Al acercarse la fecha del primer aniversario de la visita del Papa Francisco, comenzamos a reflexionar sobre los frutos y retos que ha traído la histórica presencia del Vicario de Cristo entre nosotros…comenzamos con los efectos en el mundo de los presos, a los que el Papa Francisco habló en el Cereso No.3
Ana María Ibarra
Una presencia palpable de Dios en los internos y directivos del CERESO, así como al interior de la Pastoral Penitenciaria, es el fruto que ha dado la visita del Papa Francisco al centro penitenciario a un año del acontecimiento.
Sin embargo, también existen retos y desafíos a lograr los cuales podrán vencerse con el apoyo de la comunidad diocesana. Así lo compartieron los integrantes de Pastoral Penitenciaria.
Más agentes de pastoral
Como un año de mucho júbilo es como la hermana Jacinta Martínez, religiosa de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, definió este tiempo después de la venida del Papa Francisco y su visita a los internos del CERESO.
Una de las muchas bendiciones que se han experimentado en este año, dijo, es la llegada de nuevos agentes de pastoral.
“Antes entrabamos sólo 8 agentes en el área varonil. A raíz de la visita papal, ha habido muchos cambio en Pastoral Penitenciaria, ahora somos 31 agentes, eso es un gran impacto”, expresó.
Entre los nuevos agentes se encuentran el matrimonio López y la joven Alejandra Flores, quienes compartieron su experiencia en la pastoral.
“Llegamos pensando que la pastoral era solo un visiteo, pero nos dimos cuenta que va más allá de las paredes del CERESO. Va a las familias de los internos, los custodios, y debe de ir a los retiros de jóvenes y matrimonios para que conozcan los testimonios de quienes han estado aquí. Tenemos mucho trabajo qué hacer”, dijo Fernando López quien junto con su esposa Telma se integró hace 8 meses.
Por su parte, Alejandra compartió que llegó a la pastoral después de leer en Presencia una nota sobre la visita del papa y de escuchar al Santo Padre resaltar las obras de misericordia.
“Me di cuenta que me faltaba en esta vida visitar al preso. Es importante que los jóvenes nos involucremos. Los internos nos reciben con los brazos abiertos, tienen hambre de Dios, muchos ni siquiera lo conocían. Que el papa haya venido a visitarlos les tocó el corazón y los animó a buscar y a conocer de Dios”, dijo Alejandra.
Aperturas
Después de la visita los agentes expresaron su deseo de trabajar en todas las áreas, seguir apostando por los internos.
“Las autoridades nos abrieron todas las puertas para seguir trabajando, han sido más accesibles, más tolerantes, que de alguna manera les conviene porque les ayudamos”, compartió la religiosa.
“Hemos tenido más acercamiento con el señor obispo. Sigue expandiéndose la noticia de Dios, ya no se quedó en un cajón escondido, seguimos en esta dinámica”, agregó.
Necesitan ayuda para avanzar
En cuanto a los internos, hay grandes desafíos, uno de ellos formar un coro.
“Nos expresaron su deseo de evangelizar cantando, que la sociedad los oiga que pueden hacer cosas buenas. En diciembre hicieron una pastorela y están motivados a realizar una obra sobre la Pasión de Cristo. Ellos nos están proponiendo y nosotros los apoyamos, es un gran avance”, expresó la hermana Jacinta.
Para lograr este deseo de los internos, la religiosa pidió el apoyo de la comunidad diocesana con la donación de instrumentos musicales.
“La ayuda que les pedimos son instrumentos como guitarras, guitarras eléctricas, bombo, bongó, güiro, castañuelas, palo de lluvia, chelo, un contrabajo, batería, teclado y un proyector como material de apoyo”, pidió la religiosa.
Para el crecimiento de los internos la pastoral solicita también libros formativos y biblias.
Involucrar a más agentes
Un desafío para la pastoral es involucrar a los sacerdotes, religiosas, seminaristas y comunidad en general.
“Sabemos que los sacerdotes tienen mucho trabajo, sin embargo el padre Gilberto Pérez los está invitando. Invitamos también a las religiosas, que tengan presencia, quizá no todos los fines de semana pero al menos una vez al mes”, invitó la hermana Jacinta.
Daniel Zamora, integrante de la pastoral, se unió a la petición de la religiosa.
“Necesitamos el apoyo de las parroquias. Cuando los internos salen a veces no saben a dónde acudir a solicitar ayuda. Es necesario que cada parroquia tenga su ministerio de pastoral penitenciaria, si no es para visitar el CERESO, por lo menos para que ofrezcan esa ayuda”, dijo Daniel.
“Somos 31, pero seguimos siendo pocos para la cantidad de la población que tenemos que atender. Nos falta abarcar más el área femenil. El papel de los laicos ha sido muy enriquecedor. Son ellos los que han sacado adelante el trabajo”, finalizó la hermana Jacinta.