¿Por qué a la iglesia le interesa el tema de la ecología?…Aquí una explicación…
Diana Adriano
Los seres humanos, nos cuenta el Génesis, somos una creación muy querida por Dios. El medio ambiente es el lugar de crecimiento y desarrollo del hombre, sin embargo, estamos frente la problemática inminente de su deterioro.
Esto debido a actitudes egoístas, estructuras de corrupción, mentalidades materialistas y consumistas, con un impacto negativo, en algunos casos con daños irreversibles en nuestra casa común..
Así lo explicó el Dr. Felipe Adrián Vázquez Gálvez, Coordinador del Centro de Ciencias Atmosféricas del Instituto de Ingeniería y Tecnología de la UACJ, quien reflexiona con Periódico Presencia sobre la importancia de la Doctrina Social de la Iglesia en el desarrollo de la conciencia ecológica.
Tema de interés para la Iglesia
El entrevistado explicó que a la Iglesia le interesa los temas que tengan implicaciones morales o éticas, y desde luego, que estén vinculadas al bien común. Por ello, la importancia del medio ambiente sobresale en la Iglesia proponiendo como camino la ecología integral frente a la grave crisis ambiental.
“En muchos sentidos, la posición general del medio ambiente era más bien, recursos naturales que se explotaban para el beneficio de las personas. No se veía esta concepción ecosistémica de los recursos naturales. Esa visión es relativamente reciente”, explicó.
Dijo que la naturaleza es una herencia gratuita que hemos recibido sin hacer nada previamente. Es un don de Dios, pero un don que reclama responsabilidad y cuidado.
“Poco a poco comenzamos a notar que el modelo con el que estamos explotando estos recursos naturales, estaban creando una pérdida de este capital natural. En ese sentido, tenemos una responsabilidad pues estas explotaciones desmedidas son lo que convierte el tema en un asunto del estilo moral y ético”, señaló el catedrático.
“Esto es así, porque estamos consumiendo el capital de las futuras generaciones de una manera desordenada, de una manera que hace daño y no responde a una visión de enriquecimiento espiritual y material de las personas”, abundó.
Una respuesta espiritual
El experto afirmó que la Iglesia católica hace un esfuerzo para comprender la crisis ecológica y su compromiso con la defensa del medio ambiente tiene respaldo en las enseñanzas de la Doctrina social.
“La Iglesia ha venido adoptando esta doctrina que de alguna manera adquiere una dimensión más estructurada en la encíclica del Papa Francisco ‘Laudato Si’, la cual generó una reacción muy importante a nivel político y social”, aseguró.
Profundizando en la Doctrina Social de la Iglesia sobre la preservación de la naturaleza, el Dr. Vázquez recordó dos puntos fundamentales:
“Por primera vez, la Iglesia plantea una crisis ecológica, vinculada a la raíz humana, es decir, a nosotros como causantes de esta crisis ecológica. Esto nos enseña que no debemos reducir la naturaleza a un mero instrumento a manipular y explotar. Ni debemos hacer de la naturaleza un valor absoluto, o ponerla por encima de la dignidad de la persona humana”, indicó.
Principios aplicados
Es en este sentido que se debe dar una respuesta espiritual a las cuestiones medioambientales, inspirados por la convicción de que la creación es un don que Dios ha puesto en manos de la humanidad, para ser usado de modo responsable.
El especialista afirmó que aquí entra el concepto de la sustentabilidad, que no es otra cosa que satisfacer las necesidades de hoy, sin comprometer los recursos del mañana.
“En este tema del cuidado del medio ambiente, la sustentabilidad nos mantiene con la visión de cómo debemos estructurar un orden económico y social en cuanto al manejo de los recursos naturales”, dijo.
Aplicado a la perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia, el Dr. Vázquez declaró que hacer el bien y evitar el mal requiere de una conciencia formada capaz de reflexionar sobre sus actos, abrirse a Dios y a los demás impulsado por la verdad y el amor. Este planteamiento, agregó, permitirá adquirir a todo católico una verdadera conciencia ecológica.
La fe y el cuidado del medio ambiente
El doctor Vázquez reconoció que ha faltado reflexión a la luz de la fe sobre este tema del medio ambiente.
“Mucho se ha criticado que nosotros en la fe tenemos una visión antropocéntrica, es decir, centramos al hombre como aquel que es el dueño y señor de todo. Y en realidad eso no es lo que la fe nos ha enseñado. La fe nos pone en una dimensión a partir de la cual vemos a la naturaleza como la creación de Dios, y la fe nos llama a defender la Creación”, expuso.
“No podemos deslindar la cuestión de la fe sobre lo que está pasando en el medio ambiente. Como católicos debemos ver el hecho que el Papa Francisco utilizó como parte de su motivación el espíritu de San Francisco, y tomar ese ejemplo para buscar estilos de vida que tengan virtudes ecológicas y que están enraizadas en la visión evangélica de la Creación”, declaró el catedrático.
Un llamado urgente
El experto dijo que las personas ven el actuar humano a partir de un orden natural y aunque este modelo ha traído cierta prosperidad, también ha esclavizado al ser humano a trabajar en una serie de cuestiones que quizá no necesita.
“El cambio climático no es más que la consecuencia de estos actos, que yo llamo de ineficiencia en los procesos de generación de energía, de bienes y de cosas que consumimos. Al ser tan ineficientes provocan contaminantes que nos matan, pero no solo eso, sino que terminan en afectar en la atmósfera, esto provoca un desbalance en los elementos que controlan las leyes del clima”, afirmó.
“Estamos actuando de una manera ciega, alejada de Dios, en el sentido de que no vivimos en un equilibrio en el ecosistema. El llamado que hace el Papa Francisco es muy urgente ante estas crisis ecológica. Nos invita a pensar en la ecología integral, que es ver que todo está conectado. Y en ese “todo conectado” estamos los seres humanos”, denunció el entrevistado. Explicó que la encíclica Laudato Si’, del Papa Francisco, habla del medio ambiente desde una relación que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita.
“Debemos entender que estamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos inter penetrados. Sin duda la encíclica ha causado un revuelo grandísimo, y es aquí que nos damos cuenta que la Iglesia sigue trabajando y le da la importancia que se debe a estas cuestiones ambientales. Debemos seguir trabajando como cristianos para lograr el prosperar de nuestra casa común”, concluyó.