- Equipos de servidores están preparados para recibir de nuevo a los fieles en las misas presenciales, tras la reapertura de templos…Aquí algunos ejemplos de cómo será el retorno a misa en la Nueva Normalidad.
Ana María Ibarra
Ávidos y preparados se encuentran servidores parroquiales para la reapertura de los templos y su encuentro con Jesús Sacramentado y demás fieles en la Santa Misa.
Después de casi seis meses de permanecer alejados de sus parroquias, servidores se han capacitado para llevar a cabo los protocolos de salud ante la reapertura de los templos.
Las parroquias se prepararon con equipo para los servidores, además de insumos suficientes para la desinfección de los templos y la recepción de los fieles.
Un ejemplo
Ante el anuncio de cambio a semáforo amarillo en Ciudad Juárez, los equipos parroquiales retomaron e intensificaron su preparación y capacitación para la reapertura de templos.
Tal fue el caso de los servidores de la parroquia San Martín Obispo, al sur de la ciudad, quienes fueron convocados en grupos por su párroco, el padre Héctor Aguilar, para capacitarse en los protocolos y normas de salud establecidas.
Así lo explicó Linda Elena Valle, ingeniero biomédico quien, junto con el químico David Chávez, recibieron la encomienda de impartir la capacitación.
“Nos basamos, primero que nada, en la capacitación que impartió el señor obispo junto con el equipo diocesano, hace dos meses. Tomamos esa información y agregamos otras cosas según las necesidades de nuestra comunidad”, compartió la servidora.
Se tomaron en cuenta las recomendaciones de parte de Comisión de Pastoral Litúrgica: contar con una sola persona como sacristán en cada celebración, coro de dos personas y un solo lector.
“El sacristán será un ministro extraordinario de la comunión para preparar todo para la celebración. Será la única persona, además del sacerdote, que podrá tocar los objetos sagrados y lo hará con guantes, cubrebocas y careta para proteger a nuestros sacerdotes”, señaló.
“Un servidor subirá al presbiterio, al ambón, leerá las lecturas y servirá como monitor para explicar las cuestiones prácticas del orden, como por ejemplo cómo se llevará a cabo la Comunión y la salida. En cuanto al coro, será sólo un instrumento y una voz ya que el equipo de sonido lo utilizarán entre las distintas celebraciones”, agregó.
Aunque aclaró que tanto los aparatos de sonido como el templo en general se desinfectaran previo a cada misa, al reducir el número de servidores, se reduce la posibilidad de contagio.
Sobre el aforo
El templo parroquial de San Martín Obispo tiene un aforo de grande proporción, mientras que las capillas son de menor aforo, incluso algunas son demasiado pequeñas, en ese caso, no habrá celebraciones.
“Se ha decidido que no haya celebraciones dominicales y los fieles de esas comunidades acudan a la parroquia”, explicó Linda.
Agregó que para evitar aglomeraciones de personas se utilizará un sistema de reservación, es decir, los fieles deberán llamar a la parroquia o ingresar a una nueva página de facebook para registrar su asistencia proporcionando su nombre, su comunidad y horario de celebración a la que desea asistir.
“Contaremos con servidores para la recepción que tomarán la temperatura, dispensarán gel antibacterial y realizarán un cuestionario de cuatro preguntas muy precisas: si sienten el cuerpo cortado, síntomas de resfriado, dolor de cabeza o dificultad de respirar. Si no es así, pasará al templo”.
También se contará con servidores para el orden dentro del templo, mismos que ayudarán con la colecta, la desinfección previa y la correcta señalización del templo.
“El aforo en la parroquia será de 90 personas. Contamos con sillas individuales lo que hace más fácil cuidar el aforo. Tenemos algunas bancas pegadas a las paredes que ya están correctamente señaladas”, dijo.
Más que preparados
De esta manera, Linda afirmó que la parroquia se encuentra preparada para la reapertura, cuidar la sana distancia y con las normas de seguridad.
“Más aún, estamos preparados espiritualmente. Los fieles católicos estamos ansiando poder recibir nuevamente al Señor sacramentado y los sacramentos. Estamos muy emocionados”, expresó con regocijo.
E invitó a los fieles de todas las comunidades parroquiales a hacer conciencia y respetar todas las normas que se han planteado.
«Si nosotros respetamos estas normas poco a poco vamos a ir retomando la normalidad que teníamos en nuestras comunidades, pensando en nuestros hermanos en la fe”, finalizó Linda.
Seis equipos en San Francisco de Asís
Otro ejemplo es la comunidad parroquial de San Francisco de Asís donde el padre Alfonso García, párroco, puso al frente de los equipos de sanitización al matrimonio de Adriana y Fabián Santos.
“El padre nos pidió formar equipos. Somos seis conformados por 10 personas cada uno. Tenemos un aforo de 450 personas y tenemos pensado que sea de unas 90 personas. Serán tres misas en domingo con espacio de tres horas para tener tiempo de desinfectar el templo y quede libre de virus y gérmenes,”, dijo Adriana.
Tomando en cuenta la capacitación que previamente se les impartió a nivel diócesis, Adriana y Fabian junto con los grupos de servidores, han diseñado el protocolo para las celebraciones eucarísticas.
“Tres personas estarán en recepción para la bienvenida, tomar la temperatura con termómetros digitales, y dar gel antibacterial. Contamos con sales cuaternarias para desinfectar el templo 30 minutos antes de cada misa”, compartió Adriana.
Agregó que otras tres personas se dedicarán a dirigir a la gente en las bancas que ya han sido señaladas.
“El templo será sanitizado antes, durante y después de cada celebración. Para tener orden, haremos recomendaciones a la gente sobre cómo moverse dentro del templo y durante la Eucaristía. Estamos cuidando que haya sana distancia en todo momento”, afirmó.
Señaló que otro grupo de tres personas van a guiar a la gente, al final de la celebración, cuidando que no haya contacto entre sí. Finalmente, una persona supervisará que todo se realice de la mejor manera.
“Consideramos que estamos listos y preparados para este regreso, estamos ansiosos de vivir nuestra eucaristía y nadie mejor que nosotros que queremos que ya se abran los templos y que sea con el mayor cuidado. Si alguien respeta y ama la vida somos los cristianos que sabemos lo que significa ser imagen y semejanza de Dios”, expresó Adriana.
Adriana reconoció la necesidad que la comunidad siente de estar reunida, sin embargo, señaló que debe hacerse con conciencia.
“Ya necesitamos estar juntos y recibir la eucaristía, fuente y culmen de nuestra fe. Si bien, nuestros pastores nos han motivado haciendo tantas cosas para que sigamos firmes, nuestro espíritu pide a gritos el alimento, es una necesidad esencial aunque el gobierno diga que no”, finalizó.