calaca muy sensual.
infliltró a sus edecanes.
Con un único objetivo
he recorrido la legua
pero no tengo motivo,
para no darle una tregua.
Soy la fiscal del Estado
y te prometo una pausa,
por tu “jale” realizado
te harán “doctor honoris causa”.
P. Francisco García (Altar y escenario de la misa papal)
El padre a marchas forzadas,
se ocupaba de su asunto,
ayunos y desveladas,
lo pusieron en El Punto.
La muerte con pesimismo
dijo, poco importa El Punto
que para caer difunto
cualquier lugar da lo mismo.
Pancho se armó de paciencia,
apechugó y se contuvo
y con santa intransigencia
la despachó por un tubo.