Samuel Pérez/Instituto Bíblico San Jerónimo
Lectio Divina correspondiente al 7 de noviembre, Domingo XXXII del Tiempo Ordinario… Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Marcos 12, 38-44.
En su enseñanza decía también: -Tengan cuidado con los maestros de la ley, quienes les gusta pasearse lujosamente vestidos y ser saludados por la calle. Buscan los puestos de honor en las sinagogas y los primeros lugares en los banquetes. Estos, que devoran los bienes de las viudas con el pretexto de largas oraciones, tendrán un juicio muy riguroso. Jesús estaba sentado frente a las arcas del templo, y observaba cómo la gente iba echando dinero en ellas. Muchos ricos depositaban en cantidad. Pero llegó una viuda pobre, que echó dos monedas de muy poco valor. Jesús llamó entonces a sus discípulos y les dijo: -Les aseguro que esa viuda pobre ha echado más que todos los demás. Pues todos han echado lo que les sobraba, mientras ella ha echado desde su pobreza todo lo que tenía para vivir.
(Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el texto del evangelio y para una mejor reflexión respondamos a las siguientes preguntas:
¿Qué instrucción da Jesucristo sobre la actitud de los escribas?
¿Dónde se encontraba Cristo sentado y qué hacía?
¿Cuánto dinero echó en las arcas del templo la viuda pobre?
¿Por qué dice Jesucristo que la viuda pobre echó más que todos los demás?
¿Qué enseñanza les da a sus discípulos sobre la ofrenda de la viuda pobre?
Breve Estudio Bíblico
La primera lectura presenta una sección del llamado “ciclo de Elías” que resalta el cumplimiento de la Palabra de Dios a través de la figura y la misión del profeta. Una mujer viuda que estaba a punto de morir de hambre es quien da alimento al profeta Elías compartiéndole de lo poco que tenía, un puñado de harina y un poco de aceite para ella y su hijo. Elías ya había sido testigo de la providencia de Dios y ahora es la mujer viuda quien al dar todo lo que tenía para vivir, se convierte en testigo de esta providencia y de la palabra fiel del Dios de Elías. “Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos”, esto revela la segunda lectura que afronta el tema del sacrificio y el nuevo culto en Cristo Sumo Sacerdote con el culto sacrificial hebreo. Ya no son necesarios más sacrificios de animales, ahora existe una alianza que trasciende, destruye el pecado y se realiza con el sacrificio de sí mismo de parte de Cristo, mediador de esta nueva alianza plena, perfecta y definitiva. La parusía será la salvación para aquellos que lo aguardan y tienen en él puesta su esperanza. El evangelio nos invita a reflexionar sobre la verdadera generosidad. Jesucristo instruye a sus discípulos sobre evitar ser como los escribas, que se aprovechaban de los bienes de las mujeres viudas, eran ostentosos, hipócritas y buscaban el prestigio y honor en los actos públicos aparentando una actitud piadosa. Les advierte, ellos recibirán un castigo riguroso. Por otro lado, resalta la generosidad de una pobre viuda que da dos moneditas de poco valor como ofrenda al Templo y con ello, entrega de lo que necesitaba, todo lo que tenía para vivir.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Vida:
¿Por qué tiene más valor las dos monedas de la mujer viuda que la abundancia con que daban los ricos? ¿Qué me hace esto reflexionar? ¿Cuáles son las dificultades que encuentras en tu vida para practicar la generosidad y la solidaridad con los demás?
¿Me quejo de dar ofrenda o algún apoyo a la Iglesia olvidándome que la propia vida y mi fuente de ingreso es por providencia de Dios?
Mi oración, ¿está unida y confiada a la justicia y providencia de Dios?
¿Cuál es el verdadero valor de dar desde la abundancia y dar desde la necesidad?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor,
Danos hoy el pan de cada día.
Que no falte la libertad de los hombres ni el trabajo en cada hogar.
Que aprendamos a compartir de esa harina, ese aceite y esas dos monedas con alegría.
¿Qué valor tiene lo mucho o poco que pueda tener si no estás Tú?
Qué, a ejemplo de María Santísima, Madre nuestra,
aprenda a ser humilde y darme a los demás,
a confiar en tu Palabra.
Amén.
- Contemplación:
Para la contemplación podemos repetir varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que ilumine nuestra fe:
« El Señor siempre es fiel a su palabra » (Sal 145)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Dios este domingo nos enseña lo que es la verdadera generosidad. Agradezcamos a Dios las bendiciones que nos da siendo generosos con los demás. Todos conocemos a alguna persona o familia que se encuentra en necesidad.
Propuesta: Hay muchas formas de ser generoso, puedo compartir de mi despensa con esa persona o familia que se encuentra en necesidad. De mi tiempo y servicio visitando a una persona enferma, ayudando en las actividades del hogar con alegría. Con mi oración, puedo unirme a la Iglesia y pedir por quienes pasan hambre y no viven en libertad. ¡Seamos Iglesia, seamos Cristo!
Primera Lectura: 1 Reyes 17, 10-16
Salmo 145
Segunda Lectura: Hebreos 9, 24-28
Color: Verde