Lectio Divina correspondiente al 08 de agosto, Domingo XIX del Tiempo Ordinario … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor.
Jorge Sánchez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 6, 41-51
Los judíos comenzaron a murmurar de él, porque había dicho: Yo soy el pan que ha bajado del cielo. Decían: Este es Jesús, el hijo de José. Conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo se atreve a decir que ha bajado del cielo? Jesús respondió: No sigan murmurando. Nadie puede venir a mí, si el Padre, que me envió, no se lo concede; y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Y serán todos instruidos por Dios. Todo el que escucha al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Esto no significa que alguien haya visto al Padre. Solamente aquel que ha venido de Dios ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y, sin embargo, murieron. Este es el pan que ha bajado del cielo para que quien lo coma no muera. Jesús añadió: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne. Yo la doy para la vida del mundo.
(Texto tomado de la Biblia de América)
Meditar la Palabra
Después de haber leído el texto del evangelio y para una mejor reflexión hagámonos las siguientes preguntas:
¿Qué murmuraban los judíos sobre Jesús cuando le escucharon decir que él era el pan que ha bajado del cielo?
¿Cómo responde Jesús los que murmuraban?
¿Qué hace Jesús después de que todos se han sentado?
¿Qué asegura Jesús para los que creemos?
¿Cómo es el pan que Jesús nos da?
Breve Estudio Bíblico
En la segunda lectura el Apóstol Pablo le escribe a la comunidad de los Efesios recordándoles la importancia del sello recibido: el Espíritu (don que recibimos en nuestro bautizo); además les hace una serie de recomendaciones que hoy continúan vigentes para todo cristiano. Pablo nos pide, no solo que desaparezca la maldad de nosotros, sino que seamos amables, compasivos y nos perdonemos unos a otros, tal como Dios nos perdona.
El Evangelio según san Juan nos muestra cómo Jesús enlista las condiciones para creer en Él: Primeramente, Jesús nos dice que nadie puede ir a Él si antes no es atraído por el Padre; después, se deberá escuchar al Padre y aprender. Así pues, escuchar a Jesús es ser instruidos por el mismo Padre. El que cree tendrá vida eterna y Jesús nos resucitará el día final.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
El Evangelio Juan es claro al decirnos en palabras de Jesús, que él es el Pan bajado del cielo: es el Pan de Vida y quién coma ese pan vivirá para siempre.
¿Estás consciente del regalo tan grande que tenemos en nuestra Eucaristía? ¿de la historia tan grande de amor que es?
El Señor nos dice claramente que ese Pan de Vida es su cuerpo y que al final Él nos resucitará ¿Tienes presente el tesoro tan grande que a través de nuestra Iglesia se te ofrece en el altar todos los días?
Otra vez Pablo en la carta a los Efesios, nos ayuda con indicaciones prácticas para llevar una buena vida cristiana, esta semana Pablo nos habla de bondad, compasión y perdón para nuestros hermanos. ¿Soy compasivo y dado a perdonar a mis familiares, amigos y vecinos?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor,
que comprenda que ese Pan que recibo de tus manos
contiene todo tu amor por mí, tu entrega en la cruz por mí
que comprenda que ese Pan que recibo de tus manos
es tu carne y me dará vida para siempre.
Que el Pan de Vida que me regalas
me haga tener fuerzas para amarte
y amar a mis hermanos con la misma fuerza que tú
Amén.
- Contemplación:
Para la contemplación podemos repetir varias veces un versículo de la Sagrada Escritura para que entre e ilumine nuestro corazón.
«el que cree, tiene vida eterna» (Jn 6, 47)
Hagamos el propósito de repetir este versículo durante la semana.
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
La liturgia de la Palabra de este domingo XIX del tiempo ordinario a través del Evangelio nos deja claro que el Pan de bajado del cielo, el Pan de Vida, es el cuerpo del Señor, y que participar de ese Pan es vivir para siempre.
Propuesta: A partir de esta semana pondré empeño en aceptar la invitación que me hace Jesús, así que buscaré la manera de participar asiduamente en la Eucaristía y encontraré momentos de encuentro con su Palabra (la Biblia) siendo dócil a sus enseñanzas.