Mons. J. Guadalupe Torres Campos/ Obispo de Ciudad Juárez
Queridos hermanos, les saludo con mucho amor de padre y pastor. Un domingo muy bonito, tranquilo, el frío ya viene a menos, pero en Juárez todo puede pasar en cuestión del clima.
Domingo séptimo del Tiempo Ordinario. Ya está a la puerta el tiempo fuerte de la Cuaresma.
Si hace ocho días el evangelio de san Lucas nos desconcertaba con las propuestas de: ‘dichosos los pobres, los que lloran, los que tienen hambre… también en este domingo, Cristo en el evangelio de san Lucas nos interpela, nos cuestiona, dirían los jóvenes, ‘nos saca de onda’, en el buen sentido de la palabra. ¡Qué bueno que haga esto la Palabra de Dios!
Dice san Lucas en el evangelio: ‘Amen a sus enemigos’, así empieza prácticamente, nos pide amar a este que es mi enemigo, con el que estamos en guerra. Pero ¿Amarlo? Pues el Señor nos dice que amemos a nuestros enemigos.
Segundo: ‘Hagan el bien a los que los aborrecen’. Está bien a la familia, a los conocidos, a los amigos, ¿Pero al que me aborrece? ¿Por qué? o ¿Cómo? Es otro desafío que el Señor nos pide para avanzar en nuestra fe.
Tercero: ‘Bendigan a quienes los maldicen’, a quienes desean lo peor para uno. Puede ser que los haya. A mí no me cabe la idea de desearle mal a alguien, pero puede ser.
Y cuarto: ‘Oren por quienes los difaman’. Creo que en el fondo son cuatro verbos importantes que como cristianos debemos vivir diariamente.
Primero: ama. Jesús toca primero el mandamiento del amor, y cuántas veces, de una u otra manera, Jesús nos pide ¡Ámense!…y Jesús siempre es el primero que nos muestra su amor.
Hacer el bien. El cristiano, el hombre de fe debe hacer el bien, hay muchas maneras de hacer el bien, un pensamiento, una caridad, un consejo, compañía, apoyo, perdón. Y eso es para todos: que cada cristiano y cada persona pasemos haciendo el bien.
Bendigan. el Señor nos bendice, así dice la lectura, Cristo bendice a su pueblo con su Palabra y acciones y quiere que tú y yo seamos bendición para los demás.
Transmitir a Dios, dar paz, desear lo mejor… y la oración. Jesús es ejemplo de oración. Hace oración y nos enseña a orar, no sólo para pedir por mí, sino pedir por los demás.
Son cuatro acciones que siempre debemos hacer, sobre todo con aquellos que son nuestros enemigos, nos maldicen.
Sigue diciendo el evangelio, ‘traten a los demás como quieran que ellos los traten a ustedes’. Tratar bien a los demás, a tu esposa, hijos, vecino, a todos con respeto, en su dignidad de ser humano. Presten su tiempo, sus talentos, sus manos. Prestar no sólo dinero o cosas materiales, sino tu corazón, estar disponibles para los demás. Y por otra parte no juzgar, porque somos muy dados al juicio, al señalamiento, a condenar a los demás.
Hoy el evangelio toca esos puntos muy prácticos que debemos revisar, ¿cómo me comporto con relación a los demás, en el amor, en la bendición, en el juicio, en la ayuda y caridad, partiendo desde Cristo, el ejemplo es Cristo.
Cristo ama, hace el bien, bendice y ora por nosotros. Y yo creo en Cristo, soy discípulo de Cristo, entonces tengo que seguirlo en estas cosas fundamentales.
Por eso el salmo responsorial resalta, ‘El Señor es compasivo y misericordioso’, me ama, me bendice y nosotros también estamos llamados a serlo.
Dice el Papa Francisco y los obispos en América Latina, ser una Iglesia muy samaritana. Una iglesia compasiva, misericordiosa que se desvive en el amor a los demás.
Queridos hermanos: que el Señor nos ayude y nos conforte en nuestra conversión y caminar cristiano, que el Señor nos dé su gracia, experimentemos su amor, seamos una bendición para todos y oremos por todos. Que nuestra Madre Santísima, la Virgen de Guadalupe nos acompañe. Que tengan excelente domingo y semana llena de bendiciones.
Me encomiendo a sus oraciones pues este próximo 22 de febrero celebramos mi 16 aniversario episcopal, y como dice el papa, yo también lo digo: Oren por mí, para que el Señor me dé su gracia y yo sea el primero en vivir lo que el evangelio de Dios nos pide.
La bendición de Dios Todopoderoso permanezca siempre con ustedes. Un abrazo, los quiero mucho.