Ana María Ibarra
Alrededor de 700 personas, en su mayoría jóvenes estudiantes del Tecnológico de Ciudad Juárez, participaron en el Foro de Convivencia y de Paz, donde escucharon dos conferencias magistrales: una a cargo de la maestra Paula Andrea Monroy de la Fundación para la Reconciliación en Colombia; y la segunda, a cargo del sacerdote jesuita Javier Francisco Escobedo, de Guadalajara
En el evento, que se llevó a cabo el pasado jueves 10 de octubre, los asistentes escucharon testimonios de personas que experimentaron la reconciliación y la paz después de un proceso, y quienes participaron en lo que fue llamado “Mesa de víctimas y victimarios”.
El foro inició con las palabras de bienvenida del rector del Tecnológico, Hermenegildo Lagarda, funcionarios y representantes de los organismos que organizaron el evento, como el Centro Familiar para la Integración y Crecimiento y el Comité de Pacificación y Bienestar Social.
Paz y Perdón
La maestra Paula Andrea impartió la conferencia “La cultura política del perdón: Camino a la convivencia y la paz”, en la que habló del trabajo que se realizó en Colombia ante el conflicto armado, mismo que data de aproximadamente seis décadas.
Con este ejemplo, la colombiana explicó que el camino hacia la paz y la reconciliación no es fácil, pues la humanidad cuenta con años de historia de violencia que legitiman el uso de la venganza, del odio y el desarrollo de los miedos.
“Existen las elites del poder, como son los medios masivos de comunicación, que nos dicen qué hacer. A través de estas elites se utilizan narrativas de dolor que provocan exclusión, enojo, frustración, miedo, desesperanza y a su vez, justifican el uso de la venganza”, expresó.
Para alcanzar la convivencia y la paz, expuso la maestra, es necesario el perdón que definió como “una acción política”.
“Quien perdona expresa su alto nivel de responsabilidad con el otro. El perdón es un exquisito ejercicio de democracia; quien no perdona, excluye. Por lo tanto, el perdón es un componente indispensable de la cohesión social y la base de los Derechos Humanos pues se perdona en razón del ofensor”, señaló.
Añadió que el perdón no contradice la justicia ni la memoria ya que es una decisión valiente que toma el ofendido aun cuando se encuentra dolido para no darle más poder al recuerdo.
“Perdonar es superar el lugar de víctima. El perdón es una virtud política por cuanto desarrolla dos facultades: perdonar y ser perdonado. La Cultura Política de Perdón y Reconciliación se ofrece como instrumento para potenciar la vida social”, finalizó.
Ser sembradores de paz
Con las conferencias, los organizadores buscan promover la cultura política de perdón y reconciliación para la construcción de una paz sostenible y totalmente evangélica y cristiana.
“Este es un evento de sembradores de paz, que llevamos y sembramos muchas semillas, pero que ahora hay que seguirlas cuidando para que den fruto. Estamos abiertos a continuar y comprometidos con el ciclo de conferencias para la paz y justicia restaurativa, así como con los talleres de perdón y reconciliación”, dijo al final del foro, Silvia Aguirre, directora de CFIC.