Lectio Divina correspondiente al domingo 14 de julio de 2024 XV Domingo Ordinario…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico San Jerónimo…
Samuel Pérez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Marcos 6, 7-13.
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica.
Y les dijo: “Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos”. Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. (El texto ha sido tomado de los Leccionarios I, II y III, de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica)
Después de haber leído el Evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
¿A quiénes llamó Jesús? ¿Cómo los envío? ¿Sobre quiénes les dio poder a los Doce? ¿Qué es aquello que no deben llevar para el camino? ¿Qué es lo que únicamente pueden llevar? ¿Qué les pide Jesús que hagan cuando entren en una casa?
En caso de ser rechazados ¿qué deberían hacer los apóstoles como una advertencia para los de la casa? ¿Cuáles son las acciones que realizaban los recién enviados en la misión?
Breve Estudio Bíblico
La escena del Evangelio presenta a Jesús que envía a los Doce, signo del antiguo Israel y comienzo del nuevo que tendrá su plenitud al final de los tiempos. En san Marcos, los Doce Apóstoles son un grupo de discípulos escogidos por Jesús para ser sus acompañantes más cercanos (Marcos 3, 13-19), fueron instruidos especialmente por Él (Marcos 9, 35; 10,32) y también son los enviados para proclamar el Reino de Dios y expulsar demonios (Marcos 3, 14; 6, 7). Los envía de dos en dos en un gesto de acompañamiento misionero y ayuda mutua que muestra el sentido de la comunidad cristiana. Es clara la indicación de Jesús al pedirles no llevar nada para el camino; van con las manos vacías de bienes materiales llevando únicamente lo puesto. Llama la atención que les menciona no llevar mochila de viaje ni dinero ya que, si un misionero llevaba esto, manifestaba intenciones contrarias a las del envío pues si alguien lleva bolsa es para echar algo; si se lleva cinto para el dinero es porque se va en su busca. Además, Jesús les pide vestir una sola túnica (comúnmente se vestía con dos) para descartar en los discípulos cualquier signo de honorabilidad y estatus. La prohibición de llevar pan (que representa a cualquier tipo de alimento) remarca que el enviado se sienta hermano en igualdad de circunstancias que los otros, pues debe confiar en las personas y en Dios. De esta forma pueden ser testigos de un reino que es don de Dios y no hacer de la misión un negocio. Sobresalen las dos cosas que han de llevar: un bastón y sandalias. El bastón, además de ser un instrumento que sirve de apoyo y para no tropezar, es un símbolo de autoridad (Jueces 5, 14; Éxodo 4, 1-5). En la tarea del misionero las sandalias se refieren a la disponibilidad para la predicación (Efesios 6, 15). Jesús les dice que al llegar a una casa se queden tal vez para insistir en esta disponibilidad misionera y no andar buscando la comodidad y lo placentero. Esto supone que quien los recibía había recibido también el mensaje de quien los envía. Si son rechazados, también supone que lo hacen con quien los envía y lo que proclaman. Entre los judíos, era costumbre que al regresar de un país ajeno y al entrar en Palestina se sacudían las sandalias y la ropa para no contaminar la tierra con la de otros lugares. En Marcos se presenta esta acción como la advertencia de responsabilidad de rechazar el mensaje. Los Doce son enviados a realizar la misma tarea que su Maestro que es también la de todo apóstol (testigo) de Jesucristo, es nuestra misión.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
¿En qué nos hace pensar que la tarea del enviado debe coincidir con la del que lo envía?
¿En qué nos hace reflexionar la importancia de ir “de dos en dos”?
Los Doce Apóstoles fueron escogidos por Jesús para ser sus acompañantes más cercanos y los instruyó para después enviarlos a proclamar la Buena Nueva. ¡Se convirtieron en sus testigos! ¿Eres consciente que, como bautizado, eres un escogido por Dios para ser su testigo? ¿Tienes tus sandalias puestas para salir al mundo y proclamar la Buena Nueva?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Bendito seas Dios, Padre nuestro,
que nos has bendecido en nuestro Señor Jesucristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Concédenos la fortaleza en la fe para
ser santos e irreprochables a tus ojos.
Señor Jesús,
permíteme permanecer cercano a Ti,
ser tu testigo, ser tu Iglesia, ser tu rostro en el mundo.
A donde me envíes iré sin mochila y cinto,
pues hoy sé que, solo Tú me bastas.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
«Muéstranos, Señor, tu misericordia»
(Salmo 84).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
En la primera lectura, Amós ha sido elegido por Dios para la vocación profética. En la segunda lectura, san Pablo proclama un himno cristológico mencionando las bendiciones que Dios Padre nos ha concedido por medio de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Propuesta: Esta semana oremos especialmente por nuestro señor Obispo, sacerdotes, religiosas, diáconos y por la perseverancia de nuestros seminaristas. Demos gracias a Dios por sus vocaciones y entrega a nuestra Iglesia. Si te es posible, da a uno de ellos un gesto de este agradecimiento. Dios nos ha bendecido al tenerlos.
Primera Lectura: Amós 7, 12-15
Salmo 84
Segunda Lectura: Efesios 1, 3-14
Color: Verde